3 - Una Guerra Samurái: Parte Uno

Kao: Guerra Samurái

Capítulo 3

UNA GUERRA SAMURÁI: PARTE UNO

En el año 525, durante un extremo verano, el clan Atsuko se encontraba en una situación compleja. En la Torre Suprema, en un cuarto que era utilizado en ocasiones especiales, se reunían dos hombres separados por una larga mesa de madera que contaba con varios papeles llenos de palabras encima. Si alguien ajeno al motivo por el que esta exclusiva reunión se estaba llevando a cabo intentara leer alguno de esos papeles, seguramente acabaría dándose por vencido. Quien los escribió se aseguró de utilizar un lenguaje codificado, haciendo uso de palabras que nada representan para otro distinto del destinatario original. Aunque si algo es cierto, es que las dos personas reunidas en aquel cuarto comprendían los rebuscados papeles sin ningún tipo de esfuerzo.

En un lado de la mesa se encontraba un hombre alto y robusto con una rubia y larga cabellera atada en la parte final. Su afilada espada siempre a su lado. Vestía prendas de excelente calidad, color rojo oscuro con bordados dorados. Era muy elegante, pero no muy calurosas. Ese diseño era único en el mundo y había sido diseñado tan solo unos días atrás tras la llegada del calor al país de Ceres. Ese hombre era Mako Takeda, vigente emperador del clan Atsuko. Del otro lado, una deslumbrante armadura roja con vigorosos grabados y grandes hombreras que protegían el cuerpo del hombre de oscura cabellera larga, ese era Moeru, vigente primer shogun del clan Atsuko.

—Finalmente está ocurriendo, su majestad—dijo Moeru viendo al emperador a los ojos.

—Si, lo sé. La guerra... podría desatarse en los próximos días sobre nuestro pueblo—lamentó Mako.

—Si los datos que he estado recolectando todas estas semanas, si los escritos que me tomé el esfuerzo de encriptar le sirvieron de algo, por favor, como aceptación de mi lealtad al clan, tenga en cuenta mi sugerencia—continuó Moeru acercando su cuerpo cada vez más al del emperador de una manera intrusiva— Si el clan Folkan nos ataca con todos sus hombres, la victoria no será algo simplemente difícil, será imposible.

Mako mantuvo la cabeza baja, como si no estuviera prestando atención a las palabras del shogun. Pero si lo estaba haciendo. Simplemente quería escuchar salir de su boca todo lo que se impacientaba por contar, su sugerencia para solucionar ese embrollo. Así que Moeru continuó...

—Ya he hablado sobre esto con el resto de shoguns, y todos están de acuerdo. Ahora mismo, lo que comenzó como una investigación privada entre usted y yo es conocido por el resto de shoguns, y ya han tomado una decisión al respecto.

—¿Qué decisión han tomado al respecto los shoguns, Moeru? —preguntó Mako con un tono soberbio y molesto regresando una poco amigable mirada a los ojos del shogun, como si lo que Moeru dijera a continuación fuera obvio para él, pero quisiera escucharlo de todas formas.

—Los shoguns queremos que usted se entregue al clan Folkang, su majestad.

El día que nació Kao Takeda, en el año 518, un curandero como ningún otro decidió ayudar en el nacimiento. Los nacimientos continuaban siendo muy riesgosos en el Siglo VI, pues los curanderos no eran expertos en operaciones de tal magnitud y los verdaderos expertos, es decir los médicos, eran escasos y exageradamente costosos además de solicitados a lo largo de todo el mundo. El compromiso del médico contactado por el emperador Takeda era tal, que incluso ofreció su casa, donde contaba con todo tipo de materiales de hierro refinado y las más puras y poderosas hierbas, además de una cama de lujo para realizar una intervención de ese nivel. Su nombre era Tatsuki Taiki, uno de los pocos médicos con tal nivel de prestigio del país de Ceres.

Esa misma noche, el cielo estrellado de Ceres no tenía tan solo un nacimiento importante pendiente. En realidad, eran dos. El hijo del emperador Takeda del clan Atsuko, Kao y el hijo del emperador Vinter del clan Folkang, Ivar. La diferencia entre un nacimiento y el otro era de apenas dos horas, siendo el del heredero del clan Folkang el que debía ocurrir primero, pero ambos representaban un evento único para sus respectivos clanes.

Al igual que Mako Takeda y Ayame Takeda buscaron a un auténtico médico para liderar el parto en busca de la mejor calidad de tratamiento posible, Vinter también lo hizo. De hecho, lo logró antes. Tatsuki Taiki había sido contratado por el clan Folkang para el nacimiento del futuro emperador, pero a tan solo unos minutos del parto, el médico Taiki desapareció del Castillo Folkang. Vinter lo buscó por todo el pueblo, realmente desesperado, pues no había más tiempo. “Por favor, señor Taiki, regrese” dijo entre lágrimas el emperador Vinter, ante una situación que no podía controlar, tras haber ordenado a samuráis de primer nivel su búsqueda exhaustiva por las afueras del pueblo, incluso si debían ingresar al valle de un clan enemigo.

Finalmente, el nombre “Ivar” quedó solamente en el recuerdo del emperador. Su hijo murió durante el parto y Taiki jamás volvió a pisar el territorio del emperador Vinter, quien ya no volvió a ser el mismo tras la pérdida de su hijo nuevamente, transformando lo que se suponía sería la noche más feliz de su vida en la más dolorosa.

Quién si logró nacer de la manera más saludable posible, rodeado de amor y un padre que lo sostuvo en sus brazos mientras anunciaba su nombre al mundo, fue Kao. Tatsuki Taiki llegó unos minutos tarde y se veía realmente preocupado cuando sus pies aterrizaron en el clan Atsuko tras haber elegido el nacimiento del hijo de su amigo por encima de todo. Antes de que la embarazada y dolorida Ayame ingresara en su casa, se pudo escuchar un “Hiciste lo correcto, gracias” del emperador Takeda hacia el médico Taiki.