Soy Kaede Ishikawa, tengo 17 años, tengo el cabello negro y unos ojos verdes que herede de mi madre, me gusta el kickboxing ya que mi padre tiene un establecimiento donde se practica el mismo y desde pequeña siempre he ido a ese lugar hasta que un día me dio las ganas de golpear uno de esos sacos al igual que las demás personas en el lugar, ¿y qué crees que paso después? Bueno, resulto ser que me gustaba hacer eso... El golpear el saco, era divertido por lo que le dije a mi padre si podría enseñarme algo sobre este deporte y desde ese momento practique y me interese más en el mismo, ahora a día de hoy me encuentro aun golpeando el mismo saco que me introdujo en este mundo.
—Kaede —dijo su padre.
—¿Sí?
—Ayúdame a traer algunas cajas adentro antes de que comience a llover, parece que habrá una tormenta eléctrica.
—Claro.
—Pero colócate primero unos zapatos.
—Entendido —dijo Kaede mientras se paraba firme y hacia un saludo militar.
Después de que Kaede se colocara los zapatos fue afuera del establecimiento en la parte trasera en donde su padre se encontraba moviendo las cajas, era una mañana fría y oscura por las nubes que cubrían el cielo.
—Toma esas cajas que están cerca de la calle y llévalas adentro.
—Como diga.
El espacio detrás del establecimiento no era mucho, estaban las dos ceras y el camino por donde podían pasar vehículos en una sola dirección era estrecho. Kaede se acercó a las cajas apiladas unas sobre otras he intento tomar varias para hacer menos viajes, pero al hacerlo algo de una de las primeras cajas se cayó a la calle, una pesa.
—Rayos —Kaede dejo las cajas y camino hasta el medio de la calle para tomar la pesa nuevamente, cuando se agacho a recogerla escucho a su padre decir—. ¡Kaede cuidado! —giro su cabeza y vio como un camión se acercaba hacia ella a punta de atropellarla, pero fue lo suficientemente rápida como para terminar de cruzar la calle con un salto y salvarse de ese accidente fatal—. ¡Dios! —dijo Kaede tirada en el suelo.
—¡Infeliz! ¡Ten mas cuidado! ¡¿Estas bien Kaede?!
—Si lo estoy —respondió mientras se levantaba.
—Que alivio, bien terminemos aquí el cielo empieza a tornarse feo.
—Bien —Kaede mira la pesa y dice—. Hmmm no pesa mucho, supongo que el entrenamiento si esta haciendo efecto —Kaede alza un poco la pesa y ese es el momento en el que un rayo le impacta creando un fuerte estruendo y resplandor que cegó al padre quien luego de recuperar la vista dijo—. ¿Kaede? ¡Kaede! —Ella había desaparecido y lo único que quedo en el lugar del impacto fue la pesa y en el suelo una marca con una forma muy estilizada como pare ser hecha de manera natural, una forma de circulo con un montón de runas de algún tipo en su interior—. ¡¡¡KAEDE!!! —grito el padre a todo pulmón.
¿Qué había pasado con ella? Habrá muerto o quizás... ¿Ha ido a otro lugar?
—¡Padre! —exclamo Kaede mientras levantaba su torso y quedaba sentada en el suelo—. ¿Qué acaba de pasar? ¿Me cayo un rayo? ¿Verdad? —Se levanta del todo y se da cuenta de que se encontraba bajo la sombra de un gran árbol, como 10 pisos de altura con un tronco de un gran grosor, este árbol era el mas grande del bosque en el que se encontraba—. ¿Estoy?... ¿Muerta? —se mira a sí misma y se frota su rostro—. Pues aún me siento viva —luego comienza a dar unos saltos—. Eh me siento más ligera —siguió saltando hasta que con toda su fuerza dio un gran salto como para llegar a la mitad de ese gran árbol—. ¡¿Pero que rayos?! —y al descender cayo con fuerza, pero sin hacerse daño—. Que... Me... Estas... ¡Contando! —dijo contenta y sorprendida mientras miraba sus manos, luego se dio la vuelta mirando el tronco del árbol y dijo—. ¿Y sí?... —entonces se colocó en su posición con la que golpeaba su saco y le dio un puñetazo al árbol dejándole una marca—. ¡Ohhhhh! —y de manea consecutiva golpeo el árbol con sus puños al igual que con patadas hasta arrancar un trozo de la corteza del árbol.
—Esto es ¡increíble! ¿Pero por qué? ¿Habrá sido el rayo? Vale, creo que debería buscar algún sitio en el cual pueda informarme sobre mi situación —le ruge el estómago—. Y también comer, pero ¿dónde?... Creo que podría intentar eso de nuevo —Kaede da un gran salto y comienza a mirar a su alrededor—. ¡Ahí! ¡Una ciudad! Haya que voy —cae al suelo y comienza a correr en la dirección en la que se encuentra la ciudad—. ¡Y también corro mas rápido!
Editado: 04.06.2021