Mi primer día en el colegio me pareció un siglo, y no de oro precisamente. Fue tal como lo imaginaba, sonrisas y saludos falsos, el nerviosismo se percibía en cualquier parte de la sala. Supongo que es normal, ya que es nuestro último año. Todos están debatiendo sobre qué va a ser de sus vidas luego de salir del colegio; ese es un tema que ha estado presente en mi cabeza todo el verano. El qué voy a hacer con mi vida...
— ¿Y tú? — enunció con gangosa voz mi compañero.
— ¿Yo qué? — Sabía perfectamente a qué se refería, pero no tenía ni la menor intención de contestar.
— ¿Qué vas a ser después de este año? — Esas simples palabras pasaban por mi cerebro; al despertar, al leer, al estudiar o al realizar cualquier actividad. Esas malditas palabras estaban presente siempre, atormentandome.
— Yo opino que hay que concentrarse en pasar este año, para pensar en qué vas a suceder — digo "decidida", pero realmente esperaba que con decir eso tantas veces podría llegar a creérmelo.
— Simplemente, me sorprendes. Tú siempre tan relajada con todo, hay veces que me gustaría pensar igual a ti — dice burlándose mi compañero que tenía al frente, que precisamente era, es y será la persona más desagradable de todo el universo.
— Creo que eso te desagradaría tremendamente — digo mirándolo desafiante para luego volver a clavar mi vista en mi preciado libro.
— Bueno, chicos, ya podrán hablar de sus vacaciones, pero ahora necesito que formen parejas y discutan las preguntas que están escritas en la pizarra. Tienen cinco minutos para formar los grupos y luego veintiocho para la discusión — habló sin más la profesora. En pocas palabras, esta profesora se caracteriza por ser muy manipuladora con el tiempo, y por tener la sonrisa más falsa de todas.
Mi mirada vagó entre todo el salón de clases, pero rápidamente se dirigió a mi mejor amigo el cual se sentó 20 puestos lejos de mí. ¿Por qué? Simple. Todos alegan que hablamos demasiado, cuando realmente somos los únicos que prestan atención a la clase. Cuando al fin mi mirada se conectó con la suya, sonrió ampliamente y golpeó un espacio de su mesa que estaba vació
— Pensé que me ibas a dejar —enunció con su típico tono de burla
— Honestamente, lo consideré, pero la única persona que quedaba era Henry, así que se podría decir que tuviste bastante suerte
— Tú y tu eterno odio hacia él —negó y continuó transcribiendo las preguntas
— Oye, me ofendes. Para odiarlo tendría que dedicar mi tiempo pensando en él y realmente dudo completamente que su nombre se pronuncie en mis pensamientos más de un milisegundo — digo abriendo mi estuche y empezando a escribir las preguntas
— ¿Lo notaste?
— ¿Que cosa? —pregunté cansada
— Vamos, es súper fácil.
— No, no lo es —bufé, realmente odio adivinar, pero su cara de ilusión me mató. — Dame una pista
— ¿Notas algo distinto en mí? — sonrió mostrando todos sus dientes. Esto solo podría significar una cosa...
— No puedo creerlo, lo hicieron —susurré, a lo que él solo asiente, corroborando mi pensamiento
— Perfecto, ahora yo seré la única virgen de todo el curso, gracias por el abandono. Voy a crear un grupo para poder sobrellevar el dolor de tu partida — dije limpiando mis lagrimas falsas
— Hay veces que realmente me pregunto el por qué soy tu amigo — meneo su cabeza en negativa, para luego volver a escribir
— Si te soy sincera, yo igual —afirme sin más y recibí un empujón de parte de mi amigo— ¡Idiota! Me corriste — empuje su brazo, para que luego su lápiz se terminará deslizando por la mayoría de su hoja
— ¡Oye, mi precioso esfuerzo! ¡Bestia! — enunció burlón
— Tómalo como venganza por dejarme — digo un poco ofuscada. No es que me molestara ser la única virgen, sino que es raro el saberlo
— Tú y tus exageraciones — negó
Las preguntas se trataba de mi tema "Favorito", sí. El futuro.
—¿Cuál es la idea de hacer estas preguntas? ¿Ponernos más nerviosos? — escupí cada una de mis palabras
— La idea es que no termines como un vagabundo y puedas tener un objetivo en la vida — dijo sonriéndole a su novia
— No me hagas vomitar el primer día, por favor. Gracias — volví a sumirme en mis pensamientos para contestar las preguntas
Luego de ese martirio, nos dirigimos al pasillo de abajo
—¡Ay! ¡Liv! — escuché la voz de mi mejor amiga
— ¡Mati! ¡Ay! ¡Te extrañe demasiado! — chillé y abrí mis brazos
— ¡Yo igual! — correspondió mi abrazo
— ¡Nunca más te atrevas a irte por tanto tiempo! — gritó y me apuntó con su dedo, a lo que yo solo sonreí y asentí
— Ahora soy yo el que va a vomitar — dijo mi molestoso amigo
— Ay calla, ¡Abrazo grupal! —exclamó mi amiga atrayendo a mi amigo del brazo
— No sabes cuánta falta me hicieron. Literalmente, no sabía qué hacer. Además, Alec ha vuelto... — escondió la tristeza en su sonrisa. La conozco tan bien, que sé que vamos a tener que hablar por lo menos dos horas de él.
— Mira él no importa. Lo importante es que tenemos que ver cómo vamos a desperdiciar nuestro tiempo este año — dijo una voz inconfundible para mí
— ¡Aaron! — digo dándome la vuelta y abrazándolo
— Aw..., yo igual te extrañé pequeña — correspondió mi abrazo
— ¡No entiendo, simplemente no entiendo! ¿Por qué abrazas a todos con tanto entusiasmo y a mí con suerte me dedicas una sonrisa? —preguntó mi celoso mejor amigo
— Yo te explico, Noah. Tan solo yo soy yo y tú eres tú —emitió burlón, sin soltar el agarre de mi cintura
— Eres tan estúpido a veces — bufó mirando a Aaron con cara de pocos amigos
— No se pongan celosos, hay suficiente Olivia para todos — reí girando en el círculo que habíamos formado
— No, tú eres mía — me atrapo mi amiga
— Eso es verdad, nosotras estamos casadas —reí
Unos minutos después nos dirigimos al casino para ver que podíamos desayunar