CAPITULO 2.5
Poderla sentirla de nuevo en mis brazos mientras nuestros cuerpos se abrazaban por fuerte calor pasional, poder asentar mi cabeza hacia el rezago de entre de sus pechos blandos, sintiendo en ello sus latidos agitados, poder ver ese tono rojizo y colorido de su rostro, dejándonos llevar por las hormonas revoloteadoras, denotando variaciones de expresiones de felicidad, satisfacción y placer.
Rosando nuestros labios como si fuéramos a comernos, a su vez el entrar al contacto de ello entrelazábamos nuestras lenguas como si fuera cada uno caramelo para chupar.
Moviéndonos ferozmente a un ritmo preciso en cada jadeo compulsivo, dejando caer por nuestros cuerpos gotas frías de sudor
Sin molestia de nadie y solamente el sentir el frio de la brisa y un silencio rotundo del extenso paisaje que nos rodeaba, allanábamos a fuertes gritos nuestros propios tímpanos de placenteros gemidos de nuestra excitación calurosa.
Convirtiendo el basto paisaje silencioso en una paisaje bullicioso y estruendoso.
Después de pasar horas juntos la noche trascendió, apagando el sol brillante del paisaje de flores
Echados en el pasto casi desnudos, viéndose casi semi tapándose por unas prendas de su ropa, que les cubría la parte superior como una poca parte de la parte inferior de sus cuerpos, dando uno pequeños suspiros del agotamiento de su ardo trabajo.
«Ah…»
«Ah…»
«Ah pasado tiempo…. ¿no, Kleiv?»
«Jajaja si…»
Respondiéndole con una respuesta afirmativa, me reí con una carcajada semi sarcástica. Mientras con mi antebrazo trataba de secarme el sudor de mi frente
«Oye verdad… ¿En qué momento creciste?»
Ella giro su cabeza hacia donde estaba tirado, con una expresión se sorprendida y pensativa
«Ah…jajajaj. Eso fue cuando te bese de nuevo. Pensé en mi mente que tenía que recuperar mi cuerpo anterior para al menos satisfacerte bien jeje»
Contestándole con un poco de incomodidad en mi voz, mis cachetes se tonaron rosados, mientras que me rascaba mi cachete disimulando mi vergüenza
«Mff…jajajajaj»
Ella trato de aguantar su risa, pero no pudo, botando de sus labios unas carcajadas de burlas de mi
«Jeje…ah…»
Estando un poco avergonzando reí con una risa sarcástica y arrepentida, acompañado de un suave suspiro. Como su vez estirando mis extremidades en el suelo.
«Están hermosa la estrellas, ¿no crees?»
Ella dejando de burlarse miro al cielo oscuro donde háyase cubierto de llenas de estrellas deslumbrantes
Estando a su lado veía como ella miraba fijamente hacia el cielo nocturno, y como aquello esos hermosos ojos café claridosos le brillaban, mientras que movía sus labios carnosos saliendo aquellas palabras, en un tono alegre.
«Si»
Estando desnudos desplomado en el césped verdoso, dejamos de hablar, y tan solamente pusimos ambos nuestra mirada fijada hacia donde háyase el mar de estrellas que deslumbraban el hermoso anochecer
El viento soplaba ligeramente, haciendo que nuestras pieles se estremeciesen de un poco de escalofrió, el caer de las aguas del rio se oían con poco pasar del tiempo.
Sin decir ni una palabra más, un silencio profundo cubrió el ambiente durante el pasar de uno pocos segundos, sintiéndose como eterno.
«¿Regresaras no…?»
Rompiendo el hielo silencio ella me pregunto con tono de voz triste y decepcionada
«Ah…sí, tengo que volver»
Yo asentando su respuesta con un tono de voz bajo y triste
Mientras ella aun fijaba su mirada hacia donde háyase las estrellas, al oír mi respuesta en sus pupilas de sus ojos se formaron dos gotas de lagrimas
«Pero…esta vez no quiero regresar solo»
Acerque levemente mi mano izquierda con la de ella, entrando en contacto el suave tacto de la suave piel de su muñeca.
Al sentir el contacto ella, giro su cabeza hacia un costado, mirándome en perfil cuando mi rostro estaba plasmado concentrado en las estrellas
«Quiero que ambos regresemos juntos»
Con fuerte emoción de alegría en mi voz, agarra fuertemente su mano izquierda, a como la vez desviando la mirada hacia las estrellas, gire mi cabeza para un costado y la mire fijamente a sus ojos café claridosos, con una expresión determinada
Al instante de oír mis palabras, a ella le brillaron los ojos, sus cachetes se tonaron rosados, los latidos de su corazón se aceleraron, mientras a su vez con gotas de lágrimas en sus ojos se retorcía una sonrisa risueña
«Si»
«Ven aquí amor»
Acerqué su cuerpo con el mío, su cabeza la recosté contra mi pecho, de ello abrí mis brazos para darle un abrazo, donde mis manos terminaba en las caderas de su cuerpo esplendido.
La escena se veía en los cielos, de dos personas desnudas en un césped ancho y largo, rodeado de flores y un maravilloso paisaje, estando solamente ello unidos del al otro dando a forma a un solo ser.
El calor de nuestros cuerpos unidos apaciguaba la brisa de los vientos, y el silencio eterno de la noche alimentaba nuestros corazones apasiónales.
El estar abrazado juntos nos hizo olvidar de taparnos, que nos quedamos recostado en el suelo abrazado desnudos mientras nos ojos cedían al sueño.
Buenas noches….
Sin nada que más que pasar, las horas trascendieron sin para alguna, en al anochecer esplendido de lleno un resplendente de mar de estrella fue cambiándose, con el salir de un sol brilloso a través de los cielos acompañado a su lado de nubes blanca esponjosas.
Yo descansando como un bebe, me desperté por inercia de mi cuerpo, pestañando mi ojo derecho viendo a través del reflejo el nacer del sol brillante subiendo a los cielos dando la bienvenida de un nuevo día.
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caminos peligrosos, el acenso del ultimo monarca, lleno de dolor e impacto
Editado: 15.05.2021