Juntos para crecer (editando)

29. Campamento y algo más

"Nunca me voy a ir...jamás"

LIAM

Un año ha pasado desde la primera reunion que tuve con Victoria, recuerdo claramente cuando entre a la sala y los primero que vieron mis ojos fue a esa mujer con cabellera chocolate. Segui cada uno de sus movimientos, todo el tiempo. Luego me presento su primer trabajo, era perfecto que en ese presiso momento mori por felicitarla a los cuatro vientos. Ella me ayudo y yo la ayude. Pero ella hizo algo mas importante me saco del hueco en el que estaba para llenarme con sus locuras. Seis meses desde que llegamos de Chicago, llegamos y estamos muy felices… ¿cambiar a esta mujer?…jamas. 

-amor estoy afuera quiero llevarte a un lugar

- voy bajando cielo, dame unos minutos

-Te espero en la recepción 

Comienzo a caminar de un lado a otro quiero entregar todo lo que tengo y todo lo que soy a la mujer que trae mi mundo de cabeza.

Siento sus brazos rodearme la espalda, sonrío sus manos son suaves, su tanto sutil y su aroma embriagador.

Me giro para encontrármela, con unos jeans azul oscuro, una chamarra color verde militar, con una coleta alta y su rostro al natural.

Tomo su rostro entre mis manos y la beso.

-¿A dónde vamos?-me preguta sobre mis labios 

-Quiero llevarte a conocer un lugar con las trillizas

-No perdamos tiempo-sonrie emocionada, sus ojos brillan. Esa mirada miel que capta y roba mi atención.

-Tienes razón

-Siempre la tengo – me dice con orgullo en su voz

-Me olvidaba que eres perfecta 

-Obvio lo soy- es perfecta de eso no hay duda. La que va a ser mi novia en unas horas es la mujer mas perfecta, hermosa y autentica de este mundo.

Caminos hasta salir del edificio, hoy no hay choferes, somos ella, las coladas de las trillizas aunque ellas me ayudaron en todo y yo.

-¿Y Diego?-pregunta cuando estamos fuera de la camioneta

-Le di vacaciones- abro el maletero para guardar su pequeño bolso

-Ya era hora-bufa y acomoda su chompa, pequeña tramposa simula no hacer nada.

-¿Por qué? 

-Liam lo tienes trabajando siempre, pobre hombre debe estar cansado de tener un jefe como tu- dice con exageracion y esconde la mirada.

-Y tu te cansas de tenerme como jefe- cierro el maletero y me acerco a ella con paso amenazador, Victoria comienza a caminar hacia a tras con una sonrisa picara y una expresion de travesura en su rostro.

-Talvez…si tu no me…

-¿No que?-la tomo por la cintura presionandola contra en carro- no que amor-insisto 

-Si no me quisieras como yo lo hago- ¿querer? Yo amo a Victoria, un año la conozco, un año me enamorado de ella. ¿querer? Ya no es un sentimiento que complete todo lo que tengo por ella.

-Te quiero mi amor- acuno su rostro y la beso, ella me responde con la misma intensidad de siempre, cuando se separa susurra un suave “te quiero” sobre mis labios.

-Vamos…ahora debo tener tres locas personitas esperando a que llegue- digo abriendo su puerta.

-Gracias- me subo y tomo su mano para entrelazarla con la mia. Conduzco hasta la casa de mis padres ellon estan en California y las trillizas son mi responsabilidad todo este fin de semana.

-Ahí estan- las trillizas tienen tres maletas ¿acaso se van un año?. Estaciono el auto y Victoria se baja primero para abrazarlas

-¡Holaaaaa!-saludan emocionadas abrazando a Victoria

-Hola pequeñas ¿Qué tal?-llego a Victoria y la abrazo 

-Super hiper mega bien…aunque Liam se demoro mucho

-No fui mi culpa…una señorita no se levantaba-ella se rien y alzan una ceja. “Mal pensadas”

-Bueno no queremos detalles…mejor vamonos

-Tienen razón-concluye Victoria muerta de la vergüenza y con su cara roja.

Empacamos todo, pasamos a la estación de servicio, compramos unas cosas más y luego conduje por unos cuarenta minutos. Las trillizas se durmieron. Se ven inocentes y adorables pero no lo son. Victoria iba con su cabeza apoyada a la ventana y escuchaba la musica, a veces me sonreia o se apoyaba en mi hombro.

-¡Llegamos!!Despertarse!-grite para despertar a las trillizas

-¡Liam!-gritaron. Cuando eramos pequeños, nuestros padres siempre venian con nosotros y yo las solia levantar con un claxón, pero ahora no lo tengo.

-No seas malo-dice Victoria, mientras las trillizas se refriegan los ojos y se desperezan 

Bajamos del carro y el aire impacta nuestros rostros, el sonido del agua a lo lejos, el viento soplando, el sol resplandeciendo, se siente una calma y paz en el ambiente.

-Vamos a ir al lago, mientras tanto ustedes despiertense- ellas saben lo que tienen que hacer, solo es una pequeña estrategia para distraer a Victoria. La cual esta mirando al cielo y respirando profundamente.

-Entendido capitán-hacen un corazón con sus dedos y yo solo niego, estoy nervioso, nunca he hecho esto por nadie. 

-Ven vamos amor-Le tiendo mi mano 

-Vamos-caminamos por un pequeño sendero de piedra hasta llegar a un pequeño puente de madera, al final esta el lago, no hace frio pero tampoco calor. El puente conduce a una escaleras que descienden al lago hasta ocultarse en el.

-Creo que te espere a ti-susurra Victoria abrazandose a si misma.

-Y yo a ti

-¿Por qué aun no te casate?

-Porque no encontraba a la indicada y no soy tan viejo-sonrio y ella me corresponde.

-No no lo eres, Liam si algun dia esto se acaba, por cualquier motivo, quisiera que cualquier recuerdo que venga a tu mente lo recueredes con una sonrisa.

-Victoria yo te quiero en mi vida siempre

-Y yo en la mia…pero todo tiene un principio y un final. Siempre…-su voz se corta y se esconde en mi pecho. Yo la abrazo con todas mis fuerzas.

-¿Por qué dices todo esto?

-Porque me da miedo perderte




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