La fortaleza que Jensy había hecho construir en Alimia, guardaba mucha semejanza con los castillos medievales al menos en sus defensas, ya que primero estaba rodeada de una muralla que no permitía ver el interior, una vez franqueada esta, de ningún modo podía pensarse que ya estaban dentro, pues se encontraban con enorme patio, y aunque ya allí podían ver la edificación en sí, estaban separados de la misma por el foso que la rodeaba y solo podían acceder a través de dos puentes, y era justamente allí donde se encontraban y Jason tuvo un momento de pánico, pues aun les tomaría algún tiempo entrar, y durante el mismo podían llevarse a los prisioneros, de manera que se tomó unos minutos para lanzar un potentísimo hechizo antidesaparición y luego continuó en lo suyo esperando haber lanzado el hechizo a tiempo.
Aunque los grupos de Anthar y James habían tirado casi por completo el muro exterior, aun quedaban en pie un par de torres vigía y los sujetos que estaban en ellas estaban causándoles muchos problemas, de manera que Erika, Fabiana, los gemelos Morgan y Alba habían corrido en aquella dirección. Fabiana y Alba se habían dirigido a una en compañía de Jonathan, mientras que Erika y Jordan habían corrido hacia la otra, pero cuando Antares los vio hacerlo en medio de la lluvia de maldiciones, se giró con rapidez hacia J.B.
Ellos solo llamaban las niñas a las menores, es decir, a Erika, Fabiana, Alba y Monique, de modo que J.B. palideció por un instante.
Sin embargo, y siendo que no solo ellos habían notado el asunto, Vladislav y Sebastien estaban atacando desde donde estaban a los individuos de las torres y con sorprendente puntería, Juliette y Cristian se habían unido a ellos contribuyendo en gran medida a la protección de los chicos que corrían hacia las torres.
Aydan y Axel que como de costumbre peleaban uno al lado del otro, no solo se estaban valiendo de su indiscutible habilidad con una varita, sino que habían utilizado su considerable poder mental para causar una cantidad casi igual de daños.
Una maldición bien dirigida casi alcanza a Justin, y de no haber sido por la velocidad de Alexander y la puntería de Lyra, el auror no lo habría contado.
No obstante, Lyra supo la respuesta antes de que Justin se diese siquiera por enterado, al seguir la dirección de la mirada de su compañero. Lo que le sucedía a Justin era que estaba tremendamente preocupado por Lorena, ya que desde que se había enterado que estaba embarazada, prácticamente no había dejado de pedirle, no que dejase de trabajar, pero al menos que no participase en enfrentamientos, algo perfectamente inútil y lo sabía, pues él había sido testigo de la terquead de la madre y que las gemelitas casi habían nacido sobre una escoba durante un memorable partido de Quidditch. Sin embargo, saber lo anterior no disminuía su temor, pues a su mente habían estado acudiendo constantemente los recuerdos de todo lo sucedido con Lucy, y aunque aquel no había sido su hijo ni la situación era siquiera parecida, él sufrió mucho al pensar que lo había perdido antes de saberlo. Lo que más había deseado Justin en la vida era ser padre, y había renunciado a ello por amor al casarse con Lucy, pues ella le había advertido que nunca tendría un hijo. Después de lo sucedido con su desastroso matrimonio, él se había jurado a sí mismo no volver a enredarse con ninguna mujer, pero una cosa es lo que pensamos y otra lo que sucede, ya que sin darse cuenta terminó perdiendo la cabeza por la gemelita. No obstante, y aunque amaba con locura a Lorena, sus esperanzas de tener una familia no eran muchas, pues aquella criatura parecía demasiado independiente, inquieta y absolutamente negada al matrimonio, sumado a todo lo anterior, en ningún momento había expresado deseo alguno por tener hijos y Justin había evitado el tema en un intento por no sufrir otra decepción y decidiendo disfrutar de la cantidad de felicidad que Lorena pudiese brindarle sin aspirar a nada más. Sin embargo, recientemente había recibido una de las mejores noticias de su vida y su felicidad no podía ser mayor, de manera que su único deseo era cuidar de su mujer y del hijo que estaba en camino, pero aquella inmisericorde criatura no le hacía las cosas fáciles. Lyra y Alexander comprendieron aquello y tomaron una decisión.
El se los agradeció en forma apresurada y corrió hacia donde estaba Lorena mientras que Alex llamaba a Jean Paul que resultó ser J.L. para que cubriese a Justin una vez que ingresasen a la fortaleza.
El grupo de Cassander donde iban las gemelas Potter, Anette y Steffano, ya había hecho retroceder a los que defendían uno de los puentes de acceso, pero siendo que la paciencia de Cassander se había agotado, lanzó un potente rayo que tuvo el mismo efecto de una bola de boliche y los desgraciados aquellos cayeron al foso dejando el puente libre. Los chicos avisaron que tenían acceso para que los grupos de rastreo se acercasen y se precipitaron hacia las puertas, pero antes de que Cassander y las gemelas las destrozaran, escucharon la voz de Iván que ya los había alcanzado.