-Es muy moderno, ¿no lo crees Lucas? -le habló Lucia su acompañante de viaje.
-Puede ser- le dijo Lucas sin ninguna expresión en su rostro.
Se dedicó a mirar el resto del lugar, era muy moderno para él, no se encontraba buscando ese tipo de comodidades, ya que solo viviría unos meses solo y sin nadie más, se dirigió al sofá y se sentó de golpe, mala idea, ya que no era nada cómodo, su rostro reflejaba dolor.
-Y qué decides Lucas, ¿te quedas? -preguntó Lucia.
-Quiero ver otros-le respondió
-Está bien- dijo Lucia en un suspiro.
Y así fue, Lucia se encargó de buscar más departamentos donde él se pudiera instalar, trataba de ser lo más precisa posible con lo que le había pedido Lucas. Lucia era la asistente de Lucas, en ese viaje era la encargada de buscarle un lugar donde él se pudiera hospedar durante su estadía California.
Lucas tuvo un gran cambio cuando fue traicionado por la persona que él creía que era el amor de su vida, su humor siempre se encontraba por los suelos y las personas que se encontraba a su alrededor era las más afectadas por su manera de ser.
-Era la casa de una difunta pareja de casados-le informó Lucia sobre la fabulosa mansión.
-Lucia, pedí un apartamento no una mansión y menos que les pertenezca a unos difuntos-dijo Lucas haciendo una mueca de disgusto.
- ¿Y cuál es el problema? No estarás pensando que la pareja saldrá como fantasma- dijo riendo.
-No, eso no me preocupa, así estaría en compañía, pero el sofá no es cómodo-dijo serio.
- ¡Y qué importa el sofá Lucas! -dijo exaltada.
- ¡Importa mucho porque es donde me voy a sentar! -dijo del mismo tono de ella para después salir de la gran casa.
Lucia corrió detrás de él para alcanzarlo.
-Lucas no sé qué es lo que realmente quieres, te he llevado a más de diez apartamentos y no tomas ninguno, hasta te conseguí una mansión y ni así aceptas ningunas de mis opciones-dijo Lucia desesperada.
-Y te lo agradezco, pero yo no te pedí una mansión, te pedí un apartamento y si no he aceptado ninguno es porque no me siento cómodo en ellos- explicó frustrado.
-Si es por eso deberías de ir a hospedarte en un hotel, así no me haces perder el tiempo-dijo Lucia enojada.
- ¿Te hago perder el tiempo? Discúlpame entonces por hacerte perder el tiempo, pero me parece que ese es tu trabajo ¿no? -preguntó irónico. Lucia se quedó perpleja por su comentario, en ese momento se arrepentía de decir lo dicho- Tranquila no me respondas, que yo mismo por mi cuenta buscare un lugar cómodo para mi gusto- empezó a caminar.
- ¡Lucas! -grito Lucia, pero la ignoro completamente. - ¡Lucas detente! -dijo alcanzándolo y tomándolo del brazo.
- ¡Que quieres! -se giró Lucas para mirarla.
-Lo siento, estoy muy estresada con todo esto-dijo
-Entonces ve a un spa para que te relajes un poco-le dijo Lucas sarcásticamente.
-Lo siento, sé que no andas con un buen ánimo por lo que paso con...-intento hablar Lucia, pero fue interrumpida por Lucas.
-Si quieres conservar tu trabajo no la menciones-dijo fríamente Lucas.
-Perdón-dijo apenada
Lucas siguió caminando por las calles de la ciudad de California en busca de un lugar donde vivir, Lucia aún seguía detrás de él, sabía que había sido un poco duro con ella, pero a veces lo sacaba de sus casillas y decía cosas sin pensar, hacer que recordara lo sucedido en Nueva York le hacía tener un pésimo humor.
Caminando por una avenida se encontró con un rótulo que le llamó bastante la atención.
Miró al enorme edificio y decidió entrar, era un lugar con un ambiente tranquilo con muebles clásicos contemporáneos, la pinta le agradaba a Lucas.
- ¿Disculpe, el apartamento del anuncio de afuera sigue disponible? - se dirigió Lucas a un señor que estaba en la recepción.
-El departamento de la Doctora-le dijo el señor buscando algo en unas gavetas.
-Supongo.
-Está en alquiler temporal por asuntos familiares -le informó el señor.
-Estoy muy interesado en el- le hizo saber Lucas.
- ¿Lucas estás seguro? Esto parece una pocilga-dijo Lucia susurrando y viendo el lugar con asco. Lucas la fulminó con la mirada y bajó su cabeza apenada.
-Sígame -le dijo el señor
Lucas le siguió junto a Lucia que aún seguía con la idea de que ese lugar no era el correcto.
-Lucas sigo pensando que la mansión era algo apropiado para tu estilo de vida- dijo Lucia.
-Puedes hacer silencio, me estas avergonzando, es mi decisión y soy yo el que va a pagar el lugar no tú-le dijo Lucas mirándola serio.
-Está bien, después no digas que no te lo dije-dijo Lucia y siguieron caminando.
- ¡Aquí es! -dijo el casero abriendo la puerta, para mostrar un ordenado y cómodo apartamento.
Lucas quedo embobado por el lugar, era un lugar cálido con aspecto cómodo, justo lo que buscaba, subió a lo que parecía una terraza y una pequeña brisa pegó en su rostro, con los ojos bien abierto siguió mirando a su alrededor, le gustaba la vista, era increíble, no podía creer que en el tiempo que estuvo en San Diego no se había dado el placer de contemplar la belleza que brindaba el lugar, tenía una enorme vista que ni en esa mansión que tanto le gustaba a Lucia, fue capaz ofrecerle lesa increíble vista que le brindaba ese lugar.
-Me parece algo sucio, inapropiado...-no siguió hablando porque Lucas la interrumpió.
-No quiero saber tu opinión-le dijo mirándola mal.
-Yo solo decía- le dijo.
-No digas nada-dijo Lucas.
☁️🌼☁️
-Entonces, ¿Se queda con el apartamento? -preguntó el señor.
-Así es, me gustaría saber con quién debo hablar con respecto al pago-le dijo Lucas.
-Claro, ese asunto es con la señora Sara, hermana de la doctora, le haré llegar su número lo más pronto posible-le informó.