Un Momento Extraño
«Me enamore de tu mirada, porque en ella veo reflejado nuestro amor eterno»
Llego a casa emocionada por mi cita de mañana, no puedo creer que lo volveré a ver y que vendra aqui, a mi casa, el seria el primer chico que vendria, pero la emocion se me va cuando me recuerdo que estoy sola, que no podré decirle a mi madre que el chico que me gusta viene a ser un trabajo, que es un chico educado, atento y muy lindo, ninguno de los dos está, como siempre, la casa es muy grande para mi, y me dan ganas de llorar cada vez que me acuerdo que ellos cambiaron conmigo desde que mi hermano se fue, fui dejada a la izquierda, un dia ellos solo dejaron de compartir conmigo, ni una comida o cena, lo más que hacen es una llamada de vez en cuando, es mas tengo como dos meses que no los veo por la casa, por eso estudio mucho, las mejores calificaciones, me darán un beca, lo que hará que por obligación tenga que irme, ellos tienen para pagarme la universidad que yo quiera, pero esto quiero ganarmelo yo y asi irme lejos, hacer mi vida y no sufrir más.
Me gustaría la vida que tiene mi mejor amiga Gema, tiene unos padres amorosos, comprensivos y que siempre están pendiente de ella y la apoyan en todo, ellos me quieren mucho, me invitan a pasar los fines de semana con ellos, es como si instuyeran que estoy siempre sola, pero muchas veces me siento como una intrusa, que molesto, aunque tambien siento envidia, porque quiero por lo menos una madre como la que ella tiene, que ahora mismo estaríamos hablando de como me fue en la cafetería y que con ella es que hubiera elegido mi vestimenta, incluso sería más feliz ahora mismo.
Al principio, cuando mi hermano se fue a la universidad, traté de buscarlos, los llamaba constantemente, hasta que un día dejaron de cogerla alegando que estaban demasiados ocupados, los dos, porque por lo menos que sea uno, ¿pero los dos? ni juntos trabajan, ellos alegaban que estaban “ocupados trabajando por mi futuro”. Así que deje de insistir.
Por esa razón un día me levanté decidida a que me esforzaría por irme a estudiar bien lejos, si es posible a otro continente, estoy trabajando para conseguirlo.
Hablando de mí hermano, mi teléfono suena con una llamada de él, yo lo amo, él sí que no se olvidó de mí.
*Llamada con mi hermano Carlos*
— Hey gruñón, ¡HOLA! — siempre me emociona muchísimo que me llame.
— Hola Enana, ¿Cómo te va? — me responde alegre al igual que yo.
—Bien, estudiando como siempre — me acomodo en el sofá de la sala principal, ya que al ver que no tenía a quien contarle me quedé paralizada en la entrada.
— ¡Pero es sábado! — grita incrédulo y yo me aparto el celular del oído, sino me lo explotará — No tienes ninguna fiesta que asistir o reunirte con tu amiga, en vez de estar en casa estudiando.
—En realidad, acabo de llegar a casa, estaba reunida con un compañero de clases de idiomas por un trabajo que tenemos que entregar — le explico — tengo que trabajar más porque sabes que con el inglés no me va bien, también tengo un trabajo de ciencias que entregar y todo para la semana que viene, así que prefiero aprovechar el fin de semana.
— Estabas reunida con un compañero, en pocas palabras era un chico, ¿estabas con un chico?
— ¿De verdad Carlos? — ruedo los ojos con enojo — De todo lo que dije, ¿eso fue lo único que oíste? — no puedo creerlo.
—Sé que tienes trabajos que entregar, también que te exiges demasiado, eres muy responsable, lo sé — contesta repitiendo lo que le dije, creí de verdad que no había escuchado todo, solo donde decía sobre el compañero — pero me interesa saber sobre ese compañero tuyo, sabes que solo tienes dieciséis, eres una niña todavía para mí — me reclama como todo hermano mayor celoso y sobreprotector.
—No es lo que piensas señor gruñón, es solo un compañero que me asignaron para el trabajo de idiomas, sabes que lo único que me interesa es obtener las mejores calificaciones — digo en modo automático restándole importancia, no quiero que me dé un sermón porque me haya ilusionado con chico, asi que no le doy indicios de que me gusta, ni que mi tono de voz ilusionado lo alerte.
— Vale, vale — se tranquiliza — si necesitas ayuda con el inglés, solo tienes que decirme, sabes que cuentas conmigo enana — me dice con cariño.
— Lo sé gruñón, sabes que eres al primero que le pediría ayuda — se que cuento con él para lo que sea.
— También puedes pedírselas a Papá — sugiere inocente y me tenso.
— Sabes que no me gusta molestarlo — digo rápidamente tratando que la tensión no se me note en la voz, él no sabe que desde que se fue ellos no se preocupan por mí, si les pido ayuda, ellos por estar “ocupados” no podrían, así que ni lo intento.
— Sé que nuestro padre no tendría problemas en ayudarte, él me ayudó mucho en esa materia, gracias a él se defenderme aquí en EE. UU., si quieres puedo decirle — me propone, tengo que hacer que deje de desistir y no le diga nada, ellos lo harían por él no por ayudarme.
— No te preocupes querido gruñón — le digo con cariño para que no se de cuenta lo triste que me pone que no pueda contar con mis padres para que me ayuden —además mi compañero viene de Boston y me dijo que me ayudara en los ensayos, de verdad, tengo todo cubierto y te prometo que si tengo alguna duda le pediré ayuda a papa.
— Vale, espero que ese compañero tuyo no se pase — advierte — infórmale que tienes un hermano mayor muy gruñón, que no le importaría tomar un vuelo solo para enseñarle a comportarse.
— Si, le diré, no te preocupes, aunque recuerda que puedo cuidarme sola.
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Editado: 11.09.2022