Cap. 27 El mal carácter de Rigel
Los aurores que en aquel momento se encontraban en el departamento preparándose para rendir los informes después del reciente enfrentamiento, se hicieron rápidamente a un lado cuando vieron avanzar a los tres hombres, especialmente, porque uno de ellos era el irascible Jason Prewet y fuera lo que fuere lo que había ocasionado su ira, no querían estar cerca.
- ¿Dónde demonios está Harry? -- preguntó Jason
- Joseph dijo que se está ocupando de…
- ¡No pregunté qué está haciendo, sino dónde! -- interrumpió Jason a Charlie
- ¿Qué sucede contigo, Niño? -- preguntó Sirius, pero antes que le saliese a él con alguna otra agradable respuesta, Lyra se adelantó
- Cálmate Jey, no hay heridos graves y a los que tenían prisioneros los están atendiendo -- pero Jason no la estaba mirando a ella sino a Charlie
- Está en Azkaban -- dijo el pelirrojo
Jason no dijo nada más, sino que sin explicación alguna se desapareció, seguido de Iván mientras que Louis fue detenido por su hermana y por Lyra.
- ¿Qué está sucediendo, Louis? -- preguntó Dominique
- En principio está furioso, porque Kindelan se le escapó, y en segundo término, porque nos encontramos con otra de las joyas de Radvansky
- ¿Con quién? -- preguntó James
- Kovacevic -- contestó él, y a Anthar le cambió la expresión, así que Louis agregó -- No al hijo, sino al padre
- Son la misma clase de basura -- escupió a Anthar
- Pero eso no es todo ¿verdad? -- preguntó Lyra
- No, Kovacevic dijo antes de desaparecer, como el cobarde que es, que esta noche tío Harry estaría donde debía estar
Lily y Rowena ahogaron un grito, pero al segundo siguiente todos los que se apellidaban Potter habían desaparecido, pues entendieron a cabalidad el por qué a Jason le urgía tanto ver a Harry, mientras que Sirius se giraba hacia Charlie.
- ¿Tú lo viste? -- y él negó
- ¡Maldición! -- exclamó Sirius -- ¿Quién estaba en su grupo?
- Creo que él estaba con el de Rigel -- dijo Jeremy
Sin embargo, no alcanzaron a hacer más conjeturas, pues en ese momento Jason se materializó de nuevo allí y traía a Harry por un brazo, pero lo impactante para los Aurores, fue verlo estamparlo contra la pared y apuntarlo con su varita mientras que los que lo habían seguido comenzaba a materializarse también.
- ¿Cuál es mi forma animaga? -- le preguntó con la obvia intención de comprobar su identidad
- No tienes, eres un metamorfómago -- contestó Harry y de seguido -- ¿Qué está sucediendo?
Jason lo soltó y se dejó caer en una silla. Lyra se acercó a él y le pasó una mano por la cabeza mientras Louis volvía a explicar esta vez a Harry lo que había dicho Kovacevic.
- A partir de este momento no vas solo ni al baño, papá -- dijo James
- Escuchen, no es una novedad para nadie que estos sujetos llevan años intentando cazarme, así que…
- Así que harás exactamente lo que ha dicho James, señor Potter -- dijo una furiosa Lily
- Lily…
- Deja de discutir -- lo interrumpió Rigel -- porque te aseguro que yo no tengo ningún problema en encerrarte si es necesario
- ¡Rigel! -- exclamó Anthar
- Cierra la boca, padre, ya tenemos bastantes problemas y no voy a permitir que la necedad del abuelo se convierta en otro -- y a continuación se giró hacia sus primos -- Las guardias como siguen: yo me ocupo de la primera, LL en el orden que prefieran, Daniela, Oriana, J.B., Arkania y vuelta a empezar
- ¡Óyeme! -- exclamó Arthur -- ¿Y es que nosotros estamos de adorno?
- No solo a los Potter les interesa mantenerlo a salvo ¿sabes? -- dijo a su vez Aydan
Los padres y abuelos de las dulces criaturas fueron limpiamente hechos a un lado y mientras Harry los miraba con incredulidad, Sirius sonreía satisfecho.
- Bueno ahijado, si de algo no puedes quejarte es de no tener la mejor guardia que existe -- le dijo mientras le palmeaba un hombro
Una vez que todos rindieron sus informes, Lyra se acercó a Jason con intención de arrastrarlo con ella a Inverness.
- Jey debes descansar un poco
- Estoy bien, Nena
- No, no lo estás -- porfió ella
Y sin ninguna duda era cierto, porque en los últimos años Jason apenas si se había dado tregua, tenía oscuras sombras alrededor de los ojos, había perdido peso y unos hilos de plata habían aparecido en su negro cabello, pero lo más desesperante, al menos para Lyra, era que sus ojos habían dejado de ser grises y se habían estacionado en un azul que gritaba el dolor que lo estaba destrozando.
Louis no estaba mucho mejor, pues las mismas ojeras rodeaban sus ojos y había perdido tanto peso que parecía enfermo. Y en el caso de Iván, aunque no estaba en tan malas condiciones como los otros dos, su talante taciturno se había acentuado mucho, y si antes hablaba poco, ahora todos estaban dispuestos a creer que había perdido la capacidad de hacerlo.