Parte VIII

Julieta despertó con los primeros rayos del sol, que se filtraban por la ventana de su habitación, se levantó de su acogedora cama y se apresuró a vestirse, escogió un conjunto que creyó le gustaría a su hermano, recogió su negra cabellera en un moño y se colocó una hermosa corona de flores falsas que hacían juego con su conjunto, tomó una maleta en donde metió algunos juguetes y una hermosa muñeca de tez pálida que le gustaba a su hermano, unos cuantos dulces,

-falta mi pelota azul*dijo volteando a ver su escritorio* iré por ella

Salió al pasillo que conectaba las habitaciones y tomó con cuidado el barandal y comenzó a bajar la corta escalinata que daba a la sala, al llegar a esta se dirigió a la cocina dentro estaba su madre preparando algunos aperitivos, se veía muy absorta en sus pensamientos , así que sin hacer ruido salió de la cocina y comenzó a caminar al jardín en donde encontró su pelota y a su padre preparando el automóvil, tomó la pelota y comenzó a desinflarla y doblarla, dio media vuelta y regresó a su habitación, una vez dentro de esta tomó aquella maleta blanca y le metió la pelota, tomó su lapicera y una libreta blanca, las cuales metió en su maleta, se acercó a su escritorio, en este vio su dibujo tomó entre sus manos el papel, todos los recuerdos de la noche anterior, la pelea de sus padres y su sueño, la invadieron provocando que de sus ojos cayeran unas cuantas lágrimas,

-no soy un monstruo, no quiero serlo*pensó*

Pronto un grito perteneciente a su padre, el cual la sacó de sus pensamientos, este la llamaba para que comenzaran el día familiar, Julieta soltó el dibujo limpio sus lágrimas, tomó su maleta un suéter, y bajó corriendo se detuvo en la sala frente a un retrato de su abuela, y susurro

-te prometo no convertirme en el monstruo de mi sueño

Se dio la vuelta y corrió al automóvil negro que la esperaba en la entrada, subió a este, su madre cerró su casa y subió al asiento del copiloto, pronto el automóvil negro se puso en marcha

- Que hermosa esta mi princesa el día de hoy*mencionó su padre*

- Te equivocas, ella es hermosa todos los días*proclamó su madre acomodando su cabellera marrón*

- Cierto, pero este día en particular está aún más hermosa*dijo su padre*

- gracias papá*dijo Julieta con una enorme sonrisa* 

El trayecto transcurrió entre risas y chistes malos por parte de su padre, les faltaba un buen trayecto para llegar al hospital, Julieta sintió mucho sueño y se recostó sobre el asiento, serró sus ojos y pronto se quedó profundamente dormida,

-hola juli*se escuchó una voz proveniente de una niña*

-quién eres*preguntó Julieta*

-soy tu*delante de ella apareció Julieta del sueño anterior*

-¿Qué quieres de mí?*pregunto con la voz temblorosa*

-quiero lo mismo que tu*anuncio* pero todavía es muy pronto para eso, solo me veras y escucharas cuando así lo desees, yo te observaré hasta el día en que por fin podamos ser una

-princesa, despierta ya llegamos*la meneaba su madre con cuidado* ¿ya despertaste?

- ya mami ¿vamos a ver a mi hermano? *contestó la pequeña*

Su madre asintió y la ayudó a bajar, Julieta tomó su maleta y espero a que sus padres la guiaran por los grandes pasillos, pronto su padre terminó de bajar las cosas que habían llevado, salió a recibirlos un doctor,

-buenas tardes señores, el pequeño Carlos a estado esperando su visita, se encuentra en el jardín,*dice viendo a los padres de Julieta, pronto bajo la mirada * hola pequeña, vengan síganme quiero contarles las mejoras que hemos tenido con su niño

-si doctor*contestó su madre*

El doctor los guió por los pasillos y hablaba con los padres de la pequeña sobre el tratamiento del niño, Julieta decidió ignorarlos y caminar delante de ellos para ser la primera en ver a su hermano, y así fue en cuanto pisaron el jardín corrió a abrazar a su hermano lo beso y le dijo lo mucho que lo quería, su madre colocó una manta sobre el pasto y sobre esta una canasta de la cual emanaba un riquísimo olor a pastel, Julieta se sentó junto a su hermano y le mostró los juguetes que le había llevado,

-te vez hermosa juli *dijo el pequeño observando a su hermana* te pareces a la muñequita  

La pequeña asintió y prosiguió a terminar de sacar sus juguetes, pronto sacó una bolsita con chocolates y se lo dio el niño gustoso la tomó y le dio un gran abrazo a su hermana, y le agradeció mucho

-Carlitos recuerda que no debes comer muchos dulces*anunció el doctor*

-si lo se los voy a guardar*dijo el niño guardando la bolsita en su bata*

La tarde transcurrió feliz, entre historias juegos y muchos aperitivos pronto anunció el doctor que la visita había terminado,

- ya se van*dijo el niño triste*

-si mi niño pero vendremos la próxima semana*contesto su madre abrazando al pequeño*

-pero, pero yo quiero jugar más con juli*dijo haciendo pucheros*