Justifiquemos la diferencia de edad

Capítulo 19: My Okey

 

Una distancia demasiado notoria, puse entre nosotros dos. Quizás no era mi mejor decisión y solo era afrontar las consecuencias, pero no me gustaba la forma en qué Eren nos miraba en cada momento que nos veía juntos.

Tal vez, Loan no se miraba afectado por eso y sin embargo yo sí. Odiaba eso.

En público o estando rodeado de su familia o cualquier otro que nos miraste de una forma extraña lo alejaba.

Él lo había notado al instante, pero no dijo nada.

Ahora, él había llegado de sus clases y sin pensar se acostó a mi lado, aunque mi hermano estuviera a una pared de nosotros.

Sandy estaba a mi lado.

Ella con su teléfono mensajeando con quién sabe quién. Y nosotros simplemente disfrutando del abrazo por lo que me ocasionó una relajación tan profunda qué me estaba durmiendo y él solo acariciaba mi brazo mientras estaba atento a la televisión.

La puerta se abrió de golpeé y la figura de Eren se quedó viendo un segundo la escena. Luego prosiguió a soltar lo que se le venía a la mente o eso quise pensar.

—¡Ahora eres tapadera! —Grita hacía Sandy, ella solo aleja as ojos de la pantalla y nos mira.

Loan se sienta de una forma sutil en la cama y solo se le queda viendo. Será mi imaginación, pero siempre siento que lo veo como retando con la mirada.

—¡No! De ninguna manera —se defiende Sandy, mirándonos de mala gana.

Una cosa qué no me gusta es que ella pide que le ayudes o simplemente a taparla algunas cosas, pero ella es muy fácil que te heche de cabeza.

—¿Entonces? —interroga rabioso —, vete a la sala.

Su hijastro solo lo mira sin ninguna expresión y solo acata la orden. Porque su mamá estaba viendo desde el cuarto y con la mirada le había pedido que no hablara y solo acatará la orden.

Eren se pasa derecho a la cocina casi que, escupiendo fuego, mientras a mí se me había ido el sueño. Mire a mi novio en disculpa y él solo se encogió de hombros para negar con su cabeza y adueñarse del control remoto del tv.

Sabía que mañana Eren volvía a su trabajo y volveríamos a recaer a lo mismo. Pero en esta semana si nos habíamos alejado un poco y cada quien estaba por su rumbo, quizás, estaba un poco mal. Nos estábamos refugiando en nuestros mejores amigos.

A mí parecer, yo me estaba refugiando demasiado en René.

Aunque, él no sabía que tenía novio, solo le decía que tenía un problema y era todo. Pero él decía que no eran los problemas lo que me tenían muy distraída, sino otra cosa, Él tampoco me interrogan para saber exactamente cuál era el problema o la persona, pero sé que si sabría que tenía novio sacaba las preguntas hasta más vergonzosas para saciar su lado chismoso.

Una notificación saltó en mi pantalla, levanté mis ojos y veo a Galván.

Galván ❤️: No te sientas mal, ¿De acuerdo?

Me: ¿Cómo no? La actitud de Eren me irrita.

«Mas bien me pone de malas y triste a la vez» pensé cansada.

Galván ❤️: Lo sé. Pero estaremos bien. Solo es un mal rato, después nos aceptará. Ya verás.

Sonrió y lo miro por encima del teléfono. Él me devuelve la sonrisa y apunta al teléfono con sus ojos, supongo que para continuar con la conversación.

Me: De acuerdo, pero no me quita el pendiente.

Galván ❤️: Okey. Está bien.

Quise reír por su respuesta, lo mismo, pero en dos idiomas. No sabía que su palabra célebre «Okey» siempre sería esa.  La resolución o darle terminación a sus oraciones o disputas.

Mire a la puerta con preocupación, sabía que Eren no iba a descansar hasta saber que yo y Loan seguíamos juntos. Haría lo imposible para que terminemos.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.