Kassandria. La Ciudad Perdida

Cap. 17 Desastres

 

Louis se había incorporado en la cama justo en el momento que Jason entraba a la habitación. Jason había decidido que la única manera de hacer que Louis descansase era forzando su subconsciente al sueño y eso había hecho, pero si había regresado era porque el tiempo que había estimado para la recuperación ya había concluido y no se había equivocado, pero si bien estaba seguro que físicamente Louis estaba bien, se alarmó mucho cuando vio sus ojos llenos de lágrimas, y como solo podía haber un motivo para ello, el constante dolor de su corazón que no lo había abandonado ni un solo segundo durante los últimos años, se agudizó.

  • Juro por la sangre de mis venas que voy a descuartizar a Jelinek con mis propias manos  --  siseó Louis mientras se ponía de pie

Como aquella era una meta compartida, Jason no dijo nada y a continuación Louis le relató su reciente encuentro con Cassandrea, lo que no contribuyó en nada a mejorar el golpeado ánimo de Jason y, por el contrario, al igual que Louis comenzó a imaginarse toda clase de posibles horrores, pues según lo que sabían de Raziel Jelinek, era un maldito sádico y aquella frase inconclusa de Cassandrea pasaría a torturar sus mentes en lo sucesivo mucho más que su ya muy larga ausencia. Abandonaron la habitación para ir en busca de Iván, Jason les relató lo sucedido con Malfoy y su hija, y aunque les apenaba aquello, especialmente a Iván que conocía a Sue, al menos en el caso de Louis su prioridad era otra. Sin embargo, antes de que pudiesen ponerse en camino y retomar las cosas donde las habían dejado, les llegó una urgente llamada de auxilio que no podían ignorar y se desmaterializaron hacia el lugar de donde los llamaban.

 

El callejón Diagon entraba en las prioridades del departamento de aurores como lugar a ser protegido, tanto por el tráfico de personas que circulaba por él a diario, como por el hecho de que allí estaba el centro financiero de su mundo, de manera que era un muy probable blanco para Jensy y sus hombres que ya habían atacado lugares similares en otros países. No obstante, en aquella época la vigilancia del lugar era aun mayor, pues estaban en temporada vacacional, lo que incrementaba la afluencia de personas especialmente de jóvenes magos y de muchas familias que decidían realizar las compras escolares temprano para evitarse el congestionamiento de final de vacaciones.

Uno de los escuadrones de aurores a los que correspondía la vigilancia del callejón ese día, era al que pertenecía Daviana y que estaba comandado por su amigo de toda la vida Patrick Hamilton.

  • Tenemos problemas, Wiler  --  dijo Patrick con sorna y ella lo miró mal
  • Ciertamente tú los tendrás si sigues llamándome así

Todos sus compañeros de promoción fastidiaban mucho a Daviana por aquello, ya que habrían tenido que ser sordos para no notar que ese era el modo como Albus Potter se dirigía a ella, algo que de paso solo hacía él, porque desde que Daviana había ingresado al departamento todos la llamaban por su nombre para diferenciarla de su hermano David.

  • Verás, supongo que no has olvidado que este fin de semana es el aniversario de bodas de mis padres, y como aceptaste amablemente acompañarme para librarme de las chicas que mamá se empeña en endilgarme, te quedaría enormemente agradecido si vistieras de un modo menos… muggle
  • Si serás descarado y doblemente, porque aparte de que me arrastras a una reunión donde voy a aburrirme soberanamente, encima te atreves a criticar mi atuendo cuando el tuyo no es mucho mejor
  • Bueno lo que sucede es que ya tengo bastante con escuchar a mis padres reñirme por ello, así que lo pasaré muy mal si mi chica viste de la misma forma que ellos consideran tan inapropiada
  • Por empezar están acostumbrados a verme vestir de la misma manera desde hace años, y, por otra parte, no puedo creer que le hayas dicho a tu madre que soy tu chica y que ella se lo haya creído
  • A estás alturas está dispuesta a creer casi cualquier cosa con tal de mantener la vana esperanza de que algún día le daré nietos

Ambos rieron, porque Patrick era una amenaza al estilo Alexander y todos estaban seguros que jamás en la vida se ataría a una sola mujer, así que cuando tenía problemas de cualquier especie que involucrasen a féminas, bien fuese con alguna que pusiese más ahínco en cazarlo, o que intentase enredarlo en algún feo asunto, Daviana le servía de escudo, algo que había sucedido desde la escuela y los que los conocían desde entonces, pensaban que si algún día Patrick perdía su tan cuidada libertad, sería por Daviana, solo que no podían andar más equivocados, pero como era algo que les convenía a ambos que pensaran, no se molestaban en ridículas aclaraciones. Sin embargo, en breve la alegre sonrisa de Daviana desaparecería al escuchar la conocida voz del odioso señor Potter.

  • Les recuerdo que están trabajando, señores, así que dejen sus escarceos amorosos para sus horas libres

Dicho esto, no se entretuvo y siguió su camino mientras Daviana lo miraba con deseos de patearlo.

  • Juro que algún día voy a patearle el trasero al muy…
  • ¡Wow, wow!  --  la detuvo Patrick haciendo una mueca de dolor, pues Daviana estaba perforándole el brazo con las uñas
  • Disculpa
  • Bien, pero la próxima vez ve a agredirlo a él, aunque aun me estoy preguntando qué sucedió con aquello de: … “es taaan adorable”  --  dijo remedando la voz de su amiga
  • En ese entonces era una estúpida, pero ya crecí y recuperé el buen juicio
  • Claaaaaro  --  dijo él ganándose una patada en la pierna  --  ¡Óyeme!
  • Deja de decir necedades o tendrás que buscarte otra novia para el fin de semana
  • Bueno, bueno  --  dijo él en tono de falso arrepentimiento  --  pero yo en tu lugar tendría cuidado
  • ¿Cuidado con qué?
  • Con qué no, con quién  --  aclaró  --  porque te recuerdo que tu adorable señor Potter ya te ató una vez a una cama y no precisamente como te habría gustado
  • ¡Patrick Hamilton!  --  exclamó apuntándolo con su varita
  • Me rindo, me rindo  --  dijo él aun riendo y Daviana estaba a punto de marcharse aun molesta cuando él la detuvo  --  Tenemos problemas
  • ¿Y ahora qué? Mi maquillaje, o…
  • No, es en serio  --  dijo él y agitó su varita  para dar aviso  --  Mira hacia allá




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.