Justicia Divina

19: El Peso del Pasado y el Presente

Su cuerpo yacía en su cama, descansando, pero su mente seguía en funcionamiento sin parar. El pensar que Rebeca podía olvidarlo era algo que lo atormentaba como nunca nada logró asustarlo. Esperaba el llamado de su padre, pero el único llamado que consiguió fue el de Nick. Entró a su habitación con una cerveza en su mano.

— ¿Estás bien? -esa pregunta le provocó náuseas al chico.

— No intentes ser bueno conmigo-Nick ríe recostando su cuerpo sobre el marco de la puerta.

— Tu padre vino hace un momento-Ethan se incorporó con gran velocidad-vino por unas cosas, ya se ha ido al laboratorio, Rebeca sigue insultando a todo el mundo ¿Crees que recupere sus recuerdos?

— No lo sé, no quiero pensar en eso ahora. Quiero dormir, pero no logro hacerlo-vuelve a recostarse y Nick se acerca más a él.

— Quiero enseñarte algo-en el rostro de Ethan se dibujó una mueca de disgusto-no es nada raro, ven conmigo-él quiso quedarse recostado, pero quería despejar su mente. Accedió y siguió al menor hasta el sótano. Ambos detuvieron su paso frente a la bolsa de boxeo-golpea la bolsa.

— ¿Por qué lo haría? -Nick se quita su camiseta, dejando su torso desnudo.

— Te ayudará-Ethan niega con su cabeza y comienza a caminar hacia la puerta para irse a su cuarto, pero su hermano le arroja una pequeña pesa, impactándola en su espalda-He dicho que golpees la bolsa-su tono cambió a uno más ronco. Estaba hablando enserio.

— No creo que sea una buena idea provocarme-amenaza quitándose su camiseta, quedando con su torso al denudo como su hermano.

— Hazlo-Ethan se coloca vendas en su mano para golpear sin compasión a la bolsa, desviando un golpe hacia el rostro de Nick con una sonrisa en su rostro- ¿Sabes que no puedo sentirlo? -él arquea sus cejas- ¿Crees que Jared te dio dos jeringas para que utilices las dos en ti? -reía.

— ¿Por qué lo hiciste? -la broma del ambiente cambió repentinamente. El aire se tornó pesado e incómodo.

— Quiero que Bill pruebe la cura en mí...-Ethan lo toma del cuello bruscamente golpeándolo contra la pared.

— Eres un puto loco, debías quedarte en el marguen, tenías que cuidar de Rebeca-Nick entrecierra sus ojos sin asimilar lo escuchado.

— Tu lo harás, yo tal vez muera, pero ese fue el acuerdo que tuve con Bill...-Jared aparece interrumpiendo el gran momento de hermanos.

— Tu padre te está buscando, es sobre Rebeca-Ethan lo suelta con brusquedad y corre hacia fuera sin su camiseta. Sube los pocos escalones y al llegar a la sala, se encuentra con esos orbes que anhelaba tanto. Pero su rostro estaba serio, no mostraba emoción alguna.

— Hijo-el joven se acerca para tomar su mano, pero ella lo esquiva con disgusto.

— No me toques-una mueca se dibujó en su rostro, pero no era de alegría o de emoción al verlo, sino que era de extrañeza y de confusión.

— Jared, obsérvala unos segundos. Ven conmigo-toma a Ethan del antebrazo, llevándolo a la cocina para hablar a solas con él.

— Bien-habla cerrando las puertas-no logramos recuperar sus recuerdos. No es algo que funcione así, ya que la parte que más se almacenan los recuerdos del cerebro es la corteza cerebral, pero no se almacenan de forma completa, sino que se dividen en fragmentos como por ejemplo el aroma, la forma y hasta el color de una uva-la confusión arrasó el rostro de Ethan.

— ¿Quieres decir que yo soy una uva en su cerebro? -interroga sin entender.

— Tu cerebro es una uva a lo que yo te estoy diciendo-lo insulta-Sus recuerdos están en su mente, pero debes hacer que aparezcan. No pueden aparecer por si solos, debes buscarlos.

— ¿Qué es lo que debo hacer?

— No desesperes, esto tomará su tiempo. Es como si fueran desconocidos, gánate su confianza y ella recordará que eres su novio y todo lo demás. Llévala a lugares que ha visitado, toma su mano, recuerda que el tacto también funciona. Su cuerpo reacciona al igual que su mente-su hijo asiente-no te pases de listo con esto, porque ella no confiará en ti y sus recuerdos quedarían bloqueados para siempre- Ethan humedece sus labios para luego soltar un suspiro pesado.

Iba a ser un proceso largo, pero era la única forma de poder recuperar sus recuerdos.

— Nos iremos con Jared así podrán comunicarse y charlar sin nadie al alrededor.

— ¿Y qué hay de Nick?

— Lo llevaremos con nosotros, no te preocupes. He conseguido que confíe en mí, le hablé sobre su profesión y su vida, le hablé sobre ti, pero no puedo intervenir demasiado.

Nick sale del sótano aun con su torso desnudo, captando la atención de la chica. Este le sonríe acompañado con un guiño, motivando a que Jared golpee su nuca como un niño.

— Camina-le ordena y obedece.

— Rebeca, tenemos unos asuntos por resolver, te quedarás con Ethan. Volveremos pronto, no te preocupes.

— Bien-contesta con timidez sin mirarlo al joven. Luego de unos segundos, abandonan el lugar, dejándolos solos. El chico intentó acercarse, pero ella esquivaba su presencia.

— ¿Realmente no me recuerdas? -el corazón de Ethan latía sin control mientras intentó acercarse y al ver que ella no retrocedía, siguió avanzando.

— Tus ojos...-Rebeca quedó hipnotizada con el rostro del joven.

— Rebeca, no tienes que temer de mí, soy a la persona que amas, como yo te amo a ti. No puedes olvidarme...

— No te conozco, lo siento... ¿Cómo me has dicho que es tu nombre?

— Ethan-contesta con tranquilidad.

— ¿Qué edad tienes? -el joven ríe irónicamente.

— Veintinueve-contesta y Rebeca abre sus ojos sorprendida por su respuesta.

— ¿Y eres mi novio? Yo no puedo amar a un anciano ¿Sabes qué edad tengo? Veinte-contesta por sí sola-eres un pervertido-la joven cubre su cuerpo con sus manos y brazos como si se encontrara en una situación vulnerable.

— Ya he visto todo, no tienes que cubrirte-una sonrisa victoriosa y juguetona se dibuja en el rostro de Ethan-esto es divertido, voy a conocerte de nuevo.




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