Kassandria. La Ciudad Perdida

Cap. 09 Los "niños"

 

La boda de Steffano y Ameliè fue escenario de otro asunto un tanto embarazoso. La estrecha amistad que mantenía Vladislav con Erika y Fabiana se había extendido a Albita. A pesar de que ya la más pequeña del grupo estaba por cumplir 13 años, todos seguían tratándola como si tuviese 3, algo que fastidiaba mucho a la chica y el único que parecía tratarla como a su igual era Vladislav, razón por la cual Alba se peleaba un día sí otro también con el necio de su hermano que se empeñaba en fastidiar al pobre Vladislav. Aquel día y mientras Alba después de hacerle una de las suyas a Aydan, había emprendido la carrera, había perdido el equilibrio y si no hubiese sido por Vladislav ella habría caído haciéndose mucho daño.

  • Gracias Slava
  • ¿Qué hiciste ahora, señorita Potter?  --  le preguntó

Aquella era otra cosa que Vladislav había tenido que asumir como otra realidad de la vida, porque aquella muchachita vivía metida en un lío al igual que la mayoría de sus parientes, bien fuese por travesuras o por sacudir en forma violenta a algún estúpido que estuviese hablando mal de su familia.

  • Nada  -- contestó ella con inocencia y ambos rieron
  • Seguro  --  dijo él de forma irónica  --  y yo seré el próximo ministro de magia
  • Pues quién sabe  --  contestó ella y volvió a reír

Hasta ahí todo habría estado muy bien, pero Alba tuvo la pésima idea de abrazar al chico y darle un beso, algo bastante normal también, pero con la variante de que habían sido vistos y al segundo siguiente Vladislav había volado atravesando la mitad del salón cayendo de forma muy aparatosa. Victorie y Roxanne habían corrido hacia el chico, pero por un lado Alba estaba gritándole a su hermano, y por la otra una voz extraordinariamente furiosa se dejó escuchar.

  • ¡Apártate madre!

Roxanne se giró con la sorpresa pintada en el rostro, porque quien le hablaba, o más bien le gritaba, era uno de los gemelos. Jonathan y Jordan eran indistinguibles entre sí y nadie sabía nunca quién era quién, ambos tenían el cabello y los ojos de su padre y su abuelo, es decir, cabello negro y ojos azules, y a sus dieciséis años ya habían rebasado por mucho en estatura a Roxanne. La manera que tenían para identificarlos era que Jordan llevaba un aro de plata como pendiente y Jonathan no.

  • Jordan…  -- intentó Roxanne al comprobar de quien se trataba
  • ¡He dicho que te apartes!  --  repitió el gemelo  --  Voy a hacer pedazos a este…

Sin embargo, el padre de las criaturas afortunadamente era tan veloz como sus retoños y había corrido llegando a tiempo para sujetarlo.

  • Cálmate Jordan Adrián, y deja que tu madre atienda a Vladislav  --  le ordenó Jeremy con voz serena, pero firme

No obstante, aquel obstinado muchachito no parecía dispuesto a ello, porque tal vez no pudiese moverse, pero eso no le impedía seguir vociferando que iba a hacer polvo a Vladislav.

  • ¡He evitado que J.B. te quite tu estúpida cabeza, pero ahora te equivocaste infeliz, y soy yo quien va a quitártela!

A todo este caos vino a sumarse J.B. que, si bien no había tenido nada que ver con el doloroso aterrizaje de Vladislav, en cuanto su hermana había comenzado a gritarle había enfilado hacia donde estaba el chico. Se detuvo por detrás de Victorie y extrayendo su varita lo apuntó haciendo que Erika y Fabiana lo apuntasen a su vez a él.

  • ¡Déjalo en paz, James Brendan!  --  vociferó Erika

Roxanne y Jeremy estaban sorprendidos y consternados a partes iguales. Sorprendidos, porque sus tres hijos, aunque habían heredado el físico de su padre, eran un absoluto incordio como lo había sido y en realidad lo seguía siendo Roxanne, de manera que tanto los gemelos como Erika siempre estaban con una sonrisa en los labios y haciéndole bromas al prójimo, así que era insólito verlos en aquella actitud. Y consternados, porque en verdad Jordan parecía haber lastimado seriamente a Vladislav.

En el caso de los chicos en general, ya se habían acostumbrado a los pleitos entre J.B. y Erika, o entre el mismo individuo y su hermana por causa de Vladislav, así que no les sorprendía mucho que en aquel momento Erika estuviese a punto de atacarlo.

  • ¿No me escuchaste, James Brendan?  --  preguntó Erika con voz amenazante  --  ¡Aléjate de él!

Aquella era otra particularidad de la señorita Morgan, a diferencia de todos los demás y desde que cumplió doce años, no había llamado a J.B. de otra forma que no fuese por su nombre completo y en un tono usualmente nada conciliador.

  • ¡Cállate Erika!  --  le ordenó él sin voltear a mirarla, lo que sin duda fue un gran error
  • Tú no me das órdenes, imbécil  --  y a continuación J.B. recibió un doloroso latigazo en un costado que lo hizo rodar por el piso

Albus se apresuró a socorrer a su hijo mientras Rose que se había acercado con rapidez a Vladislav lo atendía a él.

  • ¡Tyler!  --  exclamó la chica

Sin embargo, Tyler no estaba allí y J.L. salió en carrera a buscarlo regresando a los pocos segundos con un Tyler reclamándole a su hijo, pero que hizo silencio al encontrarse con el cuadro.

  • ¿Qué sucede?  --  preguntó
  • Tiene una hemorragia interna  --  le dijo Rose con premura



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En el texto hay: outcannonhp desesperacion dolor, persistencia lucha amor

Editado: 12.11.2023

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