Juntos por siempre

Capítulo - 38

En el viaje iba pensando solo en Daniela pero en eso volteo a ver a los chicos y el niño está dormido mientras ella está muy inquieta, sé que esto es una locura tiene unas horas que los conocí y ni siquiera sé el nombre de la chica.

- Tranquila todo va a estar bien lo importante es que estarás a salvo.

- Lo sé y se lo agradezco pero también estoy preocupada por mis padres no quiero que ese hombre les haga daño.

- Tranquila eso no va a pasar y te dije que me hables de tú y me llames por mi nombre.

- Lo siento me es muy difícil.

- Pero si en el centro comercial lo hiciste muy bien.

- Lo sé y lamento haber interrumpido su llamada.

- No te preocupes no pasa nada - sonrío - Y por cierto ¿Cómo te llamas?

- Me llamo Rosa.

- Bueno, Rosa no te preocupes por nada te prometo que tú y tu hermano van a estar bien al igual que tus padres.

- Gracias en verdad se lo agradezco mucho.

Después de un rato ella se queda dormida y yo dejo de ver la hora tengo que llegar a tiempo por los niños y sobre todo porque quiero despedirme de Daniela, ya que no la veré durante unos días. 

El avión por fin aterriza y bajamos del avión y nos dirigimos al estacionamiento por mi auto, ya que había dado la orden de que lo trajeran.

- Aquí tiene las lleves de su auto señor.

- Gracias.

- ¿Necesita algo más?

- No, estoy bien gracias, puedes irte.

- Muy bien señor - el hombre se va.

- Suban en un rato los llevaré para que puedan descansar.

Suben al auto y nos dirigimos hacia la casa de Daniela, ya que aún sigue ahí y justamente llego a tiempo.

- Espérenme aquí ya vuelvo - bajo del auto y voy corrido hacia donde está Daniela.

- Pensé que no llegarías Max.

- Lo siento pero como te dije aquí estoy.

- Gracias por ofrecerte cuidar a los niños en verdad te lo agradezco mucho.

- Por mi encantado de pasar tiempo con ellos y ya te lo he dicho muchas veces que no me des las gracias.

- Lo siento pero es inevitable no hacerlo.

- Está bien, bueno ahora tienes que irte si no te va a dejar el avión.

- Si tienes razón nos vemos en unos días.

- Claro que si - sonrío.

Daniela se va y yo entro a la casa con los niños y le marco a Raúl para que venga y se quede un rato con ellos en lo que yo llevo a Rosa y René a descansar.

- ¿Qué paso? ¿A dónde vas?

- Raúl por favor solo quédate con ellos un rato, regreso en un rato.

- No me has dicho a donde vas a ir.

- Es algo muy complicado de explicar solo hazme este favor y regresando te cuento todo.

- Siempre dices lo mismo y no me cuentas nada.

- Por favor Raúl regresando te explico todo.

- Está bien pero no te tardes.

Salgo de la casa de Daniela y me subo al auto.

- Siento tardarme tanto - volteo atrás y veo a René dormido.

- Está bien no se preocupe entendemos que necesitaba ver a su esposa y sus hijos - Max sonríe.

- No, yo no estoy casado y tampoco tengo hijos. 

- Ah lo siento mucho.

 - Está bien no pasa nada mejor los llevo para que descansen.

- Si gracias.

Arranco el auto y me dirijo al refugio que tenemos no sé que hacer por lo mientras estarán ahí, cuando llegamos vi a Rosa un poco con miedo.

- Tranquila no es un orfanato aquí pueden estar unos días en lo que pienso bien las cosas.

- ¿Por cuanto tiempo? No quiero que me separen de mi hermano.

- Tranquila eso no va a pasar tú eres mayor de edad y puedes salir las veces que quieras solo necesito que se queden aquí por unos días y si no se sienten a gusto buscamos otro lugar donde estén mejor.

- Está bien se lo agradezco - decía un poco dudosa.

Saco del auto a René y los llevo a una habitación para que descansen y doy órdenes de que los atiendan. 

Terminando de arreglar todo me regreso a la casa de Daniela y en cuanto llego Raúl me pregunta que es lo que está pasando.

- Cuando estaba de viaje me encontré a una mujer... - le cuento todo lo que paso.

- Ay Max la verdad no sé que decirte créeme que realmente admiro lo que haces por las demás personas y que tengas un gran corazón pero también siempre te metes en problemas, tienes que pensar bien las cosas primero no sabes quién es él tal Hugo y si eso te puede llegar a traer consecuencias a ti.

- Créeme que yo lo sé Raúl pero no podía dejarlos ahí vi a su padre tan preocupado y fue lo primero que se me ocurrió y ya me conoces.

- Amigo realmente no sé que hacer contigo pero está bien te comprendo y te voy a apoyar en lo que necesites.

- Gracias sabía que podía contar contigo.




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