Es fácil apedrear un sabio y defender a un tonto. O abofetear al tonto y respaldar al sabio.
Es fácil proteger al débil y denigrar al fuerte.
Es fácil gritar revolución, mostrar las tetas en la Alameda, o linchar en grupo a quien busca el odio y la injusticia.
¡Realmente es fácil ser Superman! En verdad, es fácil. Es fácil ir por la vida cual policía, tornarse jurado frente las masas y dar el estoque como verdugo. Es fácil. ¡Fácil! ¡Es fácil tirar la piedra! Claro, siempre y cuando tu cara perdure oculta bajo esa compu.
¡Nada personal, señores! Nada personal...