Su mano estaba posada en su estómago o mejor dicho su vientre. Aún no creía que estuviese dándole vida a un ser que pronto estaría junto a ella. Era casi media noche y Rebeca seguía con su mirada perdida.
— Jared investigó por un doctor para seguir tus controles mensuales-Nick aparece de repente dentro de la habitación de la chica.
— Nick-suelta con su vista en el techo- ¿Tú crees que seré una buena madre? -el joven se acerca y toma asiento al borde de su cama, junto a ella.
— ¿Qué es lo que te atormenta? -la conocía demasiado. Conocía ese trance en el que se encontraba.
— ¿Y si un día mi bebé quiere saber sobre su padre? ¿Qué voy a decirle? -una lágrima rodó por su rostro sin tener alguna expresión. El chico tomó su mano y la observó con una sonrisa.
— Ese bebé crecerá con el amor de muchas personas, no tienes que preocuparte. Conocerá la verdad de que su padre dio su vida para proteger al amor de su vida...-se detuvo. Un nudo en su garganta se formó sin dejarlo continuar.
La idea de que podría salir con Rebeca se estaba borrando como un sueño de niños, pero no iba a abandonarla. Ella lo necesitaba.
— ¿Crees que deba decirle la verdad desde un inicio? -la joven se incorpora bruscamente sin percatarse en la poca distancia en la que se encontraba con Nick.
El silencio se apoderó del ambiente y sus respiraciones fueron lo único que se oía. Él desvió su mirada hacia los labios de la joven inconscientemente, acercándose con lentitud. No sabía lo que estaba haciendo, hasta que el rostro de la chica se hizo a un lado, se alejó un poco sintiendo la culpa y el ardor en su pecho.
— Lo siento, no quise...
— No puedo hacerlo, Nick-el chico se pone de pie y sin decir más nada se marcha del edificio.
Soltó un largo suspiro y bajó las escaleras de emergencia. Necesitaba pensar y liberarse de alguna forma. No podía estar encerrado junto a ella sin que sus impulsos se apoderen de él.
En pocos minutos ya estaba en el primer piso, cerca de su auto.
No entendía qué era lo que le estaba pasando. La culpa que sentía en su interior le provocaron náuseas de sí mismo. Subió a su auto, lo encendió y condujo con poca tranquilidad hacia la casa de Jared. Ya en su hogar, observó las luces encendidas y solo caminó en dirección a la puerta. El hombre lo recibió en pijama.
— ¿Crees que es hora de visitas?
— Me estoy volviendo loco, Jared. Necesito beber algo y charlar-la desesperación era visible y él accedió.
— Iré por Whisky, siéntate-dejó caer su cuerpo sobre el sofá mientras el hombre desapareció para luego de unos segundos volver con una botella de alcohol y dos vasos- ¿De qué quieres hablar? Si es sobre el bufete, te he dicho que la próxima audiencia...
— Es sobre Rebeca...-lo interrumpe tomando la bebida de un solo trago-me estoy volviendo loco.
— ¿Te has acostado con ella? -su pregunta lo tomó por sorpresa.
— ¿Qué? -fue lo único que salió de sus cuerdas vocales.
— Hicimos cuentas, Nick. Ella quedó embarazada la misma noche que Ethan murió ¿O es tuyo? -el muchacho alborota su cabello con desespero.
— Eso quisiera, Jared. Pero es de mi hermano.
— Necesitas conocer a alguien más...-habla con simpleza bebiendo un poco de su bebida
— Como si eso fuera tan fácil-se echa hacia atrás imitando su acción.
— Nick, viven juntos. El que hayas desarrollado sentimientos hacia ella, no es algo novedoso. Si haces que dos desconocidos convivan por un largo tiempo, llegan a tener sentimientos por el otro. Pero eso ocurre porque es la única persona que está contigo y vive a tu lado todo el tiempo.
— ¿Quieres que me largue y le deje el departamento? -el ardor no tardó en aparecer.
— No me estás entendiendo-deja el vaso sobre la mesa de cristal y se acerca-evita ir a tu casa, ignórala si es posible, no hagas actividades con ella como ir al gimnasio o salir de compras. Lo he visto y no son hermanos para salir juntos. Tal vez Rebeca se sienta incómoda por todo esto. Piensa en ella.
— Tienes razón. Me concentraré en el juicio, salir adelante sin mi padre y.…evitarla-tensó su mandíbula al decir la última palabra. Iba a doler demasiado, pero no quería herir a nadie por sus acciones.
— No será fácil, pero debes intentarlo. Desde el momento en que quisiste que probemos la cura en ti, por el bien de ella, supimos que las cosas serian complicadas.
— Ya esa droga está en el laboratorio por el bien de todos, no quiero ni siquiera mencionarla frente a Rebeca. Aún no recupera sus recuerdos...
— Eso es bueno-suelta interrumpiéndolo-ya todos están libres de esa sustancia. Finjamos que nada pasó-ambos quedaron en silencio por unos largos minutos-te traeré una manta-Jared se pone de pie, caminando hacia el armario.
— ¿Para qué quiero una manta?
— Acabas de beber, no conducirás. Si no te importa tu vida, eso no quiere decir que a la persona que atropelles no le importe su vida-Nick suspira y se recuesta sobre el sofá-espero que te haya servido la charla. Me iré a dormir-le arroja la manta con fuerza y este ríe.
— Por cierto...-suelta antes de que se vaya- ¿No han encontrado nada?
— Siguen buscando...-el chico humedece sus labios y asiente sin ganas.
Durante esos tres meses, Nick y Jared ordenaron buscar el cuerpo de Ethan, pero no tuvieron resultados positivos. Lo único que había de él era ese video en dónde murió en manos de Eduardo.
— Buenas noches, Jared.
Jared subió las escaleras y ya en su cuarto, la rabia no lo dejó soltar el picaporte. Dio un soplido y maldijo para sus adentros. Quería decir la verdad, pero no tenía el poder para hacerlo.
***
La luz del sol entró por la habitación de Rebeca. Su cabello estaba más que alborotado y su cama estaba hecha un desastre. Había soñado profundamente.
Se puso de pie y caminó con su pijama hacia la cocina. Buscó a Nick en su cuarto, pero la casa estaba completamente vacía.
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Editado: 22.11.2025