Karma★

Un tiempo después 2

22/06/2016

He sabido llevar y controlar mi carrera la perfección. Y ya he comprado y probado algunas cosas de la universidad. No fue tan sospechoso, ya que por mi carrera me han pedido todos los materiales y pruebas que he hecho.

Mi padre cree que no tengo comunicación con mi madre.

Incorrecto.

Desde hace ya varios años, he estado juntando dinero para poder comprar mi propia casa. Actualmente vivimos en la casa de mi madrastra, pero seguimos con la nuestra. Yo vivo ahí, en lo que encuentro mi casa perfecta.

Hasta ahora he tenido estos encuentros con mi mamá.

Y por si tienen la duda, sí. Tendré una hermana con el nombre de Ruth, nacerá en agosto. Me da pena dejar sin su papá a esas dos criaturas indefensas, pero mi papá no pensó en eso cuando mató a mi mamá, ¿no es así?

“Todo está bien” típica mentira de los seres humanos.

Y es lo que contestó secamente cada que pregunta mi mamá. Como si de verdad les interesara. Sé perfectamente que no es así, pues ni siquiera lo preguntan una vez al mes. Eso me hace pensar que mi madre... Desapareció de su mente, porque está claro que de su corazón, sí.

Extrañaba mucho a mi familia materna, no la podía ver más de tres veces al año... Mi padre decía que ellos eran los que no me querían ver, pero al varias veces trataron de comunicarse conmigo, viniendo a la casa, preguntando por mí. A lo que él contestaba que no los quería ver, que no estaba...

Mi mamá aún no apoyaba mi plan, pero después de ver algunos comportamientos de mi papá hacia mí, creo que aceptó o por lo menos estaba más decidida.

Aunque este no es un duelo, sabes que dolió, me regalaste el cielo, pero fue en mis ojos que llovió.

Mientras acomodaba algunos libros, ropa y otras cosas para la mudanza, escuchaba esa canción, ya no me faltaba mucho. Y me encontraba sola en casa de mi madrastra, pues salieron a dar una vuelta a la plaza, cosas que una familia hace. Y cosa que no siento hace tanto tiempo...

¿Por qué le hiciste eso a mamá...?

Me había quedado con la excusa de acomodar cosas de la mudanza, no me gustaba salir con ellos, y ser hipócrita. Fallarle a mi mamá, no. Aparentar ser una familia perfecta, que no éramos. Recordaba todos los momentos con mamá, y creo que se podría notar, así que preferiría no levantar sospechas.

—Mi niña, ya casi terminas— comentó mi mamá, aparecen en el cuarto. —No te olvides de mi cassette.

Me volteé a verla, ya no me asustaba su presencia, aunque aparecerá de la nada. Siempre lo hacía cuando me encontraba sola.

Estar con ella se sentía bien, era como si estuviera viva...

La extrañaba.

—Hola, mami —le di una sonrisa de oreja a oreja—. De hecho lo guardaré aquí —mencioné, agarrándolo y metiéndolo en una caja marcada como: ropa.

—Muy bien, mi cielo— hizo una pausa, y volví a hablar —Sobre el plan... ¿Estás segura de llevarlo a cabo?— preguntó con una cara rara, no podía descifrar su rostro.

Paré lo que hacía, volteando a verla —Sí, mamá. Ya espere mucho como para no hacer nada. Aparte, esto se siente malo, raro, feo quizás. No se siente en casa, ¿entiendes eso?— pregunté con una sonrisa decaída, aclarándole por tercera vez en la semana.

—Está bien, con cuidado, por favor —dijo soltando un suspiro.

—Mamá, voy a estar bien. Tranquila, por favor. ¿Necesitas algo o me quieres ayudar?— cambié de tema. Realmente necesitaba ayuda.

Rio— No. Eso te toca a ti, pero de hecho vas muy bien, cielo. Ya no te falta mucho y sí, quiero dejarte algo.

No le pregunté nada, como si mi silencio fuera un: adelante dilo. Cosa se entendió muy bien.

Una carta.

Su respuesta no me lo esperaba en lo absoluto, pero no dije nada.

—Pero cómo sabes, aún no logró tocar nada —al decir esto, pude ver cierto alivio en su rostro, lo cual me confundió —Quiero pedirte que la hagas tú, pero solo si tú quieres, no quiero obligarte nada, y por el contrario no te preocupes, yo...

—Mamá, mamá, está bien, no te preocupes, mejor ocúpate de respirar— contesté sonriendo con amor. Cuanto te extraño, mami...

—Gracias, mi cielo— dijo dándome un beso en la frente, aunque no podía sentir nada, lo disfrutaba.

Después de ese beso, prosiguió moverse por todo el cuarto, preguntando varias cosas, así hasta que el sueño me ganó. Y quedé dormida profundamente.

El sueño fue corto. Éramos mi madre y yo corriendo por el bosque, agarradas de la mano, sonriendo. Ella me veía y me abrazaba, y de momento a otro, estaba mi pequeña yo, abrazada a ella, fuerte.

Como si no quisiera soltarla nunca más.

La abrazaba con todas mis ganas, y quería llorar, pero su voz me calmaba.

Fue corto pues el sonido de la llave en la puerta de mi casa, me despertó.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.