"De paseo por El Trebol"
Escucho a los grillos. El canto de su salto.
Se quiebran las ramas, se mecen las hojas, crujen mis pasos, vuelan libélulas cual naves de asalto.
¿A dónde voy? Me pregunto. ¿A dónde puedo y a dónde no? ¿A dónde no puedo y a dónde sí? ¡A las espinas! ¿O a los matorrales?
¡Dios, un gato muerto! ¡¿Cómo cresta llegó eso hasta aquí?! ¿O será que algo pasa, y tal vez no estoy solo?
Un gélido corte me parte el aliento.
Perros, pumas, quién sabe que sea. Quién sabe que ronde entre ramas y espigas. Quién sabe.
Avanzo. Avanzo hacia un lado. Avanzo hacia el otro. Nada. ¡Nada me asecha, gracias a Cristo!
Reanudo mi marcha. Me envuelve un aroma. Margaritas. Margaritas y lirios me apresan en Kairos. Margaritas y lirios. Son su boca en glasé, sus ojos en menta, y su piel de tigresa en malva y marrones.
Marrones. Chocolate y pimienta.
Chocolate y pimienta me duermen. Chocolate y pimienta me envuelven. Chocolate y pimienta me apresan. Y Kairos, baila el soplo de mi hundimiento.
Chocolate y pimienta.