Julia (enlazados2)

Cincuenta y ocho

Julia

Al verlo irse temprano sentía una opresión en el pecho, una corazonada; algo no iba a salir bien, aparte los chispazos en el vientre los sentía más fuerte. Empecé a dar vueltas por el apartamento, me decanté por ver televisión y las noticias mostraban a un grupo de oficiales en la casa de los Damiani.

Algo estaba pasando y no era bueno, en la desesperación me dirijo hacia la casa, al llegar todo está acordonado y hay muchas patrullas policiales, note que Franco no lo dejaban pasar

- ¿Qué pasa Franco por que no te dejan entrar? – se sobresalta –

- ¿Qué haces aquí?... vete para el apartamento

- ¿No me has contestado? – bufa y se toma la cara –

- Papá esta armado, no quiere entregarse – empiezo a dar vueltas –

- Saca a Fabricio de ahí, él no me dijo que tu padre fuera peligroso ¡sácalo!

- Julia no me dejan pasar ... mira devuélvete para el apartamento y si algo pasa yo te llamo – me toma por el brazo y me aleja de la casa – no te preocupes a mi hermano no le pasara nada

- Esta bien

Voy de camino hacia tomar un taxi, se escuchan sonidos fuertes, sabía perfectamente que eran disparos y provenían de la casa de los Damiani, me devuelvo veo a Franco correr y lo imito, nos detienen, a los minutos se escuchan sirenas de ambulancias, al llegar reconozco el hospital de donde las enviaron con Franco las seguimos en un taxi.

Noto que Franco habla y habla por teléfono; solamente ruego que ha Fabricio no le haya pasado nada; nos demoramos un poco al llegar, pero nos encontramos a la señora Lia exasperada hablando con una enfermera, cuando voltea no puedo creer lo que veo

- ¿Qué le pasó? – esta golpeada y su ropa tiene mucha sangre y se nota que ha estado llorando-

- Mi niña...

- ¿Dónde esta Fabricio? – volteo a mirar a Franco y esta contra un muro; con Adriano a su lado-

- Él ... esta herido mi niña; los doctores lo están estabilizando

El mundo se vino encima, no otra vez, no podía volver a pasar, que lo que mas amo me dejara sola por culpa de gente sin sentido, siento que estoy en brazos de la señora Lia, el dolor del vientre lo siento más fuerte y todo se vuelve negro.

Escucho voces a mi alrededor, trato de enfocarme y veo a Alice hablar por teléfono y me percato que estoy en una habitación del hospital, por unos breves instantes quise pensar que todo era un terrible sueño.

- ¿Hey cómo te sientes? – la miro y siento las mejillas mojadas-

- ¿Cómo esta Fabricio? – bufa y se sienta al borde de la camilla –

- Esta estable... lo operaron; recibió dos impactos de bala uno al costado y otro le rozó el brazo

- Quiero verlo Alice

- No puedes salir de aquí Julia; hasta que los doctores de la orden

- No tengo nada – me observa y me limpia las lágrimas –

- Parece que si tienes algo porque te tomaron unas muestras y me dijeron que no puedes moverte de aquí; ¿el dolor que me comentaste?

- Antes de desmayarme lo sentí super fuerte, Alice ... ¿el viejo ese como esta?

- Pues ... los doctores dicen que es poco probable que no pase la noche

- Debe pagar ... la muerte es la redención a todo lo que hizo, a la señora Lia la golpeó toda y lo de Fabricio también, debe sufrir, pero  en vida – una enfermera nos interrumpe y Alice se va para un rincón de la habitación –

- ¿Julia Araujo como te sientes? – me pregunta una enfermera risueña y algo mayor –

- Ya no siento el dolor, necesito saber cómo está mi novio, lo trajeron hace rato – me sonríe con ternura –

- Tu amiga puede ir averiguar porque tu no puedes ¿te parece? – volteo a mirar a Alice y ella solamente asiente y me dice que ya vuelve – ya no sientes dolor porque te colocamos un calmante

- Aja ¿pero que tengo?

- Ya viene el doctor especializado y te lo dirá – la puerta se abre y entra un doctor con un aparato todo raro –

- ¿Qué me van a hacer?

- Julia te voy a hacer ciertas preguntas – asiento - ¿cuándo fue tu última menstruación?

- Pues ... la estoy esperando doctor, los dolores en el vientre son un indicador que está por bajarme – intento sacar cuentas y mi mente esta en blanco -

- No necesariamente Julia – apunta con presteza en una libreta y trato de leer la especialidad en su bata, pero no se ve – ¿hace cuánto tienes los dolores en el vientre?

- Como 15 días, pero desde ayer se intensificaron

- Ok, Julia vamos a hacerte una ecografía para descartar

Veo que mueven el aparato que trajeron, no había caído en cuenta que lleva una bata y no mi ropa. Dejan al descubierto mi abdomen y me echan un gel transparente y frío y pasan un aparatico, trato de ver y no entiendo nada, ellos hablan entre sí y una enfermera sale y a los pocos minutos llega con una doctora que me sonríe al verme, se empieza a escuchar unos latidos fuertes en toda la habitación y vuelven a conversar entre ellos

- ¿Qué pasa doctor? - me limpian el gel de mi abdomen y veo que están sacando como unas foticos del ecógrafo –

- Julia la menstruación no te vendrá en muchos meses ... estas embarazada, felicidades

- ¡¿Qué?! – la mente me da vueltas –

Todo viene hacia mi mente, la última vez que vi el periodo fue antes de ir a París

- Si, tienes 8 semanas de embarazo Julia y los dolores que has presentado son una amenaza de aborto latente, por tal razón te quedarás aquí hasta que la situación mejore – los observó con los ojos aguados –

- Entiendo doctor, pero ¿esta bien?

- Estará mejor mientras tu estés tranquila, recuerda que ahora vives para él o ella, nada de sobresaltos ni impresiones, no llores más, le afecta – ahora más que nunca necesito que Fabricio esté bien- por el momento descansa

- Eso hare doctor – la enfermera que llegó al principio, se le acerca y habla con él-

- Julia, me esta comentando la enfermera que tu esposo es el paciente Damiani; a él lo operaron y la intervención fue un éxito, están esperando que despierte de la anestesia, así que no te preocupes que tu esposo está bien cuidado



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En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

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