Juntos para crecer (editando)

34. Faltas tú

"Los problemas son regalos envueltos de papel feo"

LLegamos a la estación de policias hace casi mas de cuatro horas y por algún motivo no dejan que entremos a ver a Liam. No nos dan nada ni una razón lógica. Estoy furiosa y apunto de mandar a todos al carajo. 

La comisaria esta llena de policias viniendo y yendo. Un juez esta analizando el caso de Liam y sus dos papás, Thomas y Arthur, hacen llamadas a cada instante. Analizaron la empresa, analizaron todo y las supuestas pruebas de culpabilidad de Liam no existen. Y ni siquiera coincide con el tiempo en cuando él estaba en España y no en la empresa.

–James voy por un café

—Te acompaño Victoria

—Esta bien—nos paramos pero antes de continuar una voz ronca nos interumpe

—Señor necesito hablar con usted—intercambio miradas con James

—No te preocupes voy sola no tardo—expreso y salgo de la comisaria a paso lento camino mas o menos una cuadra y llego a una bonita y acogedora cafeteria

—Buenas noches

—Hola en que te podemos ayudar

—Dos cafes cargados

—Enseguida…algo mas

—No gracias—pago y me siento en los tauretes, apoyo mis codos y escondo mi cara entre mis manos, Liam esta encerrado y yo me siento impotente de tenerlo cerca y a la vez tan lejos unas lagrimas se me escapan.

—Aquí tienes… ¿Estas bien?—cuestiona la dependiente, es una chica de unos 18, linda e inteligente, lo presumo

—Mi novio…olvidalo—no se que hago tratando de contar mis problemas

—Se nota que lo amas, ¿él esta bien?—dice con un gesto de preocupación

—Tiene problemas—hago una mueca de tristeza

—¡Oh! lo siento

—No te preocupes

—Pero mi ma me a dicho que los problemas son regalos envueltos de de un papel feo. Al final todo se soluciona—me sonrie tiernamente y yo le devuelvo el gesto.

—Gracias de nuevo…adios

—Adios—salgo de aquel lugar, y camino mas lento de regreso, son casi la una y todo el dia pasamos aquí tratando de solucionar aquel problema injusto que tiene Liam en sus hombros

—Hola—susurra un tipo vestido de negro y en parte oculto en un callejon, lo ignoro y trato de avanzar mas rápido

—Victoria—me paralizo ¿Cómo sabe mi nombre?, su voz me da escalofrios y me dan ganas de huir solo irme lejos y no estar cerca de aquel desconocido, trato de caminar pero no puedo, no cuando siento sus manos en mi cintura.

—!No huyas perra!—me toma con violencia y me adentra al callejon, me sacundo pero las fuerzas de él son mucho mayores

—¡Sueltame Maldito! !!Ayuda!!—me da miedo, me da terror, me empuja con fuerza contra el muro, y mi espalda choca con tanta fuerza que mi cuerpo rebota y suelto los cafes por inercia.

Me falta el aire y mis alarmas todas se activan 

—Faltas tu—se me acerca intimidante y me acorrala colocando sus manos alrededor de mi cabeza. Siento su respiracion en mi rostro y giro la cara me dan nauseas, me da pánico. No hay ni una sola persona que me pueda ayudar, todo es solitario.

—¡Dejame!—sollozo desesperada sin dejar de pegarlo, comienza a reirse de manera macabra, no se quien es trae pasa montañas y su voz no es conocida.

—Veamos que dira Liam, veamos como va a sentirse—escucho el sonido de su cremallera ¡No! ¡No! ¡No!. Comienzo a sacar fuerzas de donde no tengo para defenderme.

—¡Ayuda!!Auxilio!—grito mientras no dejo de pelear como puedo, pero se que no soy tan fuerte como para luchar con él. Intento golpearlo pero fallo y solo logro enfurecerlo

—¡Callate!—gruñe— ¡No te vas a escapar hermosa!—se me pega mucho más, me comienza a manosear. Mierda no, comienzo a llorar. Me siento indefensa y sola. Nunca me ha pasado esto. Jamás. Sigo luchando cuando miro a James al otro lado de la calle pero no puedo gritar no con su gruesa y tosca mano en mi boca. 

Mierda James mirame solo mirame

Porfavor.

Mirame 




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