Capitulo 1; Los Protectores

Los protectores han existido desde el inicio de los tiempos, cuando una ente llamada "Dios" creo el planeta tierra, era un ser supremo que por falta de entretenimiento creo varios mundos, sin embargo ninguno fue perfecto a sus ojos, cada uno era problemático, por diversión decidió crear algo diferente a los demás, un mundo alejado a los demás planetas que había hecho, alejado para que los seres que vivieran allí no supieran de la identidad de otros planetas con vida, en ese mundo vivirían seres débiles que no poseían magia alguna, el cual el llamó; Tierra.

En ella creo humanos débiles, no poseían magia más que su inteligencia, quería ver el progreso de aquel mundo que él pensó que sería perfecto, lamentablemente para el ente no lo fue, fue aún más problemático que otros planetas, así que decidió bendecir a un humano que para él fue perfecto, uno que su corazón era puro, aquella bendición era para toda la descendencia de aquel hombre, cada uno de su descendencia aún cuando la sangre se perdiera sus hijos poseería habilidades especiales.

Ellos sería únicos, funcionó, al principio. Para proteger al planeta tierra de otros invasores, junto a los cinco más poderosos de diferentes planetas, formando un grupo de protectores, ellos eran poderosos, se encargarían a cuidar el planeta, de que ningún villano atacará.

La gente temía a los humanos que poseían poderes, ellos los mataban, aún cuando eran humanos y algunos de ellos los usaban para el mal, siendo detenido por los protectores, cada cien años había nuevos protectores, ¿La razón? Algunos morían y otros volvían con su familia, ninguno duraba lo suficientemente.

En el año 1464 nació un niño con una magia que los protectores envidiaron, no sabían quién era su padre, pero su madre fue muerta a manos de un simple mortal, un mortal que el mismo niño asesino a la edad de tan solo diez años, representaba una amenaza, pero el ente no dejo que lo mataran, en el año de 1498 fue nombrado un protector, el lider. Este joven respondía al nombre de Cassiel, odiado por su misma raza, teniendo que protegerlos, todo por un ente que solo pensaba en su propio beneficio, este ser supremo, procuro que el chico no hiciera alguna estupidez, teniendo las bendiciones divinas, ¿Qué cambiaría?, Nada, sus ojos color rojos como la sangre, la gente decía que el era hijo del demonio, y su cabello oscuro como las fuerzas del mal, no envejecia, su cabello jamas se llegó a tornar blanco, aún cuando el tiempo pasó, siguió siendo el líder, no podía morir, por culpa de las bendiciones recibidas, muchos envidiaban sus bendiciones y él solo creía que era una maldición, que ese 'Dios' lo odiaba, nunca había visto el creador de su mundo, pero no era como si le importará. Era poderoso, nadie podía contra él, aprendió a controlar su poder, convirtiéndose en una amenaza para sus aliados, no confiaban en él. Si Cassiel quería podía dañarlos, pero nunca lo haría, porque valoraba a sus compañeros, aun así no se arriesgaría a perder.

En el año de 1943 conoció a su nuevo equipo, en el cual fue conformado por dos personas del mismo mundo, de nombre Keyle y Edevane, también de otros mundos diferentes respondiendo al nombre de Nae y Daisy.

Nae era una mujer del planeta Alets, era baja de estatura comparado a los demás, su cabello era corto como el que suele llevar un hombre de color castaño, sus ojos color ámbar, se le fue dado las túnicas de los protectores, blanco con azul, estás cambiaban depende de lo que decidía el líder.

Daisy pertenecía al planeta Lig, fue mandado por su rey, como representante de su mundo al ser él más poderoso de su grupo, era un hombre, su cabello azulado atado en una coleta baja, sus ojos color negros, por parte de su grupo recibió la túnica.

Edevane y Keyle ambos pertenecían al planeta muy conocido por el nombre de Imak, un mundo conocido por su gran tecnología, los representantes eran ellos dos; sin género. Ambos no tenían género, algo que la mayoría de la población padecía, el género no importaba, siempre y cuando amarás a alguien podías estar con él, muy diferente al planeta tierra, este mundo tenía una gran similitud con el planeta Argjend. Kyle, tenía el cabello largo atado en una coleta alta color rojo, sus ojos brillaban color azulado, mientras que Edevane era diferente, aún cuando pertenecían al mismo planeta ella era considerada como la belleza encarnada, su cabello rubio, y sus ojos azul oscuro parecían que veía la galaxia, tenía pecas en su rostro, formaban un manto de estrellas, ella era poderosa y lo más cercana a ser una deidad, en cambio Keyle era poderoso pero no en la categoría de deidad.

El conocer a Cassiel, el líder, fue algo que a los demás no les agrado, era un humano, pero parecía no ser cualquiera al vivir demasiado tiempo, no era humanos era una mezcla de sangre.

—Es un placer trabajar contigo—. Edevane fue la primera en hablar, el chico solo la ignoro, estaba acostumbrado que muchos solo le ignoraran. El decir aquello solo era parte de cortesía.

—Ese humano será nuestro líder—. Se quejó Nae haciendo una mueca de disgusto hacía Cassiel.

El chico solo camino, dándoles la espalda, a lo que la Aletsyta gruñó molesta y se cruzó de brazos, en cambio Keyle río, tapando su boca, halo el brazo de la chica de pecas y le susurró en el oído; Está tímido ante tu belleza~.

Solo negó con la cabeza, mientras se desprendía del brazo de su amigo.

—No lo creo, alguien como él, le será difícil sentir compasión por otros, mucho más el amor—. Respondió, a lo que el de cabello rojo ladeó la cabeza y golpeó levemente con el codo a la mujer.

Eran conocidos, pertenecían al mismo planeta, aunque el otro se había ido a comportarse algo masculino, aún de no tener género, fue empezado que lo tratarán así, mientras Edevane, fue tratada con una mujer, gracias a que cumplía con los estándares femeninos en su mundo, aunque ella no sentía atracción a ningún tipo de género, "Entre más poderoso te vuelvas, menos podrás sentir". Era una frase muy común en personas con magia y era más que cierto.