40. Anillo

Despues de que estuve como niña emocionada recorrimos brevemente Cartagena hasta llegar a un gran hotel en el que nos hospedamos, descansamos y pudimos apreciar un hermoso atardecer rojizo. Hoy es un nuevo día y voy a llevar a Liam a recorrer las calles de Cartagena, como lo hacia de niña.

Caminamos cogidos de la mano, llegamos a la recepcion para solicitar unos cambios, cuando llegamos Liam se acerca a la chica de la recepcion y comienza a preguntarle sobre los cambios que quiere hacer.

Pero la joven de no mas de unos 20 no deja de ver a Liam, muchas veces se agacha mostrando su escote, y sonriendole coqueta a mi novio y en mi delante. Regreso mi vista a Liam y el ni se inmuta de sus señales esta enfocado en lo que quiere hacer pero que mujer no deja de mirar lo que es mio.

Si mio

—Por supuesto señor, aquí tiene—le expresa la chica del lugar y lo mira de pies a cabeza, a mi Liam y ahora si ….arggg nunca en mi vida he sido celosa…jamas pero a no, el imbecil de Liam le regresa la sonrisa.

Imbecil.

—Gracias—susurra Liam y voltea pero me quiero hacer la indiferente y comienzo a caminar con direccion a las playas no quiero hablar con el ni mucho menos pelear pero es que siento mi sangre hervir maldita sea.

—Amor—escucho que liam me llama, pero no le volteo a ver –Nena—me sigue diciendo, pero no me importa—¡Ey! ¿Qué paso mi vida?—se cruza en mi camino y me toma de la cintura

—Nada—digo con que me importismo

—Victoria—me amenaza

—Hay por Dios Liam esa mujer por poco se te lanzaba encima—le digo tratando de sonar tranquila 

–Amor..-susurra y se rie, y el señor tiene una risa tan perfecta que ya estoy rendida a su jodida sonrisa.

—No te rias Liam ¡idiota!— lo golpeo en el pecho y sigo caminando

—Sabes que es lo que me gusta—me atrapa y abraza por detrás, jodida tentacion—me encanta que me celes…amor—besa mi cuello—ahora entiendes lo que siento—gruñe cerca de mi oreja

—No te estoy celando—digo girandome en sus brazos

—Te creo mi celosita—me dice con una sonrisa ladida en sus labios y acariciando mi cabello.

—Argg yo nunca he sentido esto…pero me dan ganas de arrancarle los ojos—digo haciendo puchero y el solo se carcaceja masculinamente y niega con la cabeza

—Mi nena…te amo solo a ti amor

—Te amo mas—suelto el bolso de playa y me enrosco en su cintura ayudandome con mis piernas, me besa y se deja caer en la arena caliente, nos miramos y comenzamos a reirnos entendiendo que solo en los brazos del otro estamos completos.

LIAM

Estoy molesto si, un poco fustrado y decepcionado de mi mismo por supuesto. Hoy tenia planeado hacer las cosas diferentes pero la mamá de Victoria me dijo que todo pasa por algo y que talvez aun no era el momento pero como no va a ser el momento si la amo.

Caminamos juntos, esta ciudad es muy colorida y llena de una cultura colonial. 

–Mira Liam esta es la torre del reloj, es como la puerta de entrada a esta ciudad

—Me encanta

—Gracias por esto—me sonrie tiernamente

—Gracias por estar conmigo

—Ven—me toma y me hala haciendome correr—todo es muy tradicional y colorido, amaba esta ciudad por todo esto, es hermoso y ademas me gusta el calor. Estan bailando Liam—chilla emocionada.

—No Victoria—niego— yo no puedo, voy a ser el ridiculo, mejor te miro

—Esta bien—me deposita un suave beso y corre hacia una bomba para bailar yo sonrio como tonto y camino para quedar mas cerca. Ella esta extremadamente feliz. Me sonrie desde lejos y mueve todo su cuerpo al son de la musica caribeña.

—Mire joven—regreso a ver a una mujer, trigueña con algunas artesanias, toma entre sus manos dos piedras de cuarzo, una negra en forma de diamante con unos puntos blancos muy diminutos y una pequeña corona de metal en la parte superior

—Esta es la piedra de las oportunidades…y para ella—señala a Victoria que esta feliz bailando a lo lejos

—Esta—toma una color coral muy bajo y en forma de corazón con la misma corona de plata—Es la piedra del amor y unidas significan crecer juntos. Ella lo ama y usted a ella—habla con su asento colombiano. Me sorprende pero asi mismo llama mi atención.

—Me las llevo, ¿tiene anillos?—pregunto mirando sus multiples artesanias recuero las palabras del papá de Victoria

—Estos—toma unos plata partidos a la mitad y cuando se juntas complementan un corazón—Pa ella y pa usted, estos no son de compromiso pero son de promesas

—¡¿Cómo?!—esboza una sonrisa

—Es uno de los primero que usted le puede dar a ella, demuestran amor, fidelidad y entrega, simbolizan que su amor va a estar bien y no tendra principio ni fin. Demuestra el comienzo de un compromiso mas duradero.

—De hecho es lo que planeaba—pero no el anillo en Madrid aun no estaba listo.

—Entonces puede comenzar por este—busco a Victoria con la vista y la miro bailando con una canasta de futas en su cabeza—Es buena idea talvez la madre de Victoria tuvo razón—digo para mi mismo pero en voz alta

—Gracias—susurro cuando me entrega los anillos, son sencillos pero se compementan, uno al lado del otro, simpre juntos

—Suerte joven—guardo en mi bolsillo las cosas que compre y me acerco a Victoria, la cual esta muy feliz

—Viste Liam no es tan dificill bailar

—Talvez lo dices porque eres latina pero yo soy británico amor