CAPITULO 4

3 DIAS DESPUÉS

Estos días me la pasé caminando; descansé muy poco. Por suerte, Lara me había guardado mucha comida y, por suerte, agua; y al fin estoy parada en la entrada del bosque. No sé bien cómo voy a hacer, ya que para sobrevivir tenés que hacer un contrato con una criatura; la cosa es que ellas te tienen que elegir.

Empecé a caminar adentro del bosque; la verdad, estoy aterrada. Por lo que leí, no hay nadie que sobreviva sin un vínculo.

Mientras caminaba, empezó a haber más luz y pude ver mejor. Todo es... completamente hermoso; el aire es fresco y suave; las hojas de los árboles eran de distintos y hermosos colores. De lejos se escuchaba un hermoso canto que, de a poco, me relajaba.

Seguí caminando por el camino lleno de pétalos de flores de los árboles; pero cada vez mi cuerpo se sentía más pesado, al igual que mis ojos; deben ser los efectos del bosque, pero tengo que resistir.

—Nayra~ —escuché cómo cantaban mi nombre en una voz suave.

—Nayra~ —otra vez lo escuché; miré para todos lados, pero no vi a nadie.

—¿Quién eres? —pregunté, y escuché una risita suave, pero seguía sin ver a alguien. De repente se levantó mucho viento que hizo que las hojas volaran; ya no podía ver bien. Entonces volví a escuchar esa voz, pero esta vez más cerca mío.

—Te tardaste mucho en venir, mi niña.

—¿Quién eres? No puedo verte. —No dijo nada más; solo escuché esa suave risa otra vez.

—Tranquila; llegará el momento en el que me verás, Linare.

—¿Linare?

—Hasta entonces haré un pacto contigo para que el bosque no te consuma, mi niña —me susurró en el oído de nuevo. Sentí cómo unas manos tocaban mi cara, pero seguía sin poder verla. De repente sentí cómo me daba un suave beso en la frente.

—Espero volver a verte, mi Linare. —Después de eso, el viento se fue y dejé de escuchar esa voz; pero ya no sentía mi cuerpo ni mis ojos pesados, solo sentía mucha tranquilidad y paz.

"¿Había hecho un contrato con una criatura que no conocía?"

"¿Quién será Linare?" No podía pensar mucho; tenía que salir del bosque rápido. La cosa era: ¿por dónde tengo que ir? Se supone que la criatura con la que estás unida te tiene que guiar, pero yo ni siquiera pude verla.

Empecé a caminar otra vez; tal vez si sigo derecho pueda salir.

2 HORAS DESPUÉS

Ya pasó mucho tiempo, pero todo sigue igual; ya se me había terminado el agua y también la comida. Necesito salir del bosque para llegar al pueblo.

Seguí caminando como media hora más y...

"¡Al fin, un lago!" Corrí directo hacia él, me mojé la cara y tomé un poco de agua; el agua estaba algo fría, pero era refrescante, así que decidí meterme.

—¡Qué lindo, al fin! —dije con mucha emoción.

De repente, sentí cómo el agua empezó a moverse mucho; como si tuviera vida propia. Empecé a ver cómo el agua comenzaba a tomar distintos colores; parpadeé dos veces para ver si estaba viendo mal, pero los colores seguían. Empecé a retroceder para poder salir, pero no podía; el agua empezó a absorberme cada vez más. Empecé a desesperarme; ya no podía moverme... hasta que el agua me absorbió por completo.

—Nayra, es hora de despertar —escuché la voz dulce de Rosa mientras abría los ojos.

—¿Rosa? ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?

—¿A qué te refieres, Nayra?

Me levanté de la cama un poco confundida. Rosa tarareaba una canción mientras me servía el desayuno.

—¿Por qué volví acá? ¿Y el rey?

Rosa me miró confundida.

—¿A qué te refieres, Nayra? Nunca preguntas por el rey.

Me quedé un rato en silencio; había algo que no encajaba.

—¿Nayra? ¿Por qué me llamas así? Soy la princesa...

Rosa me miró, pero ya no sonreía como siempre; ahora su cara era de enojo.

—¿Princesa? ¡Solo eres una bastarda! ¿Cómo puedes atreverte a llamarte princesa?

Me asusté. Rosa nunca me había dicho eso, y mucho menos gritado.

—¿Quién eres?

De repente, empezó a reírse con fuerza... pero ya no era Rosa, sino... ¡la reina!