Poema LXXVIII

 No hago orgías… Y lo que diga en el folio, se queda en el folio.

 Aquí, en estas hojas blancas manifiesto muchas luces, pero también, muchísimas sombras. Sombras que no compartiría con cualquiera.

 Sé que a veces sueno exagerado, y que, en ocasiones, ni siquiera yo me entiendo. Pero de todos los lugares que existen, es aquí donde más puedo expresarme, donde más puedo ser franco sin que me llamen demente, donde más puedo ser crítico sin que me llamen hipócrita. Donde de verdad puedo ser yo, yo mismo, sin terminar siendo para un otro, ese, el Otro.

 Por ese motivo no comparto mis líneas.

 Al menos, no con otros, otras manos.  

 Tal vez, solo tal vez, solo tal vez sí. Pero eso ya en el orgasmo, cuando ya todo ha pasado entre la musa mis manos de néfilim. Mas ni de joda en la cama. No. Ni cagando. Esa cama es mía y nadie se coge a mi musa sin mi permiso.

 Por eso, aquí y ahora, lo dejo claro. No hago orgías… Y lo que diga en el folio, se queda en el folio.