Juntos para crecer (editando)

10.Gracias

10.GRACIAS

‹‹No eres consciente de lo que sientes hasta que se presenta un detonante››

VICTORIA 

Me congelo en mi lugar como una piedra o un cubo de hielo mientras observo a Cecilia. Es hermosa de pies a cabeza, pero lo que capta mi atención es la manera en la que actúa Liam con respecto a ella.

Lo conozco poco, nada diría. Pero él empresario británico que está frente a mi en este momento es uno muy diferente al que se presenta todos los días a trabajar en la empresa; a gruñir y a ordenar.  

—¿Cecilia? —pronuncia él aludido mientras se pone de pie—. Disculpen —se acerca a ella sonriente—. Estás preciosa —susurra y deposita un beso en su mejilla.

Es la primera vez que lo veo tan entusiasmado con la presencia de una mujer. En la oficina es muy frío, distante y centrado con todas las mujeres que se le acercan con intenciones de meterse en su cama o conquistarlo, excepto con Sofía su secretaria y últimamente por mí.

Mientras ellos intercambian un par de susurros. De un momento a otro me siento incomoda, como apartada de algo que debe ser mío y comienzo con una lucha interna de sentimientos que en todo aspecto es una lucha ilógica e incoherente. 

‹‹Celos››

Trago grueso y aparto el pensamiento de un manotazo. No debería sentir algo como eso hacía alguien como Liam. Alguien que está tan lejos como la luna de nosotros. Es tonto despertar celos en mí cuando para ello debe haber cariño antes. 

—Liam —musita ella y lo abraza—. Espero ya tengas una novia —enarca sus cejas—. ¿O estás disponible? —dice riendo, viéndose carismática y dulce. 

Su trato, su confianza y sus sonrisas me dan a notar que se conocen hace algún tiempo y que la conexión que los une es fuerte. Fuerte para que soporte un iceberg como Liam.  

‹‹Los celos paraceren solo cuando una persona te importa›› 

Maldigo. Respiro profundamente y vuelvo a centrarme, caso contrario tomaría mis cosas y me largaría de este lugar. 

—Es complicado, Cecilia —responde serio. 

Sin embargo, pese a ese ceño arrugado que se acaba de formar en su rostro la toma de la cintura y la acerca a la mesa. 

Los señores Brown ya la conocen. Es hija de un socio importante para Arthur y ella tiene todo a su alcance. Desde vestidos de diseñador, comida gourmet, bolsos Luis Voultoin y viajes a Dubai.

‹‹¡Estás celosa!››, grita mi mente como haciendo barra a un equipo de fútbol.

—Cecilia, ¿cómo has estado? —pregunta el señor Arthur recibiendola con un afectivo abrazo. 

—Buenas noches Arthur, super bien estas semanas han sido maravillosas —responde y enseguida saluda con beso a la señora Amanda.

—Cuanto tiempo sin verte —la saluda con dos besos en las mejillas—. Deberíamos reunirnos con tu madre para ir a tomar un café.

—Por supuesto, Amanda. Sé que he estado perdida, pero tuve un viaje a Dubai.

¡Bingo! Una niña consentida.  

Finalmente sus ojos caen en mí y se iluminan de un brillo de travesura. Regresa a ver a Liam con una sonrisita y me pierdo en algún momento de este intercambio de miradas hasta que él habla:

—Victoria Miller… —su voz se corta sin más que decir y poniéndome de pie intervengo.

 —Una compañera de trabajo. Un gusto Cecilia, eres muy linda —musito mientras me inclino a saludar con beso en la mejilla.

Mientras nos sentamos hace un gesto exagerado de llevarse la mano a su corazón y sonreír. Mi madre sabe decir que nuestro corazón siente cuando una persona no es sincera y finge ser simpática por complacencia. Cecilia sin duda no es una de ellas. Es auténtica, el problema está en alguien con nombre y apellido: Liam Bloomerang. 

—¡Qué linda! Ustedes dos harían bonita pareja —dice haciendo alusión a Liam y a mí.

Segunda vez en la noche. Amanda sonríe y añade:

—Se los dije hace unos minutos

—Totalmente de acuerdo —dice Cecilia. 

—No lo creo —digo llamando la atención—. Ya guarde mi corazón en un bunker y no pienso sacarlo —trato de bromear aunque en el fondo duela.

Liam me penetra con su mirada como si quisiera conocer más de lo que hay detrás de aquellas palabras. Y, antes de que alguien suelte un comentario que no sepa como rehuir o evitar Liam me mira y habla:

—No soy de relaciones, son un desgaste en todos los sentidos —dice Liam casual, frunciendo el ceño ligeramente, y ese acto me inquieta. 

No debería, ni siquiera debería importarme, pero después de compartir tiempo con él y ver que es más que el fuerte Liam, no puedo pasarlo por alto. Yo se que en el fondo Liam es un hombre muy sensible y que se que ha sufrido y mucho. 

Nadie menciona nada más sobre el tema. Al parecer todos saben que es un tema delicado para Liam y quizás lo sospechan de mí, así que simplemente Arthur interviene para salvarnos a todos de la incomodidad del momento. 




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