Justifiquemos la diferencia de edad

Capítulo 20: No puedo hacer lo que pides

Trague saliva y sin que nadie viera me limpie las lagrimas

Trague saliva y sin que nadie viera me limpie las lagrimas. Bloqueé la pantalla y me levante de la cama para preparar mi mochila e irme a la academia para tomar mi clase a pesar de estar dolida.

Mi corazón latía con fuerza y mis ojos no dejaban de picar ante el soporte del sentimiento que dejó ese mensaje. Sabiendo que no podía afectarme ese pequeño detalle, pero saber que él no me apoyaba o simplemente pasaba por alto mi relación y no se metia. No queria imaginar como iria reaccionando mi familia y mas que nada mi madre.

Porque mi padre apoyaba. Mi mamá no.

El teléfono volvio a dar un timbre anunciando otro mensaje, haciendo que mis ojos volvieran a aguarse con fuerza.

Mi novio salió de la habitación y me observo con detalle. Por mas que trate de ocultar mis ganas de llorar, creo que el si lo noto, porque se acerco con urgencia. Me tomo de los hombros haciendo que lo viera a los ojos.

Estaban cristalizados. Y que él me observara con preocupación me hacía sentir todavía peor.

—¿Qué paso?

Fue lo que solto.

Yo negue con mi cabeza, porque mi garganta ardía por las lágrimas y si hablaba me rompería.

No queria eso. Odiaba verme vunerable.

—Dime...

Vuelvo a negar. Comprendí que si seguia Loan insistiendo y yo negando, no me dejaria ir a las clases hasta que le dijera las razones por mi estado.

Como pude, carraspeo para que las ganas de llorar se fueran y mi voz saliera con normalidad. Aún asi, tembló mi tono de voz.

—Me tengo que ir —Indico con frialdad, era la única forma qué podía sacar cuando me dolía algo demaciado.

La frialdad era mi escudo mi mayor refugio ante el rompimiento de mi alma.

Ante su desconcierto me safe de él. Desconecto mi teléfono con las manos temblando y me pongo mi mochila en los hombros saliendo casi que corriendo de la casa.

Pero el me seguia, cuando pase la pequeña valla el me tomo de la mano. Mis lágrimas salieron a flote y cuando me obliga a verlo, no pude ocultar más así qué las pudo ver, sus ojos se dilataron y afirmo su agarre.

—¿Qué paso?

Vuelve a repetir.

—Eren.

Fue lo unico que dije, haciendo que su agarre se aflojara por lo que sin pensar, sali disparada a la parada del camión e ir a clases con ese dilema en mi cabeza.

Mientras espero el camión me limpio mis lágrimas, vuelvo a la conversación que tuvimos  mi hermano y yo desde hace unos minutos. Me hace volver a arder mi pecho. Haciendo qué el agua salada volviera ha amenazar por salir.

Eren: ¿Por qué con él hermana?

MeSolo paso.

Eren: No puedes andar con él, él es menor.

MeMe da igual.

ErenSi lo quieres para un rato, lo acepto. Menos no.

Me: Yo no quiero jugar con sus sentimientos, no siento quererlo para un rato.

ErenNo acepto la relación, entiende.

Me: Entiendo.

ErenTermina con él o solo úsalo como una aventura.

Me: No puedo, no siento que sea una aventura. Por favor entiéndeme.

Eren¿Y porqué no me entiendes tu a mí?

Me dolia demaciado que no me lo dijera por en la cara sino por mensaje, por lo que me dolió un montón que todos pensaran en a quien afecto mientras mi pequeña felicidad pasaba de lado.

Me subí al camión con un nudo en la garganta.




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