Sobre la sala del tribunal parecía que hubiesen lanzado un hechizo no solo de inmovilización, sino de silencio. Todos los miembros de la familia miraban hacia el frente y o bien estaban firmemente sujetos a sus asientos, o se sujetaban unos a otros como era el caso de las gemelas Black que parecía que fuesen a perforar los brazos de Rigel. Lyra parecía a punto de perder el sentido mientras que Anthar aun miraba con incredulidad a Demian, éste no miraba a nadie, sino que había permanecido de pie con la vista perdida en algún punto por encima de las cabezas de los miembros del Wizengamot, y Jason que había fijado sus ojos en Demian, descubrió con cierta sorpresa que aquel sujeto tenía verdadera prisa porque se tomase una decisión, pues le urgía hablar con Lyra, y aunque esto último no lo hizo especialmente feliz, las razones para ello libraron a Demian de una situación similar a la que los había llevado hasta allí.
Unos minutos más tarde y en realidad no tantos como los que ellos habían percibido, el secretario suprimió el aislamiento y Albright se aclaró la garganta.
Demian cerró brevemente los ojos y para aquellos de los presentes que eran capaces de ello, vieron claramente el disgusto y la preocupación. Sin embargo, antes de que pudiese expresarlo suponiendo que pensase hacerlo, ya el presidente estaba hablando de nuevo.
Lyra y todas las chicas, a decir verdad, se habían lanzado hacia abajo aun antes de que Albright diera la sesión por concluida, de modo que no lo escucharon llamar a Joseph, pero como él sí, se acercó con rapidez.
Joseph les agradeció de nuevo y se volvió hacia su familia, pero, aunque ciertamente él estaba desmedidamente orgulloso de sus nietos, no podría expresárselos en forma inmediata, pues éstos estaban siendo vapuleados por todos lo chicos al igual que por sus padres.
Entre tanto y apenas Albright había dicho que Jason estaba libre, éste se había puesto de pie y se había encaminado hacia Demian al igual que los compañeros de éste, pero en cuanto vieron avanzar a Jason se detuvieron.
Esto había sucedido mientras todos se acercaban, de manera que a excepción de Jordan y Jonathan, nadie más escuchó el breve diálogo y unos segundos después estaban siendo arrollados por todos sus parientes. Sin embargo, cuando la primera conmoción había pasado, Lyra se acercó a Demian e intentó abrazarlo.
Jason asintió y sujetando a Lyra se encaminaron hacia la salida, pero estaba pensando en ahorrarse ese trámite, porque la salida estaba obstruida por los periodistas cuando escucharon la airada voz de Bill y se giraron.
Jason sintió un incontenible deseo de reír al escuchar a su ecuánime primo hablarle en aquellos términos al señor presidente del Wizengamot, y más de la mitad de los chicos no se quedaron con solo el deseo.