VICTORIA
Subo al piso de Liam hoy en la mañana quedamos en comer juntos. Despues de nuestra ultima llamada, todo cambio, paso la semana paso ignorandome o quizas evitandome, cuando lo llamaba siempre habia un pretexto perfecto, hay que hablar asi que aquí estoy para lo que venga. Una vez en el piso salgo del anscesor y Sofia no esta en su puesto asi que avanzo hacia la oficina de Liam.
—Amor—susurro cuando entro a la oficina y se me hace extraño verlo con un vaso de whisky en la mano justo al medio dia, él no es de tomar. El ambiente claramente esta tenso y la burbuja de amor creo que se esfumo.
Algo duele.
Y algo es diferente.
—Victoria…—su voz es ronca y fuerte…alza su vista, pero algo en ella me inquieta, me mira con una cierta decepción en su rostro, molestia y fustración.
¿Qué esta pasando?
—Liam… ¿estas bien?— él me mira de arriba a bajo y niega con la cabeza
—Necesito hablar contigo— me dice de manera fria y volviendo a ser el Liam de antes ese que no habia vuelto a ver en meses.
Estoy muy confundida.
Demasiado.
—Ok—susurro con la voz temblorosa, se supone que yo tambien vine a eso pero no se porque algo en mi pecho me dice que algo esta mal, algo lo inquieta, con su ceño fruncido, las fracciones de su rostro tensas.
—Necesito tiempo—dice sin mas y no comprendo a que se refiere
—No te entiendo—le respondo mirandolo a los ojos esos que ahora estan inexpresivos y solo me carcomen poco a poco
—Claro que si—me rie burlon y la verdad no estoy comprendiendo que rayos esta pasando por la cabeza de Liam.
—¿Qué quieres decir con tiempo? Ve al grano—estoy molesta si quiere decirme algo lo debe hacer sin tantos rodeos.
—¡Que te quiero fuera de mi vida!— escupe colerico y firme sin ningun titubeo dandome a notar una sola cosa el no esta bromeando y aquella pequeña frase me golpea y fuerte, peor me siento fustrada de no comprender que carajos esta pasando por su mente.
No puede estar diciendo eso…
No puede acabar todo eso de esa manera…
—Tu no eres mi Liam—las lágrimas y la sensación de vacio en mi pecho, siento que me estoy muriendo. Escondo en mi bolsa con cuidado la pequeña caja que tenia entre mis manos.
—Pues lamento informarte que si— me lo dice de una forma sarcastica que me atreveso como daga directo al corazón— me canse de ti, me canse de todo, estoy confundido y no se si eres lo que quiero en mi vida— las lagrimas en mis ojos estan a punto de estallar.
—¿Qué estas diciendo? como puedes acabar con todo, hemos pasado mucho juntos—mi voz es temblorosa y mi pecho sube y baja con rapidez.
—¡Que te larges y desaparescas de mi vida!—como duele que el hombre que amas te desprecie de esa manera.
—¡Pudrete Liam, vete a la mierda! ¡Eres un maldito cobarde! — le grito con la voz temblorosa, mi respiracion descontrolada y las lagrimas mojando mi rostro.
Se acabo...
LIAM
—¡Pudrete Liam, vete a la mierda! ¡Eres un maldito cobarde! — me grita mi reina, mi niña, mi mujercita pero no puedo hacer nada mas que separarla de mi no la merezco, no puedo ni siquiera verla a los ojos y que mi corazon no se parta de imaginar el dolor que debe estar sufriendo
—No te merezco Victoria, no merezco tu amor porque al final todo fue un maldito juego— le digo firme, la quiero alejar de mi, por su bien solo por tu bien mi pequeña.
—!Que carajos estas diciendo, no te entiendo nada Liam!—espeta enojada pero sobre todo dolida—solo dime ¿Por qué? dame un maldito motivo— me dice dolida.
—¡Solo te quiero fuera de mi vida, no me escuchaste quiero que te largues!—grito tratando de sonar fuerte en mi mentira.
La quiero conmigo pero no quiero hacerle daño
Ella no me lo perdonaria
—¿Seguro?—me pregunta con sus ojos rojos y la voz cortada.
—!Si maldición vete!— escondo mi mirada—solo desaparece
—¿Por qué? ¿Qué paso? Dame un maldito motivo—vuelve a repetir, se acerca y cobija mi rotro entre sus manos. Su tacto y su calor quema profundo haciendome sentir miserable y estupido.
Talvez no fui diseñado para amar.
—No puedo, solo vete
—!Liam!
—Porfavor Victoria—me empuja y me abofetea, me merezco esto y más
—¡Me sacas de tu vida y nada te importa!. Que poco valio nuestro amor, tu estupida y “fingida promesa”, todo fue un juego, yo fui tu juego—me duele el pecho y el aire comienza a ser insuficiente—duele Liam duele mucho saber que no fui nada para ti y que tu solo fuiste un perfecto actor—sonrie debilmente y tengo ganas de contenerla entre mis brazos—pero no te puedo obligar a estar con la mujer que decias amar…se feliz, solo Liam, porque no entiendo que pasa por tu maldita cabeza pero no nos merecemos esto—se queda un momento en silencio secando sus lagrimas—nadie lo merece—toma su anillo, lo mira rapidamente, se lo saca y suelta un pequeño sollozo. Abre mi mano y coloca con rudeza y hasta odio la promesa que hice pero rompi— Adios… adios para siempre—me dice con lagrimas en sus mejillas.
Salio de mi oficina y de mi vida y yo me quedo con una presión en el pecho y el corazón latiendome a mil la amo y la estoy perdiendo. Safo mi corbata siento que el aire me falta. Acabo de perder a mi mujer y estoy atado de manos porque no tengo cara para ir tras ella.
-Señor—se asoma Sofia a la puerta, con desconcierto y decepcion en sus ojos.
-Ahora no Sofia
-Señor
-¡Ahora no!—grito un poco fuerte, haciendo que Sofia se marche sin mas.
Me quedo contemplando la ciudad por minutos, horas. El sol se oculto y tengo los ojos rojos de las lagrimas contenidas. Una rabia me inunda porque le falle a la mujer que me entrego todo de ella.
Era lo mejor sacarla de mi vida era preferible al final iba a causarle mas dolor.
Le falle y no voy a poder proteguerla.