Júrame tu silencio

23-La verdad, me equivoqué

Cuando llego al trabajo veo a Katlyn sentada en una de las mesas y me le acerco.

—¿Qué sucede?

—Escucha, estuve hablando con Brad —dice Katlyn y hace una pausa en espera de mi respuesta.

No digo nada, solo siento.

—Ajá, ¿qué te dijo?

—Al principio solo le quería preguntar la hora de la carrera, que por cierto es a las 4:00 p.m.

—Pero, ¿qué es lo importante?

—Después de eso recordé al amigo de Alex y le pregunté por qué estaba enojado.

—¿Y?... llega al punto, Katlyn

—Resulta que Alex le ha estado diciendo a todos que tú terminaste con Brad para salir con él.

—¿Qué?

—Por eso, Brad, iba a golpear al tipo. Me dijo que a él no le importa que lo molesten, pero no quiere que hablen mal de ti por culpa de Alex.

—Alex es una basura

—¿Qué harás?

—No lo sé, ¿cómo olvidarme de Brad, cuando hace estas cosas?

—Quizá no tengas que olvidarte de él

—¿Qué quieres decir?

—Escucha, no es que me ponga del lado de Brad, pero te conozco lo suficiente como para saber que lo quieres de verdad.

Suspiro, Katlyn tiene razón.

—Y él te quiere a ti, más de lo que crees

—Entonces, ¿por qué no tuvo la confianza de decirme lo que haría?

—Quizá, porque pensó que no te molestaría o porque no quería herirte.

—Pero, ¿cómo pensó que no me molestaría que la llevara y que no me dijera?

—Pregúntaselo a él —dice mirando hacia la puerta

Brad está entrando, pero no voltea a mirarme.

De repente siento ganas de hablarle, pero mi orgullo no me deja.

Estoy consciente de que yo no tengo el derecho de enojarme con él, ya que fue él quien me buscó al principio, pero mi maldito orgullo en serio no me deja hablarle o simplemente no sé de dónde sacar valor suficiente, es decir, ¿con qué cara voy a decirle que me equivoqué o que me perdone?

—Ya tenemos que empezar a trabajar —digo poniéndome de pie.

—Sí… —dice Katlyn y veo en su mirada que está preocupada.

Estoy atendiendo unas mesas, cuando veo entrar a Alex con sus amigos  y para mi mala suerte no hay nadie cerca para que los atiendan.

Voy a su mesa lo más tranquila posible.

—¿Qué desean ordenar?

—Hola, Sky —saluda Alex

—¿Qué desean ordenar? —repito, esta vez mirando a su amigo

—Una cerveza —contesta el amigo

—¿Te sucede algo? —pregunta Alex

—Estoy bien, solo que no estoy de humor para hablar con basuras

—¿Hablas de mí?

—No… de mí —digo con sarcasmo

—¿Por qué lo dices?

—¿Creías que no me iba a enterar de que andas diciéndole a todos que rompí con Brad porque quería salir contigo?

—¿Te molesta que lo haya hecho?

—¿Cómo te enteraste que terminamos? Porque estoy segura de que sabías antes de hoy.

—Te escuché hablando con él en la parte de atrás de la universidad el día que rompieron —dice y se encoge de hombros

—No estaba segura que tan bajo podías caer, pero ya sé que es bastante —digo —Y busca a alguien que te atienda porque yo no lo haré— digo y me voy de su mesa.

En lo que va de la noche en ningún momento voy a la mesa de Alex y tampoco me atrevo a atender a Brad.

Estoy tomando un descanso, cuando entra Ian con unos amigos y detrás de ellos entran Zack, Nathan y Gabe.

Los tres se me acercan.

—Estoy en mi descanso, vayan donde Katlyn —digo sin dejarlos hablar.

—Está bien —dice Nathan riéndose —Pero ¿qué te hizo pensar que veníamos a pedirte a ti?




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