Fabricio
Ya no siento dolor, percibo una paz y tranquilidad infinita; levantó la vista y logró divisar un gran jardín lleno de personas que mueven cosas de un lado para otro, avanzó para ayudar y chocó con un chico de cabellos rizados
- Nosotros hacemos todo – me dice el niño y se me parece a alguien, pero no logro recordar a quien –
- Está bien – mi voz es distinta, algo mayor –
Llega a mi mente lo último que recuerdo, la captura de mi padre, él disparándome; no puede ser estoy muerto ... me vuelvo a enfocar en el jardín y veo que todo se relentiza, siento a alguien a mi lado
- No te asustes tienes mucho por vivir, eso que ves es simplemente un regalo, un adelanto – no reconozco su voz, pero me da cierto grado de tranquilidad –
- ¿Estoy muerto? – se sonríe -
- No ... como te dije es un regalo o un adelanto, tómalo como mejor te parezca
- ¿El niño quién es? – nos enfocamos en el jardín y esa voz me insta a caminar hacia allá –
- Míralo por ti mismo – una mujer de cabellos rizados esta jugando con el niño y se acerca otro un poco más grande –
- ¡¿Julia?!
- Así es Fabricio Damiani, cuídala ... su alma sanara de tanto dolor con tu amor
La voz y la presencia de la mujer que estaba al lado mío desaparecen, me enfoco otra vez en el jardín y aparte de los chicos llegan dos chicas exactamente iguales, caminan hacia Julia, mi Julia. Una de ellas me observa y sonríe y camina hacia mi
- ¿Porque nos espías papi? – me toma de la mano y noto mi mano esta envejecida –
- No lo hago – la voz rara volvió, observó a julia y me quiña el ojo y se sonríe –
Quiero seguir aquí, pero todo se vuelve negro y vuelvo a caer en el pozo oscuro.
Trato de despertar, el costado me duele horrible, me cuesta abrir los ojos, cuando lo hago me enceguece el lugar donde estoy, todo blanco y con un fuerte olor y deduzco que estoy en un hospital.
Miro hacia todos los lados y en un mueble para nada cómodo esta mi hermano Franco adormilado, trato de moverme y lo que sale es un quejido de dolor
- ¡Despertaste Fabricio! – sale disparado del mueble y me abraza-
- Ahh... Franco me lastimas
- Oh disculpa ... ¿cómo te sientes?
- Me duele todo y ¿papá? – se voltea y camina por la habitación -
- Por ahí esta
- Dime la verdad Franco – suspira y se sienta en el borde de la cama –
- Esta bien, sigue en cuidados intensivos y pues ... no creen salga de esa – observo en silencio – te disparo y los agentes accionaron sus armas hacia el
- Franco ... nunca creí que papá fuera capaz de hacer algo así, no quiero su muerte, pero quiero que pague en una cárcel, que viva los rigores de estar recluido ahí
- Pienso igual, pero ahora se debate entre la vida y la muerte; ya se sale de nuestras manos Fabricio
- ¿Julia donde esta? – se levanta de mi lado y camina –
- Vino cuando estabas durmiendo, ahorita vuelve
A mi hermano no le creo nada de lo que me dice, algo me esconde. A la habitación entra mi madre con Adriano algo sobresaltados y espero que entre Julia, pero no llega nadie más; me enfoco en mi madre que me mima como niño chiquito,
- Necesitamos los últimos documentos que te envió Ian ¿Dónde están? - me pregunta Adriano –
- Están en la caja de seguridad que está en mi apartamento
- Los necesitamos Fabricio, a la hora de formulación de cargos faltaron esos
- ¿Cómo haremos?
- Dame la clave de la caja de seguridad, ya cuando salgas de aquí la cambias
- Está bien, pásame donde anotar
- Para que estés más tranquilo, la señora Lia va conmigo y así verifica que no me llevaré nada – me carcajeo con dificultad-
- Como quieras hacerlo esta bien, igual confió en ustedes
Se van dejando solo, no recordaba esos papeles y no se porque no están con los demás documentos que envié para los tribunales. Me pareció extremadamente extraño que Julia no llegará a por la habitación ni siquiera la intensa de Alice, algo pasa y me lo están ocultando; con ese pensamiento vuelvo a caer en un sueño profundo y reparador.
Adriano
Papeles y más papeles era mi compañía en estos momentos, y faltaban los más importantes y según Ian se los entregó a Fabricio justo antes de que Paolo enloqueciera y tratara de matar a su propio hijo.
Esperar hasta que Fabricio despertara de la cirugía y que se acordara de los dichosos documentos; además de eso Julia sufrió un desmayo de forma repentina y tampoco sabemos como esta. Veo que Alice camina de un lado para otro, recojo los papeles y los guardo y me dirijo hacia ella
- ¿Alice qué pasa con Julia? – se sobresalta y se gira hacia mí algo abrumada –
- Pues los doctores dicen que se tiene que quedar aquí hasta nueva orden... si quieres puedes ir a verla – me señala la habitación –
- Esta bien, le preguntare yo mismo a los doctores, es extraño que estando ella bien ahora decidan quedarse con ella
La dejó viendo por los ventanales ni me contesta, no sé si es porque esta Franco por aquí, el que ella este así como elevada; al entrar a la habitación hay una doctora a punto de salir me sonríe y me quedo bobo viéndola y no le pregunto nada, me enfoco en Julia y tiene como una fotico entre sus manos
- ¿Hola cómo te sientes Julia? - me sonríe, pero tiene restos de lágrimas en sus ojos –
- Con algo de dolor, pero ya más tolerable; del resto bien
- ¿Que tienes? ¿Por qué tienes que quedarte aquí? – me siento al borde de la camilla y suspira –
- Mira – me muestra la fotico que estaba viendo, pero no veo nada concreto - ¿qué es eso?
- Es una ecografía Adriano... estoy embarazada – me levanto de forma abrupta –
- En serio ... ¿Fabricio sabe?
- No... me acabo de enterar – me vuelvo a sentar y a procesar la información –