Kadira

CAPÍTULO 2

Mi departamento quedaba a cuatro cuadras de mi trabajo, asique me coloqué mis audífonos y comencé a caminar mientras tarareaba la canción de Demi Lovato "anyone".

Me encanta caminar, en la madrugada es como estar sola por un período corto de tiempo-me hacia mucha falta-es el único momento donde puedo pensar en Bryan de forma tranquila y relajada.

Recuerdo
-Oye que tal si hoy hacemos algo nuevo, ya sabes para salir de la rutina-dice mi hermanito. 
-La verdad no tengo ganas, solo quiero dormir-digo acomodándome en la cama. 
-Tu como siempre siendo la osa mayor-rueda los ojos. 
Fin del recuerdo

Eran muy divertidos los días a su lado, fue muy duró para mí cuando se fue para siempre.

Recuerdo
-Han llamado que Bryan tuvo un accidente automovilístico-escucho desde las escaleras a mi papá hablar serenamente. 
-¡¿Qué?!-exclama mi madre. 
-Al parecer un camión pasó la señal de alto y lo impactó, y como tu hijo es tan desobediente en vez de ir en automóvil va en motocicleta, asique fue algo contundente. 
-¿Cómo que contundente?-dice mi mamá y me imagino que está entrando en los nervios-¿Qué quieres decir con eso?
- Quiero decir que Bryan murió-y con eso mamá lloró y yo me uní a ella desde las escaleras. 
Fin del recuerdo

Estaba en la mitad de la tercera cuadra cuando vi una sombra aparte de la mía, mire atrás, pero no llegué a ver a nadie-son imaginaciones mías-trate de no prestar atención, y seguí caminando, al final de la cuadra seguía viendo la sombra asique volteé nuevamente, pero seguía sin ver a nadie, asique apresure mis pasos sin mirar atrás-talvez es un ladrón o alguien que me quiere violar-me acuerda a la frase de Bryan-rio inconscientemente.

"si alguna vez alguien te quieren violar, nunca te pongas a gritar como loca o lo que sea, solo comienza a quitarte la ropa".

Luego de 45 minutos de caminata llegué a mi humilde morada, cualquiera personas que viene y ve esto piensa: "pero oye, aquí paso un huracán", y mi respuesta seria: "pero oye, al parecer si".

Y es que la verdad todo estaba desordenado, la sala parecía mi cuarto, ya que tenía una cama inflable en el piso, ropa en los sillones, todo estaba a rebosar de libros, de todo tipo. Sin embargo me encantaba mi casa así, es decir, yo la sentía mi hogar, porque en medio de ese desorden yo sabía donde estaban mis cosas, asique era como yo lo llamo: "mi desorden, ordenado".

Acomode un poco, y cuando yo digo un poco es que no acomode prácticamente nada, es decir, solo donde, me daba demasiada pereza para hacerlo hoy asique, me eché en la cama inflable y quedé dormida hasta el día siguiente.




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