Fabricio
París... representaba la ciudad del amor; según algunos, en fin, había llegado el día del viaje y estoy ultimando los detalles de este; en Florencia todo esta como lo previsto, todo va acorde al plan, recibo semanal el informe de Fabio además de lo que nos deja ver las cámaras de seguridad; "calma".
El viaje va a ser tranquilo porque esta vez nos vamos en el avión privado del conglomerado, la esperaba en el terminal aéreo; a lo lejos la veo venir con Alice, se despiden y viene hacia mi
- Hola ... - la traigo hacia mí, a mi pecho-
- Hola... nos esperan vamos – caminamos hacia los hangares del terminal aéreo -
- No era más fácil viajar de forma comercial
- Si es más fácil; pero mamá quería que lo hiciéramos así porque llevamos piezas de muestra
- Ah entiendo y ¿el diseño con el que estamos concursando también esta?
- Si, si vieras como quedo... hermoso como quien lo diseñó – se sonríe y voltea ocultando su sonrojo -
Era verdad lo que decía Julia, siempre me ha gustado viajar en aerolíneas comerciales, por comodidad y practicidad, pero llevamos joyas valiosas hacia parís y llevamos un esquema de seguridad.
París nos recibe soleado; llegamos el mismo día del evento, así que no hay tiempo para nada. El camino hacia el hotel fue corto, debemos alistarnos de forma rápida para estar a la hora; el evento se hacía en el museo Louvre, aparte de todo el conglomerado donaría una pieza de joyería fina para la subasta que se llevaría a cabo después de la premiación.
Almorzamos juntos ahí en la habitación, recibo una llamada de una boutique, que me informaban que mi traje estaba listo, mi arreglo iba ser más rápido que el de ella, salgo a buscarlo personalmente.
Al regresar a la habitación me impacta ver a julia enfundada en un vestido rojo, sumamente sexi y acorde a la ocasión; por mi mente pasan muchas cosas al verla
- ¿Qué tanto me ves?
- Te ves... muy hermosa Julia, creo hoy habrá muchas miradas en ti – se sonríe y noto su maquillaje delicado y su cabellera rizada suelta –
- Gracias ... ¿creo el demorado será otro? – me señala, porque estoy en jeans y algo despeinado –
- No me demoro
Así fue, el traje hecho a la medida, a mi llega su perfume, sutil como su caminar en unos tacones altísimos, frunzo el ceño al verlos y hace un gesto de despreocupación y me deja solo en la habitación. Nos disponemos a salir, la tomo de la mano de forma posesiva, sabiendo que hasta los de seguridad la observan.
El museo Louvre nos recibe con un ambiente sobrio y elegante; al bajar del auto todos los ojos estaban puestos en mi acompañante, es que hoy su belleza y sus ojos negros como la noche se apreciaban hermosos, anhelantes, ella reflejaba expectación por lo que veían, por sus gestos me daba a entender que era su entero gusto y más por el agarre fuerte que me tenia en el brazo. Estaba todo el gremio joyero de Europa, las mejores casas de diseño de joyería; ese era el mundo donde nos movíamos, ella y Alice estaban empezando y era la mejor manera de dar impulso a Mulata Design.
Mientras nos adentramos en la noche parisina, nos acercabamos al momento cumbre, la entrega de los premios; al mostrar las casas de diseño revelación, la vi dudar en su trabajo y en su talento
- Fabricio mira estos diseños... son majestuosos; no estoy al nivel – los diseños estaban expuestos en unas de las galerías del Louvre –
- Tranquila... estas al nivel, tus diseños tienen esencia, tu esencia; son... únicos – me mira con los ojos llorosos –
- Gracias ... por confiar Fabricio – la atraigo hacia mi y la beso-
- Vamos ya va a empezar la premiación
Nos encaminamos hacia unos de los salones; todos los presentes estaban hay esperando, tomamos asiento, me senté de tal forma en que la pierna que tiene descubierta no la viera nadie; al mencionar la categoría, me atrapó la mano fuerte, al mencionar "Mulata Design" como casa de diseños revelación, nos miramos y le susurro "ves, te lo dije" verla bajar para recibir su premio, sentía un calor en el pecho y era satisfacción, orgullo, la mujer de vida estaba logrando su sueño y yo estaba ahí con ella como su apoyo incondicional.
El conglomerado se había quedado con el premio de mejor casa productora; ya lo habíamos recibido hace algunos atrás, pero este año era especial; salimos del recinto, pero era muy temprano como para no aprovechar la noche que nos brindaba París.
La noche parisina y los ojos de Julia, estaban de acuerdo; su tono era igual y eso avecinaba que todo iba ser épico y no esperaba menos. Despide la seguridad y empezamos a caminar por parís, bajo el ronroneo del viento, llegamos a una iglesia la Saint- Germain-l'Auxerrois de parís; iba saliendo un matrimonio
- Fabricio, veamos a los recién casados – la observo sonriente –
- Está bien – su voz me saca de mis pensamientos –
- En Cartagena hay muchas iglesias en el centro histórico, y toda la farándula y personas famosas van a casarse allá y el nativo de la ciudad espera en las afueras de estas, para aplaudir y desearle a los novios un matrimonio feliz – me da un codazo y la veo aplaudir y la sigo –
- ¿Quieres un matrimonio así? ¿En tu ciudad? – me estoy metiendo en terrenos peligrosos –
- Sabes que no .... Sin mi familia, no me interesa un matrimonio pomposo, pero eso no quiere decir que no me quiera casar
- Entiendo y recuerdo que hablamos de eso
Seguimos nuestro camino, conocía su respuesta de antemano, la vez del bouquet me lo dejo claro, pero esta vez añadió que, si se quiere casar, esa afirmación me deja tranquilo. Llegamos a un restaurante, era la cena que nos debíamos, al salir de ahí buscamos un bar, me iba a someter a bailar; igual mañana no íbamos de parís y nadie recordara mi baile nefasto.
Llegamos a un sector de parís lleno de bares; necesitaba alcohol para poder bailar y seguirle el paso, todos nos miraban por nuestra vestimenta, pedí whiskey el más fuerte, Julia pidió algo suave; sonaba música fuerte, no sé qué ritmo era, pero lo iba a intentar.