Karlie & Charlie --- En Edicion ---

CAPÍTULO DIESCISEIS

La Cena 

 

Al día siguiente, en el desayuno más hermoso que he tenido, acompañada de mis padres, me informan que quieren que el valla esa misma noche a cenar, no sé si ponerme nerviosa o contenta, creo que las dos cosas será, le envío un mensaje inmediatamente, espero no siga enojado conmigo.

Buenos días, ¿Cómo estás? ¿Tienes compromisos esta noche?

Me contesta de una vez.

Hola, ¿no estás castigada? Además no quiero que te escapes de nuevo.

Qué lindo, está preocupado, pero no enojado.

No estoy castigada ni me escaparé tampoco, sabes, hable con mis padres de mis sentimientos y arreglamos todo, ahora quieren conocerte, ¿puedes venir esta noche a cenar?

Cruzo los dedos para que acepte.

Me alegro mucho que hayan resuelto todo, y si acepto ir a cenar.

Brinco de la alegría y solo se me quedan mirando, se me olvidaba que no estaba sola.

Pues perfecto, nos vemos a las siete.

Me pone un emoji y yo solo tengo la más grande de las sonrisas, que feliz estoy.

Nos pasamos la mañana de compras, mi madre y yo, parecemos adolescentes, papá tuvo que resolver algo y nos aprovechamos, una mañana de chicas, fue perfecto.

Para la tarde nos quedamos en la piscina, mientras mi padre preparaba carne en la parrilla, pero este se quemaba y nosotras solo estallábamos en carcajadas, hasta que lo ayudamos, me sentía en las nubes.

— Si todos los fines de semana fuesen así— dije suspirando, mas para mí misma, pero me escucharon.

— Te aseguramos que cada uno de ahora en adelante será mejor, te lo prometemos.

— Gracias.

Terminamos la tarde y nos fuimos a prepararnos para la cena, rezaba porque todo saliera muy bien.

Mientras esperábamos mi padre me cuenta que conoce al padre, pero que tiene como un año sin verlo.

Le dije que Charlie suele llegar minutos antes de lo acordado, pues es muy puntual, también que el se enojo conmigo cuando supo que me escapaba, el no estaba de acuerdo.

Suena el timbre y mis nervios se intensifican.

Soy la que le abre, esta guapísimo, anda súper formal, con un traje azul oscuro y una camisa blanca sin corbata, mi corazón quiere salir por mi boca.

— Buenas noches señores— saluda a mis padres primero—hola Karlie.

— Hola Charlie — digo sonrojada, bajando la cabeza.

— Adelante — dice mi madre— ya la cena esta servida.

Caminamos hacia el comedor, ellos delante y yo detrás observando. 

Nos sentamos con mi padre presidiendo la mesa, mi madre a su izquierda, yo a la derecha y Charlie a mi lado.

Conversamos primero de cómo nos va en el instituto y de cómo nos conocimos.

— ¿Y tu padre está aquí contigo? —pregunta mi padre con mucha curiosidad— me gustaría ir a saludarlo.

— No, señor, el se quedo en Boston.

— ¿Y tu madre, ella si vino contigo? —que mal, no les conté a mis padres, estaba demasiado feliz.

— Mi madre murió—dice muy tranquilo.

— ¿Cómo? —dice sorprendido— lo siento, no lo sabía, me puedes decir que le sucedió.

— Ella murió de Cáncer, enfermó y ya era muy tarde cuando se descubrió.

— ¡Oh Dios! —dice mi madre ahora triste, mientras se tapa la boca.

— Lo siento mucho, tengo que llamar a tu padre, debe estar destrozado, si me falta Marie… yo…

— No se moleste— lo interrumpe Charlie— el está perfectamente con su nueva novia, que prontamente se casaran este fin de año—mi padre pone cara de sorpresa y mi madre se horroriza, cambian de tema.

— ¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?

— Quiero que sea mi novia con el permiso de ustedes, me molesto mucho cuando supe que se escapaba, no hubiese dejado que lo hiciera, yo mismo me hubiera presentado aquí para que me conocieran.

— Qué joven más educado—lo halaga mi madre.

— Sabes que si le haces daño, no habrá rincón donde no te encuentre—lo amenaza mi padre, no sabía que era tan protector.

— Lo entiendo señor, se que somos jóvenes, pero lo que siento por ella es especial y que nos veo juntos muchos años— que romántico.

— Bueno… te aceptamos, así esta jovencita ya no tiene que escaparse más.

— Prometo que no lo haré jamás— digo rápido.

— Gracias por aceptarme, la cuidare y la respetaré.

Continuamos la cena, llena de risas, y anécdotas, fue una noche realmente especial, una noche perfecta.

 




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