Cincuenta y Cuatro

Julia

Me sentía conforme con el trabajo realizado con Ian, no era un experto en joyería, pero era un alumno en formación y por ende calificaba para obtener la beca de la escuela, el mes paso tan rápido, que me abrumaba que lo hiciera bien y de forma convincente.

Este mes pase más tiempo con Fabricio y en su apartamento, que en casa y me da cierta de vergüenza con los ferrara, como dice Alice ellos entienden.

Tengo muy presente el viaje a Paris y me da ansiedad porque según lo que he hablado con Alice, es la ciudad del amor, además las caras que hace Fabricio cada vez que se menciona el viaje me dan a entender que algo se trae entre manos.

- ¿Alice que tanto piensas? – está sentada mirando al infinito -

- En mi futuro, lo que pienso hacer de aquí a 5 años

- En serio – la mira y toco la cara para ver si está enferma –

- No estoy enferma mujer ... he decidido que voy a entrar a la universidad, no lo había hecho antes porque no tenía los recursos, pero ahora trabajo en una importante casa de diseño y lo puedo costear

- Me encanta que esa sea tu decisión ¿qué vas a estudiar?

- Que te parece contaduría

- Eres buena con los números, te iría bien – está sonriendo –

- Bueno mañana me acompañas a la universidad a inscribirme, tomaré la jornada de la noche para seguir con Mulata Design

- Como quieras está bien, lo importante es que sigas con las mismas ganas

- Obvio mujer - me da un beso en la mejilla –

las clases en el penal iban de lo mejor, ya las chicas hacían diseños propios de joyería, otras iban llegando para participar. Al llegar a la casa me esta esperando Leone

- Hola que bueno verte Leone ¿Qué te trae por aquí?

- Hola, igual ... necesito conversar contigo a solas

- Bueno ... acompañe por acá – lo llevo a la parte de la casa que tenemos, donde trabajamos Alice y yo-

- Me llego esta comunicación del complejo judicial – me tenso y procedo abrir el sobre y leerlo-

- No entiendo que tratan de decir, pero no voy a declarar ni a favor ni en contra de Karina – se sonríe –

- Lo sospeché Julia, les dije que no lo ibas hacer por ningún motivo, en el juicio que te hicieron quedo claro la clase de persona que es Karina – empieza a leer el comunicado- además te absuelven en su totalidad, estas oficialmente libre de toda culpabilidad – me le tiro encima y lo abrazo-

- Perdón Leone... me emocione, ¿ya puedo moverme para donde yo quiera?

- Claro que si, por ahí me entere que en un mes viajas con Damiani, bueno ya no hay necesidad de permisos ni nada de eso

- ¡En serio! Gracias Leone

- De nada Julia, te llegue a conocer y a apreciar; a pesar de todo lo malo que te paso sigues con esa sonrisa tan bonita

- Gracias Leone, también te aprecio y te considero un amigo

Al rato se va leone después de conversar un rato, había olvidado por completo que tenía una cita con la señora Lia y Alice, para escoger el vestido que voy a utilizar en la premiación

- Ya terminaste de hablar con Mario Bros ¿qué te dijo? – le sonrió-

- Leone ya se fue, pero mira – le muestro el papel y lo empieza a leer –

- Esto es bello mujer ... estas libre de todo – hace un baile raro – esto hay que celebrarlo

- Si ya todo termino Alice, celebrarlo, estas loca, No

- Déjate llevar mujer ... ¿qué es lo más raro que haremos? Nada, porque irnos de farra... No; yo digo que le comentemos a la señora Lia tal vez tenga buenas ideas

- Esta bien vamos, que ella nos espera

- Si, ah se me olvidaba tengo cita el viernes en la universidad ¿vas conmigo?

- ¿no era mañana?

- Yo pensé que era mañana, pero me llamaron que para el viernes a las 10 am

- Listo voy contigo el viernes – me quedo pensativa-

- Estas planeando algo verdad, cuenta

- Quiero ir al apartamento de Fabricio y mostrarle el documento – me mira raro-

- Tu pasas más tiempo allá con él; ustedes andan en su cuento, después no digas "Ay que paso aquí" y pum a los meses – hace señas con las manos indicándome una barriga –

- Tu si inventas Alice... - nota mi nerviosismo –

- No me digas nada, mi madre querida dice "el que calla otorga" y tu silencio es confirmación para mis sospechas

- Vamos que nos esperan la señora Lia

- Aja cámbiame el tema, lo único que pido es que soy la madrina – empieza a mofarse de mi –

Tanta preguntadera me ponía nerviosa, opte por cambiar de tema, pero a Alice no se olvida nada tiene memoria fotográfica, así que molestadera iba a durar rato largo. La señora Lia nos esperaba en una boutique finísima y también costosa, desde que entramos Alice quedo muda

- Señora Lia... Hola – nos da besos a las dos –

- Hola, mis amores tenemos la boutique para nosotras – Alice me miraba con cara de susto-

- Ah ... pero señora Lia... yo cuento con el dinero para pagar un vestido de estos tan caros – me voltea mirar y me sonríe –

- Tranquila mi niña, es cortesía mía el vestido que escojas y Alice tú también escoge uno – me quede en silencio –

- Señora, pero yo cuando me pondría una belleza de esas

- Yo necesito una acompañante para una cena de beneficencia que tengo la próxima semana, justo ese día lo utilizarás y no quiero una negativa de tu parte Alice

- No señora... quien dijo que no, yo encantada la acompaño

- Mi niña ya hablé con Adriano para que gestione el permiso de salida del país – le sonrió de forma explícita –

- No hay necesidad, mire – le entregó el papel –

- Oh esto es grandioso mi amor ¿Fabricio ya sabe? - niego –

- Tenía planeado llegar a su apartamento ahora que terminemos aquí y mostrárselo – escucho la risa de Alice a lo lejos-

- Tranquila mi amor, yo te dejo allá

Nos enfrascamos en la búsqueda del vestido, me probé mil vestidos, pero vi uno rojo al final de la fila de vestido era sencillamente hermoso, me visualicé con el puesto e hice clic cuando lo vi en su esplendor