Juntos por siempre

Capítulo - 20

Al día siguiente como siempre Daniela se despierta, se mete a bañar y elige que ropa ponerse.

Terminando de arreglarse bajo al comedor donde ya estaban sirviendo el desayuno, después de unos minutos los niños bajan ya cambiados.

- ¿Como durmieron mis niños?

Los cuatro contestan al mismo tiempo que bien.

Se sientan a desayunar y después salen de la casa para ir a la escuela, después de unos minutos llegan y los niños bajan del auto y Daniela se va a la empresa.

- Mira allá esta tu nueva amiga.

- ¿Quien?

- No te hagas, esta Antonia.

- Y que tiene que ver al igual que nosotros tiene que venir a la escuela.

- Bueno si tú lo dices - ríe.

- Ya mejor vamos a entrar al salón.

En la empresa.

- Buenos días, hermanita.

- ¿Y ahora ese milagro que estás de buen humor?

- Pues ya vez unos tienen sus días buenos y sus días malos - sonríe.

- Ay no - lo mira mal - mejor ni me digas que ya me imagino porque - Pablo solo se ríe.

- Como si tú nunca hubieras hecho esas cosas te recuerdo que haciendo exactamente lo mismo nacieron los niños.

- Si, pero es diferente lo mío era normal Matias era mi esposo y tú solo es de una noche con mujeres que ni conoces.

- Pues es mi forma de hacer las cosas que tiene de malo.

- Enserió quieres que te diga que tiene de malo.

- Bueno ya está bien entiendo tu punto de vista pero bueno cambiando de tema ¿Ya hablaste con Gustavo sobre lo que paso ayer?

- No aun no - suspira - la verdad no se si contarle.

- Como que no sabes recuerda que te pidió que lo mantuvieras al tanto de todo lo que pasará sobre el caso de Matías.

- Si lo sé pero recuerda su salud, no es bueno darle noticias de este tipo lo dijo el doctor.

- Daniela yo entiendo si no le quieres decir nada pero recuerda que estamos hablando de su hijo.

- Si yo sé pero y si se pone mal cuando le digo que a la única persona que nos puede ayudar puede que ya no reaccione.

- Si lo sé pero mira si tú no puedes o no quieres yo le puedo decir.

- Gracias Pablo, pero no te preocupes yo se lo digo aparte no sé en que momento hablar con él, ya sabes que nadie más puede saber esto.

- Si lo sé tranquila no te preocupes por eso.

- Pero sabes que mejor vamos a ponernos a trabajar.

- Ya entiendo por qué Matías y tú eran tal para cual - decía en tono burlón.

- ¿Por qué lo dices?

- Por qué los dos nada más piensan en trabajar y trabajar.

- Sabes a veces me pregunto como puedes ser tan inmaduro.

- Querrás decir irresistible - sonríe - pero ya hablando enserió tenemos que salir a un lado para distraernos.

- ¿Qué? Pero si acabamos de salir el fin de semana y luego me quede atrapada por la tormenta.

- Ya sé pero pues es para los niños que se distraigan.

- No Pablo gracias, no creo que sea momento, tienen escuela.

- Tranquila son niños tienes que dejarlos divertirse.

- Haber yo te tengo una pregunta a ti Pablo.

- ¿Cuál?

- Que no piensas en algún momento sentar cabeza, no has pensado tener hijos, casarte - lo cual se empieza a reír como loco - que te pasa te estoy hablando enserió.

- Es que como no quieres que me ría con cada cosa que dices y bueno respondiendo tu pregunta la verdad yo no sería un buen padre y aparte nunca he pensado en eso.

- Claro que no, tú serías un buen padre que no vez como eres con los niños.

- Eso es muy diferente son mis sobrinos y si fuera padre tengo varias responsabilidades que no sabría como manejarlas.

- Bueno te entiendo pero si en tus planes no está ser papá debes tener mucho cuidado cuando haces tus cosas con varias mujeres.

- Tranquila yo siempre me cuido - sonríe.

- Por lo que veo lo dices muy seguro pero tú crees que por el simple hecho de que te pongas un preservativo no puedes dejar embaraza con quien te acuestas.

- Yo lo sé pero enserió no te preocupes por eso que no va a pasar.

- Bueno yo solo te lo digo para que no te vayas a llevar una sorpresa algún día pero ya enserió porque no tienes una relación estable.

- ¿Para qué quiero eso? - ríe - eso solo trae problemas y ocupa espacio lo cual no es lo mío.

- Es realmente eso o es por Silvia - en cuento digo eso Pablo se pone serio - perdón no debí decir eso.

- ¿Necesitas algo más?

- Pablo perdón no debí hacer dicho eso ni nada sé que no te gusta hablar del tema pero algún día tienes que desahogarte ya han pasado muchos años y eso no te hace bien.

- Voy a estar en mi oficina por si necesitas algo - sale de la oficina sin darme oportunidad de decir algo más.




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