«Dicen que cuando más te involucras, más recibes a cambio. Pero tienes que estar dispuesto a arriesgarte. Debes comprender que puedes perderlo todo. Pero si tomas esa oportunidad, si te involucras con sabiduría, el resultado puede sorprenderte.»
Amo mi trabajo, mi vida, mi familia, pero lo que más amo es al hombre que tengo a mi lado, Mi Charlie. Un hombre maravilloso, una persona que ha llenado todos mis días de amor, adoración y absoluta felicidad.
El amor es algo que llega un día y te golpea tan duro que no puedes ni respirar, pero eso no te impide en querer seguir sintiéndolo, al contrario, esas sensaciones tan fuertes son las que te dicen que es el verdadero y es lo que sentí al verlo la primera vez y seguir sintiendolo cada dia que lo veía en el colegio, él fue y siempre sera mi primer amor, el primero en todo.
Pasamos años difíciles, un comienzo interesante, pero aquí estamos, con nuestros sueños cumplidos, nuestra familia hecha, como tanto soñamos juntos, porque desde que aceptamos lo que sentíamos no nos hemos separado.
Tenemos dos hijos, mi preciosa Karla de cinco años, que es igualita a su padre, mismo rasgos, mismo temperamento, ella es una copia exacta de él, y mi amado Charles de tres años, que tiene tanto de él como mío, aunque su carácter es todo mío, mi pequeñín es muy inteligente para su poca edad, ellos son mi más grande adoración y fruto de nuestro primer y eterno amor, porque si, los dos somos el primer amor de cada uno.
Tuvimos tantos improperios siendo adolescentes para poder llegar a donde estamos, porque nuestra historia la empezamos desde muy jóvenes e incluso dicen que amores así no duran tanto, y henos aquí, ya con diez largos años juntos.
Sacudo la cabeza y me concentro en lo que estoy, buscando en el librero de la biblioteca que tenemos en casa un cuento para leerle a mis niños para dormir, en eso me encuentro con mi viejo diario, tenía años que no lo veía, se ve que el tiempo lo ha malgastado, en él hay tantos recuerdos dentro, ahí está escrita toda nuestra historia, todo lo que pasamos, siento añoranza por volver a leer mis viejos recuerdos, desde que lo termine solo lo guardé, así que colocandolo debajo del brazo, tomo el cuento de los tres cerditos, que les encanta y me voy hasta su habitación.
— Había una vez tres hermanos cerditos — digo dándole teatro a mis palabras — que construyeron tres casas… — ellos se emocionan mucho, es su favorito, estoy más en creer que es la forma en la se los cuento.
Antes de que llegue al final ya están profundamente dormidos, me quedo un rato mirándolos, solo así están tranquilos, en eso son diferente a los dos, son muy traviesos, pero son mis tesoros que le doy gracias a Dios por darmelos, ellos completan toda mi felicidad y hacen de mi vida mucho mejor.
Apago las luces y con mi antiguo diario en mis manos me encamino a nuestra habitación, pienso en que este contiene tantas cosas, incluso creo que algunas páginas tiene seña de lágrimas, sin saber en ese momento de que estaba equivocada y más con lo que pensaba de mi familia.
Cuando llego me encuentro a mi amor leyendo uno de los tantos libros que le gustan, está usando sus gafas que no le quita belleza, sino que se la incrementa, sigue igual de guapo que cuando lo conocí, la única diferencia es que es mas adulto, mas varonil, que lo que hizo fue resaltar su hermosura, sigo tan enamorada como el primer día en el que lo vi.
— Ya los niños se durmieron — digo acercándome y él levanta sus ojos hacia mí dejando el libro en la mesita de noche, me doy cuenta que está volviendo a leer los libros de Harry Potter, realmente son sus favoritos, ya perdí la cuenta de las veces que lo he visto leerlos.
— Hoy lo hicieron más rápido — frunce un poco el ceño confundido — ¿Estás segura que ellos están dormidos? — lo entiendo completamente, siempre dan trote para nosotros lograr que duerman.
— Si, cariño — le digo tranquilamente quitándome mis sandalias y entrando a mi lado de la cama — me quedé unos minutos viéndolo, pero lo más seguro es que estén cansados ya que se pasaron el día jugando con sus primos — un fin de semana al mes, todas las familias nos reunimos, así que mis bebés estaban jugando con los niños de mi hermano y fue tanto lo que disfrutaron que quedaron exhaustos. .
— Pues habrá que ponerlos en alguna actividad que los canse — me sonríe — algún deporte o baile, creo que a Charles le gustará el fútbol.
— Es buena idea — concuerdo con él — a Karla el ballet, pero no solo eso, creo que le gustaría aprender muchos más.
— Tienes razón, ella cuando escucha cualquier música quiere saber cómo se baila — se ríe, se que se acordó como ella brincaba con la música que pusieron en la reunión familiar.
— Mira lo que encontré amor — le muestro el diario— cuando lo ví me dio añoranza, ¿Qué tal si lo abrimos juntos y recordamos los buenos momentos, pero también los malos que pasamos?
— Suena bien amor, ¿lo leemos juntos? — me abraza.
— Muy buena idea — lo abro en la primera página — empecemos con el día que llegaste al colegio.
— Es la primera página.
Así que cada noche nos dedicamos a leer cada una de las cosas que escribí, cada palabra, cada oración, cada sentimiento plasmado en ese diario, porque en el plasme cada momento que vivimos y las cosas que pasamos para estar juntos ahora.
Todo eso nos llevó a cómo estamos ahora, viviendo juntos y completamente felices, con una familia maravillosa.
Les invito a disfrutar la historia de amor de Charlie y mia, como nosotros siendo solo unos adolescentes nos enamoramos, vencimos barreras y como al final lo que sentimos nos hizo fuertes e inseparables.
Karlie & Charlie, un amor para toda la vida, es nuestro lema, uno que nos perseguirá hasta que la vida le de paso a nuestra muerte.
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Editado: 11.09.2022