Juntos para crecer (editando)

46. Me equivoque

VICTORIA

Regrese despues de haber gozado mi tarta. Subí al cuarto y acomode un par de cosas que habia comprado. Saque de la bolsa los pequeños vestiditos, y las diminutas camisitas, las toque con las yemas de mis dedos y sonrei. Sin duda me hacia feliz. Estuve un tiempo mas maravillada con todo lo que tenia que ver con mis bebes. Puse musica suave y comence a bailar y a acariciar mi vientre.

Horas despues baje a la primera planta y me prepare una cena bastante nutritiva tal cual lo habia hecho durante los últimos meses. Mi hermano estaba preparandome una ensalada cuando el timbre suena, es de noche y ademas esta lluviendo muy fuerte afuera, nevando por poco, quien quiera que sea debe estar loco.

—Abro yo—le dije a mi hermano, me limpie las manos y coloque el mantel en el mesón 

—Ok princesa—me sonrio.

Camino como pato, este embarazo es muy difícil de llevar. Mis bebes pesan mucho pero es una dicha ser mamá, acaricio mi vientre mientras camino sonriente.

—¿A quien…—abro la puerta con una sonrisa pero mis palabras se cortan y la respiración comienza a ser demasiado frenética, verlo despues de dos meses parado frente a mi puerta, es muy fuerte—¡¿Qué deseas Liam?¡-- espeto molesta, duele verlo frente a mi tan destruído, está tan descuido, su barba está más larga y su cabello parece de león, me duele y quema profundo en mi pecho tener al hombre que amo frente a mi y no poder besarlo, abrazarlo y decirle cuanto lo amo y cuando lo extrañe.

Pero el desprecio y el rechazo no me hacen sentir mejor.

—Te ves hermosa—me dice esbozando una sonrisa melancólica, mira mi vientre y cierra los ojos con fuerza por alguna razón no está sorprendido,  yo bufo haciendome un nudo en mi corazón.

—¿Algo mas?—digo sarcásticamente y me cubro la panza con el sueter de lana. Aunque muera por lanzarme en sus brazos y hacer borrón y cuenta nueva.

Mi amor se rompió como un cristal, y una vez roto nada es igual.

Mas cuando la indiferencia y el desprecio sin justificacion te golpea.

—Perdoname— susurra con su voz debil despues de unos segundos de silencio 

¿Dónde esta mi fuerte Liam?

Nos hicimos mas daño del que creimos.

Y aquella palabra es capaz de destruir mi mundo, hacerlo trizas, soy tan debil que las lagrimas comienzan a caer por mi rostro

 

¡Hormonas traicioneras!

 

—No puedo Liam

—Dejame cuidarte y cuidar de mi hijo—no se como lo sabe pero eso me lastima aun más

—Mira no te voy a prohibir que estes con tus hijos, aunque no lo merescas—recalco las ultimas palabras trato de contener las lagrimas y respirando fuerte para controlar las emociones que avecinan en mi pecho.

 

—Victoria, por…favor—su voz es raspoza y sale como una suplica de una persona en agonía—… perdoname—suspira y se arodilla, lo miro desde mi altura, totalmente sorprendida, ¿Por qué llegamos hasta este punto?.

Miro todo con el corazón en la garaganta, pero sin moverme ¡No se que hacer!, él se abraza de mis piernas mientras llora—perdóname amor—lo miro y muerdo mi labio para no llorar fuerte—fui un imbecil reconozco que no te di una sola explicacion pero la tengo solo escuchame—lagrimas caen por su rostro—perdoname porfavor, regresa conmigo amor—sollozo fuerte mientras miro al cielo, evito mirarlo a él porque puedo ceder y no quiero hacerlo no con mi corazón separado en mil pedazos, él es y será siempre el mejor hombre que pudo existir en el mundo aunque cometió un error, siempre lucho por sacarme una sonrisa, duele que él esté en mi corazón pero no pueda tenerlo en mis brazos.

Cada noche fue una tortura dormir con un corazón roto y las lagrimas en mis ojos.

 

--No puedo Liam, no soy la misma—digo mirando hacia abajo con la voz etrecortada y las lagrimas cayendo como rios—si quieres te perdono, de hecho—sonrío, tengo que hacerme la fuerte y me encuentro con esos ojos llenos de lagrimas.— lo hice aunque no entendi tus motivos pero creo que debias darme una razon hace dos meses ya es tarde— expresó los más dura que puedo.

-Amor…porfavor- 

- No me llames así ¡¡entiendelo¡¡,¡¿por un momento ponte en mis zapatos y date cuenta el daño que me hiciste?¡¡Me rompiste el corazon!— le grito, él no tiene ni idea de todo lo que sufrí cuando su rechazo me atravesó como una daga con destino directo al corazón.

-Victoria, perdóname— me vuelve a decir, no quiero escucharlo, él no lo hizo, el me tiro al igual que a nada, el dichoso amor que me tenia, nadie se merece eso.

-¡¡Lo siento Liam tu elegiste hace dos meses tomaste tu decision ahora yo tomo la mia¡¡- grito y me rio burlona aguantando con todas las fuerzas que tengo mis lagrimas—¡Ese dia estaba tan feliz!—recuerdo aun con mucha tristeza—porque iba a decirte que ibas a ser papá y ¿sabes lo hiciste?—me abrazo a mi misma— tomaste mis sentimientos y todo lo tiraste por la basura y ningun motivo— una lágrima se me espacia y me limpio con rudeza—eso hiciste. Sabes como fue mi vida, sabes lo doloroso que fue saber que tenia a mis bebes en mi vientre y su padre boom—me rio— decidio que ya no me queria en su vida—trato de ocultar mi tristeza—Asi que ahora yo te digo lo mismo solo vete de mi vida y déjame en paz—le repito tan fuerte y lento, me sacudo de su agrarre me giro y entro a mi casa dejandolo de rodillas.

Me arrimo a la puerta y llorro fuerte, él arruino todo lo bonito que podiamos construir juntos.

Todas las mañanas que su amor me inundaba,  su brazos apretándome en las noches, su olor inigualable, sus celos posesivos, su sonrisa ladina y coqueta, sus detalles, sus besos, sus caricias, todo el, aunque mi mente quiera obligarme a olvidarlo y hasta odiarlo mi corazón lo impide y busca luchar por algo que talvez nunca existió, algo o nada.

 

—Hermanita ¿qué pasó?— se asoma mi hermano y me ve llorando a rienda suelta 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.