Cassandrea se había acostumbrado rápidamente a la presencia de Ben y Altair durante los días que les habían permitido estar con ella, pero el día que despertó y vio a Raziel a su lado, y aunque se alegró de ello, se preguntó dónde estarían sus nuevos amigos, de modo que después de los saludos y de asegurarse que él estaba bien, preguntó por ellos. Raziel había decidido que lo mejor era no darle más importancia al asunto para no acrecentar el interés de Cassandrea, y en cambio se dedicó a ser el marido modelo, con lo que no contó Raziel, y tampoco vio las señales, fue con el trabajo que habían hecho los chicos con la memoria de Cassandrea, y aunque él había implantado lo que le interesaba, su arrogancia lo hizo pasar por alto la labor de ellos. Por todo lo anterior, Cassandrea se encontraba en estado de confusión, pero como entre otras cosas, a su mente acudieron las imágenes de un Raziel extraordinariamente furioso por las preguntas que ella le había hecho en una oportunidad anterior con respecto al individuo que no dejaba de aparecer en sus sueños, había decidido no hacerle preguntas y se esforzaba por recuperar unos recuerdos que sabía estaban allí.
No obstante, las cosas amenazaban con complicarse mucho, especialmente para Raziel y no solamente con Cassandrea, sino con Jensy.
Raziel comenzó a ahogarse, pero lejos de preocuparse, una fría sonrisa se dibujó en sus labios.
A pesar de que estaba furioso, Jensy no solocaptó la idea sin problemas, sino que recordó la otra inconveniente razón para no poder asesinarlo y suspendió la maldición. Ciertamente había muchas cosas que Raziel no le había dicho, porque aparte de la arrogancia que lo caracterizaba y en medio de la inestabilidad mental que compartían, él jamás consideró que le debiese obediencia alguna a Jensy, y solo acataba sus órdenes en la medida en que éstas conviniesen a sus planes personales.
Aunque Jensy había descubierto muy pronto que era portador de unos poderes excepcionales, cuando conoció a Raziel y en primera instancia, se sintió identificado con el niño en quien vio unos poderes semejantes a los suyos, pero el chico parecía no estar debidamente al tanto de los mismos y los había estado utilizando de manera rudimentaria, de modo que decidió entrenarlo viendo en Raziel una especie de príncipe heredero. En los desquiciados planes de Jensy, se veía a sí mismo como dueño y señor del mundo y a Raziel como su más cercano colaborador.
No obstante, el niño había absorbido sus enseñanzas a una velocidad de vértigo y se convirtió en un joven brillante, pero difícil de controlar y posiblemente Jensy se habría desecho de él por considerarlo una obvia amenaza, pero Raziel a diferencia de Jensy, se había obsesionado con el origen de sus poderes, y teniendo la personalidad psicopática que tenía, se había dedicado con ahínco a investigar cosechando unos frutos que, aunque habrían sorprendido a personas menos arrogantes que él, para Raziel resultaron de lo más razonables y explicaban de forma satisfactoria el por qué él no era una persona común, sino que en su opinión estaba muy por encima de los demás magos.
Eran las investigaciones de Raziel las que lo habían puesto en el camino hacia Kassandria, pero era algo que no podía hacer solo, así que incluyó a Jensy en sus planes, pero sin decirle todo, y a medida que había sido necesario, había ido revelando trozos de información, aunque siempre se reservó la mayor parte de la misma. El asunto era que los planes originales de Jensy que se basaban en un hecho en particular, habían cambiado tan radicalmente, y su idea original pasó a segundo plano dedicándose a la de Raziel, aunque no desechó por completo la suya por tratarse de un asunto netamente personal que en principio habría tenido como efecto colateral llevarlo a donde quería. Sin embargo, el muchachito este había resultado en extremo irritante y estaba agotando su paciencia. Si Jensy no solo hubiese sido poderoso, sino que hubiese tenido la mitad de la inteligencia de Raziel, posiblemente las cosas habrían sido diferentes para desgracia del mundo en general.
Raziel había abandonado el salón en el que discutía con Jensy pensando que había llegado el momento de tomar las riendas, porque Jensy carecía de la paciencia necesaria para llevar a acabo los planes que se había trazado, el asunto era que lo necesitaba vivo, así que tendría que ser cuidadoso y ejecutar sus planes sin levantar sospechas. Sacó a Jensy de sus pensamientos al entrar a su habitación, pues allí lo esperaba algo mucho más satisfactorio que lo anterior, pero Cassandrea estaba dormida y Raziel maldijo por lo bajo, aun así, sujetó sus instintos y se metió con cuidado en la cama. De alguna manera extraña, Raziel en verdad se había enamorado de Cassandrea pasando por encima del hecho criminal de la sangre que corría por las venas de la chica, pues en su opinión, la otra sangre era mucho más poderosa y anulaba la sucia sangre del licántropo. Por supuesto esta era una justificación absurda, pero muy necesaria para sus parámetros, el asunto era que lo que en principio solo había sido una misión, se había convertido en un problema cuando reconoció que amaba a la chica. Sin embargo, su desquiciada mente reordenó las cosas y decidió que juntos podrían gobernar el mundo, y sobre esta nueva idea reedificó sus planes.