Si bien es cierto que los chicos fueron obligados a quedarse en la escuela, al menos en los casos de Cassander, las gemelas Potter, Steffano y Anette casi tuvieron que utilizar la fuerza para conseguirlo, porque, aunque los demás estaban en condiciones similares y de ninguna manera querían quedarse allí sin hacer nada, fueron los primeros los que se enfrentaron en forma violenta a sus parientes.
Un denso silencio se había hecho en el salón y ambos estaban mirándose con expresión peligrosa, y al menos en el caso de los mayores estuvieron casi seguros que aquello tenía muchas posibilidades de terminar en desastre, porque si bien era cierto que Cassander se parecía mucho a su progenitor, no tenía por ninguna parte la paciencia de este con relación a su mare y todos estaban seguros que no le importaría en lo más mínimo liarse en un enfrentamiento a punta de varita con ella.
Aunque la situación ya era mala con aquellos dos como protagonistas, ésta vino a complicarse aún más con la entrada en escena de las gemelas Potter que se colocaron al lado de Cassander.
En ese momento Stefano y Anette caminaron hacia ellos y Steffano se colocó al lado de Loriana.
En medio del caos y siendo que en ocasiones los padres son extraordinariamente necios con relación a sus hijos, los de aquel par estaban estúpidamente boquiabiertos, lo que demostraba la condición antes mencionada. En el caso de los jóvenes, lo que los sorprendió fue la actitud de Steffano, porque, aunque todos sabían que él chico había perdido su rubia cabeza por la veleidosa madre de sus hipotéticos hijos y su amor por ella era del dominio público, se habían acostumbrado a su pasividad y jamás nadie lo había escuchado expresar sus sentimientos en voz alta salvo Altair, de manera que era lógico su asombro, y las Arvelino por su parte pensaron que su hermano había escogido un momento bastante crítico para dejar hablar a su posesiva sangre italiana.
Era posible que en otras circunstancias aquello le hubiese costado a Steffano otro viaje a la enfermería de los que ya tenía muchos y por muchísimo menos, pero estando como estaban en medio de una horrorosa discusión, Loriana se olvidó de él.
Todos sabían que los hermanos Prewet habían heredado los poderes de su padre y ninguno de los presentes podría contra eso si Cassander decidía emplearlos, pero si bien Aydan entendía y apoyaba a su hermano y tenía tantas ganas como él de ir en busca de los desaparecidos, como ya se ha dicho con anterioridad, éste chico también había heredado la ecuanimidad de su abuelo para lidiar con situaciones difíciles, y más importante aún, al menos en aquellas circunstancias, Aydan amaba en forma desmedida a su madre y no iba a permitir que Cassander, en medio de su desesperación que siempre se manifestaba con una ira violenta, le hiciese daño, así como tampoco que le proporcionase más mortificación de la que ya tenía, de manera que con rapidez se situó al lado de los gemelos Black.
Sin embargo, en aquel momento los chicos miraban con aprensión hacia donde estaban Rigel, J.B. y Antares, y por su actitud estaban bastante seguros que planeaban también alguna barbaridad del tipo que los pondría a todos a correr, pero entre ellos y Cassander, el más peligroso era sin duda el mayor, así que se decidieron por éste y concentraron todo su considerable poder en bloquear la energía de su primo, mientras Aydan caminaba en forma sigilosa hacia él.
Justin y Alexander que conocían bien el carácter de Lyra, y aunque sabían que nunca en la vida le haría daño a sus hijos, en aquel momento estaba pasando por una tensión emocional demasiado fuerte y sabían como si lo estuviesen viendo, que el único pensamiento de ella giraba en torno a que no podía permitirse perder otro hijo, de modo que estaban listos para impedir que atacase a Cassander en su afán de mantenerlo a salvo.