¿En qué se parece un cuervo a un escritorio? ¡Vil acertijo! Tres años tratando de hallar la gema bajo tu brea, huyendo del sueño y del hambre hasta por fin dar con tu respuesta.
¿Un cuervo, decías? ¿Y un escritorio? ¡¿Cómo no lo había pensado antes?! ¿Es que acaso no estaba listo para afrontar tu desafío? ¿No estaba listo acaso para desafiar al Gollum y escapar de sus cavernas? Tal vez...
Un cuervo… Un cuervo y un escritorio. Tiempo. Un cuervo y un escritorio. Muerte. Un cuervo y un escritorio. Kairos. Un cuervo. Un negro cuervo que me arranca las entrañas trozo a trozo como una rata, un cuervo que me asesina en la oficina entre tantas caras huecas y el flujo de carne muerta en la carretera. Un cuervo, que me asecha con sus alas de helada sombra, y me carcome, me carcome de lado a lado tras esa puerta de madera, me carcome, así como carcome a todos los desventurados que no nacimos en las cunas del Gran Capital.
Un cuervo. Un cuervo y un escritorio. ¿Qué otra cosa podría ser?