No se cuanto tiempo pasó desde que me encerré en mi habitación desde que llegué a recordar buenos momentos pero, sin duda alguna recordar me hizo bien.
El tono de llamada de mi teléfono me hizo salir de la nube en que andaba era Kevin.
–Hola ¿qué pasa?.–Contesté la llamada.
–Pequeña mocosa, arréglate pasaré por ti en media hora.
–¿Porqué? ¿A donde vamos?–Le pregunté.
Escuché una carcajada de su parte y respondió.
–Hay que ahogarnos en alcohol mocosa. –Gritó Kevin.
–Te veo en media hora estúpido.–Y colgué.
Si se me hacia extraño que Kevin no me llamará en todo el día pero pensé qué estaría ocupado con la universidad por eso no lo moleste.Pero hoy es Viernes y Kevin lo sabe.
Me duche lavando mi cabello, luego me dispuse a vestirme. Colocandome algo sencillo ; Un pantalón negro alto, un top beige, junto con una chaqueta negra de cuero recuerdo cuando Michell pero la regaló hace dos años atrás. Dejé mi cabello caer en ondas, mi cabello no era tan largo sólo era medio. Me maquillé lo más sencillo que pude no me gustaba el maquillaje en exceso todo sencillo mejor.
En todo ese transcurso pasó una hora no me preocupé en hacer esperar al idiota de mi amigo porque se que el nunca llega a la hora que dice.
Luego de jugar con mi teléfono en la sala escuché la corneta del auto de mi amigo y salí.
Kevin salió de su auto se acercó a mí y con un fuerte abrazo me levantó del suelo dando vueltas en el aire.
–Para.–Le gritaba a Kevin.–Para Kevin, ya, ¡idiota me harás vomitar! –Reí. Kevin me bajó de sus brazos.
–¡Feliz cumpleaños mi pequeña mocosa! ¡Te amo! – Besó mí frente.
–Y yo a ti tarado.–Respondí.
–Es hora de irnos a celebrar éste nuevo año de tu vida.– Kevin me arrastró a su auto abriéndome la puerta del copiloto, entre en el auto y mi amigo hizo lo mismo.
-¿A donde vamos ?– Le pregunté cambiando el canal de la radio por otra música mejor .
–A mi casa, allí celebraremos tú cumpleaños.–Su mano agarró la mía y dejó un suave beso en mis nudillos. Le sonreí , si Kevin no fuera mi mejor amigo,mi hermano. Cualquier ser existente en éste mundo pensaría que somos más que eso.
–¿Y Michell?¿La has visto?–Le pregunté.
Mi amigo frunció el ceño y contestó.
–Si, supongo.
–¿Supones?
–Ujum.–Contestó.
–¿Qué pasa entre ustedes? Un día se llevan bien y al otro simplemente se odian.
Michell y Kevin se conocen desde hace mucho tiempo pero no se ciertamente si se odian o se aman. Varias veces he visto el brillo de la mirada de cada uno cada ves que están cerca. Pero cuando cada quien están con una persona diferente siento celos en el ambiente, es como sí se quieren de verdad pero ambos son tan idiotas para dar ese paso en aceptar sus sentimientos. Seria una pena si nunca llegan a estar juntos.
Kevin aparcó su auto en el jardín de su casa.
–No lo sé Julieta, ella es tan ¿rara? Qué a veces no la entiendo. Me gustaría entenderla un poco más.
– Y si aceptan lo que sienten?–Solté, Kevin me miró curioso. Seria una pena que cuando quieran aceptarlo quizás ya sea tarde. Es mejor intentarlo qué no quedarte con la duda de que pasaria sí no lo fueras intentado.
–Quizás tienes razón.–Contestó.
–Siempre tengo razón cariño.–Le respondí pellizcando su nariz.
Kevin soltó una carcajada bajando del auto y yo hice lo mismo acercándome hacia él.
–¿A quien invitaste?
–A unos amigos tranquila.–Kevin sacó sus llaves para acercarla a la cerradura y abrir la puerta.
–¿Y tú madre sabe sobre esta pequeña reunión?
–Sí, le dije que sería de tú cumpleaños. Pero tuvo qué ir a la casa de la abuela así que no estará esta noche mocosa.
Al entrar a la casa visualicé cierta cantidad de personas que ciertamente yo no conocía, hasta se veían mucho más mayores que yo y por encima se les vía que eran demasiados tarados para su edad. Y por hay pude notar que sí,qué en realidad eran amigos del tarado de Kevin.
Kevin cogió mi mano y habló.
–¡Oigan ella es Julieta, mi mejor amiga!Ella es la gran festejada de ésta noche. –Kevin fijó su mirada en mí y sonrió.– Así qué ya saben, cual quier intento de seducción hacia, ella les cortaré las bolas.–Puntualizó.–Las demás personas se acercaron a mí felicitandome.Unos me veían con cara de idiotas y otros con normalidad.
Me deshice del agarre de Kevin y me dispuse a caminar para buscar a Michell, conociendola de seguro se está besuquiando con cualquier ser que tenga bolas.
¡Perra!
Al llegar a la cocina vi a una castaña recostada de la nevera con una cerveza en la mano era Michell.
–Con que aquí estabas sinvergüenza.– Mí amiga me regaló una peculiar sonrisa y me ofreció una cerveza, la acepte.
–Te estaba esperando, Kevin ya se había tardado, tan idiota cómo siempre.–Rodó los ojos tomando un sorbo de su cerveza.
–Sí bueno ya lo conoces amiga.–Pasé mi brazo por su hombro y la acerqué a mí. –¿Nos ahogamos en alcohol está noche?–Le pregunté, la castaña chocó su cerveza con la mía.
–Hoy celebraremos tú existencia Juli.
*****
No sé cuantas cervezas ya llevaba en mí organismo pero para disfrutar más, está noche decidí detenerme un rato. Me dirigía a la cocina para tomar un poco de agua, después de conseguir mi agua, dí vuelta para regresarme con mis amigos, pero una persona chocó conmigo he hizo que esa persona derramará su cerveza en mí top.
–¡Mierda!–Salió de mí boca con mi ceño fruncido y con ganas de matar ese ser qué mojó mi top.
–Pues en mí defensa estabas atravesada.–El chico chesqueo su lengua meneando su cabeza de lado.– Es una pena te quedaba muy bien ése top.
–Sí serás idiota.–Le grité.–¡¿Acaso no miras hacía al frente cuando caminas? –El idiota soltó una carcajada.
–A ver linda yo estaba en mi camino normal.–Puntualizó. –Pero tú fuiste la bruta qué se atravesó en él camino, yo no tengo la culpa mocosa.–Dijo.