Después de la advertencia hecha por Evil y una vez que Altair se había esforzado para tranquilizar a Ben, ambos se habían sentado adoptando una actitud que parecía de intensa concentración que Evil no quiso interrumpir.
En aquellos cuatro años de encierro, ellos habían descubierto algunas cosas que o bien Jason les habría ido diciendo poco a poco y a medida que fuesen avanzando en su entrenamiento, o las habrían sabido cuando fuesen enviados a Avalon, pero lo cierto era que aptitudes que no sabían que tenían, se habían ido manifestando de manera sorpresiva, como la capacidad para comunicarse en forma telepática. Inicialmente y si bien les sorprendió un poco, la sorpresa no fue tanta, porque ellos sabían que aquello existía y lo sabían porque algunos de sus tíos lo poseían. Cuando esto se había manifestado, habían comenzado a practicarlo y ya en la actualidad lo hacían de forma casi inconciente.
Otro asunto a lo que Ben en un principio no le vio ninguna utilidad, fue al empeño de Altair en continuar practicando lo que había aprendido y trabajaba día y noche – cuando no los estaban torturando – en sus ejercicios de transformación y alquimia. Inicialmente Altair lo había hecho a manera de autodefensa para no enloquecer, y se había empeñado en que Ben lo hiciese también, y aunque le llevó algo de tiempo lograrlo, finalmente lo había conseguido.
Esa noche una vez que se Cassandrea se durmió y que Ben se tranquilizó, Altair procedió a contarle todo lo que sabía acerca de la historia de la ciudad y de la bruja en cuestión.
Si bien aquello no los colocaba más cerca de poder salir de allí, al menos tranquilizó un tanto a Ben, ya que Altair le aseguró que, si Raziel había descubierto el modo de abrir el portal, sin duda sabía a lo que se exponía si atentaba contra la vida de Cassandrea y que, si no había juzgado conveniente decírselo a sus compañeros, por lo menos a Jensy debía habérselo dicho. Por ese mismo camino llegaron a la conclusión de que la única posibilidad de salir de allí, aparte de la que residía en que Jason tuviese acceso a la información que ellos manejaban, era que Cassandrea recuperase sus recuerdos y pudiese resistirse a la hipnosis de Raziel. El asunto de la hipnosis si bien en un principio no lo entendieron, porque todos ellos habían recibido un duro entrenamiento para protegerse de ello, y los hermanos Prewet no solo contaban con la habilidad natural, sino con la protección que su padre les había proporcionado, más adelante Ben entendió y así se lo hizo ver a Altair, que aquello era verdad, pero siendo que Sandy había confiado en Anteros, él había tenido fácil acceso a su mente. Con las cosas así, Ben tomó una decisión de la que hizo partícipe a su primo de inmediato.
Aquello no era exactamente así, porque no se trataba de que Cassandrea hubiese recordado sus nombres, sino que era algo automático por llamarlo de alguna manera, porque, por ejemplo, si alguien era hábil para tocar el piano, no dejaría de serlo por ser sometido a una hipnosis, y al sentarse frente a uno sabría cómo ejecutarlo, de manera que lo que en realidad había sucedido, era que las memorias de Cassanrea estaban allí, solo que bajo una especie de velo y una situación específica había hecho saltar la respuesta automática que ella habría dado ante la misma situación si estuviese en perfecto dominio de su mente, así que había sido obra de su subconsciente y nada más, o al menos eso era lo que le decía la lógica a Altair. A pesar de lo anterior, se avino a secundar a Ben, porque si existía una mínima posibilidad de que por lo menos Cassandrea pudiese salir de allí, él haría lo que fuese necesario aun a costa de su propia vida.