El vuelo no fue tan lleno de incidentes como cuando íbamos a Miami. Ony estaba un poco mareada, pero por los síntomas del embarazo, y James, prefirió dormir para que no sucediera lo mismo que en el vuelo anterior. La ciudad de México esperaba por nosotros. Ahora éramos cuatro, teníamos que hospedar a Brian y a Ony en nuestro departamento mientras ellos terminaban con os detalles de su casa. En un principio, ellos no querían, pero terminamos convenciéndolos, lo bueno era que James había comprado un departamento con una habitación extra cuando nos mudamos para vivir juntos.
Después del ajetreo del vuelo y el aeropuerto, llegamos al departamento. Ony quería ducharse y dormir un rato, antes de ir a casa de sus padres. Esa noche ella presentaría a Brian con ellos. James estaba emocionado y no hacía más que decir que estaba ansioso por hacer lo mismo.
Nosotros habíamos acordado que sería durante el primer fin de semana posterior a nuestro regreso. En cuanto llegue a la recamara tomé mi celular, lo encendí y se mostraban 32 mensajes de voz. Pude escuchar hasta el quinto mensaje, ya que básicamente todos decían lo mismo. Los dichosos mensajes eran todos de Kevin, mi jefe. En ellos decía que teníamos que hablar y que ojala que estuviera disfrutando mis vacaciones, y que me comunicara con él en cuanto pudiera.
Yo estaba escuchando los mensajes en el teléfono cuando James entro a nuestra recamara:
AJ: Ya Brian y Ony se instalaron. Ella está muy cansada…
Alice: es normal, por su embarazo.
James me observó escuchando los mensajes en el celular y me dijo:
James: déjame adivinar… tu querido jefe está ansioso por verte de nuevo.
Yo no le dije nada acerca de lo que Kevin decía en los mensajes. En algunos, me decía que me extrañaba y conociendo a mi amor, se pondría fúrico si le decía eso. Al día siguiente yo tendría que regresar a la oficina y James empezaría un nuevo negocio. En esta ocasión, Brian estaría con él, ya que ambos pensaban en formar una sociedad para que su negocio prosperara rápidamente.
Me levante muy temprano, James se quedo dormido un rato más, yo preparé desayuno para todos y después salí hacia la oficina. Cuando llegue a mi oficina, esta parecía un jardín lleno de rosas rojas, yo sabía que no eran de James pues yo conocía perfectamente sus gustos. Debo admitir que eran hermosas pero en esos momentos, yo solo podía pensar en mi futuro al lado del amor de mi vida. Estaba colocando mi computadora cuando entró Valery (mi secretaria):
Valery: Alice, primero bienvenida. Lo segundo es que Kevin quiere verte.
Alice: Pfff, aun no termino de llegar y ya me esta explotando.
Sonreí, y le dije a Valery que le dijera que en seguida estaba con Kevin. Cuando entre a la oficina de Kevin, me dijo:
Kevin: ¡Bienvenida dulce ángel! espero que te hayan gustado las flores.
Su efusiva bienvenida me extrañaba. Jamás me había hablado de esa manera. Yo estaba por responderle cuando él ya estaba frente a mí, rápidamente me tomo de la cintura y me besó. Enseguida traté de apartarme, pero él me retuvo fuertemente. entonces lo mordí, fue la única forma de hacer que se apartara de mi, él se alejó y me miro de pies a cabeza, después sonrió y me dijo:
Kevin: ya te extrañaba. Estaba a punto de irte a buscar a Miami.
Alice: ¿cómo sabes que estaba en Miami?
Kevin: suelo averiguar lo que me interesa.
Yo me precipité a salir de la oficina de Kevin, estaba muy molesta y sumamente extrañada por su reacción. Yo no sabía que decir, no sabía si decirle a James lo que acababa de ocurrir. Habíamos quedado de vernos a la hora de la comida. Definitivamente no debía ocultarle esto a James, él debería saberlo pues tenía razón, Kevin me había demostrado que no solamente estaba dispuesto a ser mi jefe.
Entre nuevamente en mi oficina, pasé el seguro y espere ahí. Estaba pensando en lo que le diría a James cuando sonó mi celular (el que él me había regalado):
James: ¿amor?
Alice: Hola bebé, ya te extraño
James: yo también preciosa. Paso por ti a las 2:30.
Alice: ok amor. Nos vemos entonces, te amo
James: Yo más Alice
Rara vez, James me llamaba por mi nombre, y aunque sonara frio, yo sabía que cuando lo hacía era para expresar el amor que sentía.
Bien, pues traté de olvidar el incidente en la oficina de Kevin procurando no salir de mi oficina para no toparme con él. Arregle los pendientes que ya tenía y arregle la cita con el cliente que había quedado pendiente antes de mi viaje. Estaba ocupada cuando sonó el intercomunicador: