Los sentimientos son lo que nos demuestra que estamos vivos, aquello que nos puede hacer reír o llorar, e incluso divagar entre la alegría y la tristeza.
El amor es uno de ellos, y el más puro que hay. Por amor hacemos locuras; por el amor corremos riesgos y saltamos al vacío solo para permanecer cerca de ese ser especial.
Por el amor, mi bella princesa, es que estoy vivo. Tú te convertiste en mi todo, y yo complementé tu mundo. Nos encontramos el uno en el otro, y sin importar lo que nos pueda llegar a ocurrir, te juro por mis sentimientos hacia ti, que no permitiré que nada ni nadie nos separe.
Aunque vivamos vidas diferentes, o seamos completos extraños, ten por seguro que te encontraré, porque el corazón siempre recuerda lo que la memoria olvida.
De Apolo a Atenea.