Just one word from your mouth

9.

Mi corazón dio un vuelco cuando escuche su voz:

AJ: Te ves hermosa con el bebé en brazos.

No dije nada, le devolví el bebé a Ony y salí de ahí apresuradamente. Me había dolido tanto escuchar nuevamente la voz de James. Él salió de tras de mí. Yo apresuré el paso al darme cuenta de que él venía detrás, alcancé a salir a la calle, cuando el me tomo de un brazo y me dijo:

AJ: ¿Por qué te vas? ¿A caso es tan desagradable verme?

Alice: no esperaba verte aquí. Pensé que estabas en Miami con Karine.

AJ: vine exclusivamente a conocer al pequeño Thomas. Brian me llamó para darme la noticia y viaje de inmediato.

Alice: ammh, que bien. Pues no te quito más tu tiempo.

AJ: debemos hablar.

Alice: ¿de qué? Ya todo está claro entre nosotros, ¿no es así?

AJ: no, jamás hablamos.las cosas no se pueden terminar así.

Alice: fuiste tú. Tú te negaste a contestar el teléfono, en cuanto me veías, salías huyendo. ¿Qué esperabas? No te iba a rogar toda mi vida.

AJ: lo sé, y hasta ahora no entiendo por qué… hagamos algo, te invito a desayunar y hablemos ¿sí? Solo eso te pido.

Alice: ok, vamos.

Entramos a la cafetería del hospital. Como siempre, él fue muy caballeroso. Sinceramente lo extrañaba tanto. En el fondo yo estaba feliz de poder estar así con él. Teníamos tantas cosas que decir:

Alice: tu carta fue muy clara

AJ: eso fue lo que sentía en el momento en que salí del departamento.

Alice: lo sé. Y yo solamente tengo que decir que si hay algo de lo que soy culpable es solo de haber querido progresar.

AJ: Alice, me dejaste solo. Cada vez que yo quería compartir algo contigo, era como si a ti no te importara. O como si yo fuera invisible para ti.

Alice: lo único que yo deseaba era obtener aquel puesto. Pero claro, eso, tú no lo pudiste ver.

AJ: claro que lo veía, solo que tu jamás te diste cuenta. Para ti mi apoyo salía sobrando.

Alice: ok, acepto que tuve la culpa. Y si eso es todo, entonces me voy. Creo que no tiene sentido hablar de algo que ya termino.

AJ: Te amo…

No pude responder nada, me moría de ganas de decirle que yo también lo amaba, pero no pude. Saber que él estaba con Karine, me hacia mantener mi orgullo y eso me hacia contener mis ganas de rendirme en sus brazos.

AJ: dije que te amo… hoy al volver a verte me doy cuenta de que te amo más que nunca.

Alice: ¿Por qué me dices esto?

AJ: porque es verdad Alice.

Alice: tu estas con ella

AJ: y tú con él. Pero aun podemos salvar lo nuestro.

Alice: ¿Cómo? ¿Hiriendo a dos personas que han confiado en nosotros? ¿Destruyendo las ilusiones de esos dos seres que nos han entregado todo? Por si no lo recuerdas, no somos así. Di mi palabra y tú la tuya. Respetemos y afrontemos lo que hemos hecho.

AJ: ¿a costa de nuestra felicidad?

Alice: a costa de lo que sea. No podemos hacer algo así.

AJ: ya entendí. ¿Y sabes qué? Tienes razón… hagamos de cuenta que no dije nada y continuemos con lo que el destino ha trazado para nosotros.

Salimos de la cafetería, mientras caminábamos, no decíamos nada, hasta que él comenzó a hablar:

AJ: en verdad lucias hermosa con el bebé entre tus brazos. Cuando te vi, imagine que era nuestro.

En ese momento no pude más y me detuve, él me miró a los ojos, me tomo por la cintura y ambos nos rendimos ante nuestro amor en un beso profundo. Volver a sentir su calor me hizo estremecer. No pude vencer mis deseos y por un momento me olvide de todo. Después regresamos a nuestra realidad:

Alice: me despides de ellos. Después vendré a verlos nuevamente.

AJ: pero…

No le di tiempo de decir nada…  yo abordé un taxi, dejándolo parado a media calle. En el taxi, mi llanto volvió a brotar, lo amaba, eso era innegable, pero no podía traicionar a Kevin, y él estaba con Karine, para nosotros ya era tarde.

James regresó al hospital, conoció al pequeño, estuvo un rato y después viajo nuevamente a Miami.

Howie, Brian y James hablaron, le aconsejaron que arreglara las cosas conmigo. Pero él, al igual que yo, estaba convencido de que debíamos cumplir con lo que habíamos prometido.

Esa mañana fue la última vez que vi a James. Él volvió a Miami, siguió con sus negocios allá. Y lo último que supe es que se había comprometido con ella…




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