¿Qué es lo que haría ahora? Nick la dejó completamente sola en su departamento. Toma su teléfono y busca su contacto, a lo que presiona el botón para llamar. Luego de unos minutos, escuchó su voz del otro lado de la línea.
— ¿Qué es lo que quieres Rebeca? -sonaba molesto. Logró escuchar una voz femenina, hablando con Nick, pero éste le contestaba por lo bajo, señalando que estaba en uno llamado, a lo que la joven se silenció.
— Quiero hablar contigo ¿Estás con alguien? -disimula su curiosidad y el joven suspira.
— Yo no tengo nada que hablar, dijiste que querías estar en esto sola. Si no quieres quedarte en el departamento, vete al hotel...
— Nick, por favor. No fue mi intención decirte eso. Estoy procesando muchas cosas...
— Yo quise ayudarte, tu solo me alejaste, sigue así-él corta la llamada y ríe. Sabía que iba a llamarlo.
El chico se pone de pie, toma su abrigo y se encamina hacia las puertas de salida.
— Señor, ¿Desea que envíe los documentos al demandante?
— Sí, tengo asuntos pendientes-responde con rapidez y sale. Sube a su auto y toma rumbo a su departamento. Sabía que ella lo iba a llamar. Ya a unos minutos de su destino, Rebeca lo llama nuevamente y él vuelve a reír- ¿Y ahora qué?
— ¿Eres tú? Dime que eres tú...-escuchaba como el sonido de sus pies era el único sonido que se escuchaba en la llamada.
— Rebeca, ¿Qué está pasando? -acelera su paso y arroja su teléfono hacia el asiento del copiloto al no escuchar respuesta de ella.
Ya frente al edificio, pisa el freno secamente y baja sin siquiera cerrar la puerta. Tomó el elevador, las puertas se cerraron rápidamente como si conocieran su situación de prisa. Éstas se abren ya en su piso y localiza a un sujeto de negro, forcejeando la puerta de su casa, hasta que la abre con éxito. Éste se percata de la presencia de Nick y corre a la salida de emergencia. Quiso correr hacia él, pero le preocupaba más Rebeca.
Empuja la puerta para entrar, pero algo bloquea el acceso. En desespero, intenta tirarla abajo, lográndolo, pero esta cae sobre su sillón. Rebeca la había bloqueado con el sofá.
Nick suela un suspiro al verla asustada, pero sin heridas. Quita la puerta de su paso, entra y la abraza fuertemente. Acaricia levemente su cabello y suelta otro suspiro de alivio.
— Si eras tú-Nick ríe.
— ¿Hablaste con alguien? ¿Le dijiste a alguien que estabas aquí? -ella solo negaba con su cabeza-no es seguro que te quedes aquí, deben reparar la puerta ¿Seguirás creyendo que estás mejor sola?
— Dejaré que me ayudes-sonríe mostrando su dentadura.
— Iremos por tus cosas al hotel, nos quedaremos allí por esta noche, y por la mañana buscaremos un departamento para ti ¿Estás de acuerdo?
— ¿Tú te quedarás aquí? Es peligroso ¿Y si te mudas conmigo?
— Tu padre me mataría-ríe.
— Debes protegerme hasta la mayoría de edad ¿Lo recuerdas?
— Vamos al hotel-toma su mano y salen de allí. Nick no temía que tocaran sus cosas. Ya en la mañana llamaría a alguien para reparar la cerradura.
Ambos suben al auto y van al hotel. Durante su viaje no emitieron palabra alguna, Nick se mantuvo serio por un buen rato, o al menos hasta llegar a destino.
Cada uno entra a su habitación designada y Rebeca se recuesta sobre la puerta al cerrar a sus espaldas. No podía imaginar qué pudo haber pasado si Nick no habría llegado. No comprendía cuál era el trasfondo de todo lo que le estaba pasando.
El sonido de su teléfono le hizo volver a la realidad, con un mensaje de Nick diciendo “Recuerda que debes ir a la universidad”
Eso la emocionaba ¿Pero realmente era seguro?
***
— Y así, su señoría, mi cliente es inocente por la evidencia presentada-le entrega unos documentos más a ambos fiscales y éstos se lo entregan al juez. Rebeca toma asiento en su respectivo asiento y espera el veredicto con ansias disimuladas. Sabía que iba a salir todo bien.
Ya en espera de unos largos minutos el juez toma una decisión.
— Por falta de evidencia del demandante, el señor Lincoln Jones es declarado inocente-su martillo impacta contra su pequeño circulo de madera decretando su sentencia.
Rebeca sonríe y sale del lugar con sus cosas, encontrando a Nick fuera del Juzgado con unas bebidas calientes.
— Sabía que lo lograrías-le entrega su café caliente.
— Esto fue muy fácil, necesito algo más importante-toma un sorbo-eso me ayudaría a progresar.
— No te apresures. En dos años has tenido muchos casos importantes que te han vuelto una de las mejores abogadas en proceso-comienzan a caminar hacia el auto de Rebeca-me iré a casa ¿Puedes decirle a mi padre que iré luego con él? Tengo asuntos pendientes-le sonríe y él solo asiente.
Ella sube a su auto y toma rumbo al bufete en busca de algunos documentos que necesitaba para el siguiente caso.
En esos dos años logró volverse muy reconocida, junto a su padre y Harri. No quiso tener contacto con ellos al principio, pero al conocer en todo lo que su padre ha cambiado y en lo que ha logrado, quiso crecer junto a él. Eso solo la hizo subir de puesto en puesto. Una novata modelo.
Logró entablar una buena relación con ellos, pero había un problema. Nick. Ambos intentaron en tener una relación, pero no fue un buen resultado. El poco tiempo que tenía Rebeca disponible, se lo debía dedicar al estudio. No tuvieron su primer beso, ni siquiera tuvieron tiempo de pensar en dormir juntos, a lo que ella solo tomó la decisión de ser unos buenos amigos y compañeros de trabajo.
Llegó al bufete, busca los documentos entre sus cosas y sale de nuevo a su auto. En el transcurso que conoció a su padre, nadie le intentó hacer daño nuevamente. Nada misterioso pasó.
Ya en su auto, de nuevo, va a su casa. Que quedaba a unos pocos kilómetros del bufete, a lo que llegó más rápido de lo pensado.
Baja del vehículo y se encuentra con una mujer con vestimenta arrugada y un poco sucia, frente a su casa.
#147 en Joven Adulto
#1100 en Otros
abandono familiar, violencia drama familiar, abogados corruptos
Editado: 06.09.2025