Todavía sueño con la esperanza de que un día vuelvas a contarme qué hay de nuevo en tu vida y me sonrías como antes.
Mi pecho ya no duele tanto cuándo te siento cerca,
Pero muchas veces me encuentro observando como eres feliz sin sentir un poco mi ausencia...y lo odio.
Odio ese sentimiento
Odio tener falsas esperanzas
Saber que son falsas y aun asi creerlas posibles
Odio tener ese miedo constante que cada chica que se te acerca es mi reemplazo
mientras que yo no tengo las fuerzas ni siquiera para plantearme buscar a alguien más.
Odio esperarte
Odio que cada vez que te veo triste necesito irme lejos para poder contenerme y no ir hasta ti.
Odio conocerte tan bien que sé cuándo estás mal y nisiquiera puedo preguntarte si estás bien.
Odio que en las pocas veces que hemos intercambiado alguna palabra, no puedas ni verme a la cara.
Me rompiste el corazón, ¿Y no tienes la decencia de siquiera devolverme la mirada?
Odio que a pesar de que seas un cobarde de mierda siga esperando que me pidas arreglar las cosas.
O al menos me expliques qué fue lo que pasó
Porque solamente decidiste que yo no hacía más que hacer berrinches y tú...
Cambiaste de un dia para otro, no me decías nada, decidiste que no era buena para ti...y cortaste nuestra amistad, sabiendo que también cortarías mi corazón por la mitad.
Me han roto el corazón muchas veces, y sé que tú no serás el último
pero el problema es...que simplemente no esperaba que tú fueras parte de la lista de personas con las cuales me equivoqué al darles mi corazón.