Mientras Jason se ocupaba de Altair, Harry, Joseph y Bill intentaban interrogar a Evil, pero aparte de repetir una y otra vez que tenía que hablar con Jason, no habían logrado mucho más. Esto trajo como consecuencia que Louis perdiese la poca paciencia que tenía y comenzase a gritarle.
A Evil le sorprendió que le dijese aquello, pues aquel furioso individuo no tenía modo de saber lo que había sucedido en Kassandria durante aquel tiempo, pero luego se dijo que era fácil de suponer que no habrían estado de fiesta precisamente. Sin embargo, con lo que Louis dijo a continuación, la sorpresa de Evil se elevó muchísimo, pues Louis comenzó a enumerar los horrores que habían sufrido los chicos y si esto era posible era porque había visto en los recuerdos de Evil las muchas heridas sufridas y el estado general de Altair y Ben a lo largo de aquellos años. Lo que Louis no tuvo en cuenta fue que las madres de los chicos estaban escuchando, y mientras Abigail parecía a punto de desvanecerse y era un solo mar de lágrimas, Dominique tenía un brillo asesino en los ojos y de no haber sido por Joseph, posiblemente habría descuartizado a Evil con sus propias manos. Louis siempre había tenido el pésimo defecto de la inconsciencia y acababa de demostrarlo una vez más al decir todo aquello en presencia de la pobre Abigail y de Dominique, pero Louis era Louis y no iba a cambiar a estas alturas.
Después de lo que habían escuchado, ni siquiera Harry estaba muy seguro de querer evitar que los chicos mataran a aquel individuo. Evil por su parte había llegado a dos conclusiones; la primera, que la princesita Weasley como llamaba Raziel a Louis, compartía con éste la habilidad de introducirse sin permiso y sin hechizo en las mentes ajenas; y segundo que, si no hablaba ya mismo con el sanador, nada podría hacer por Altair, pues estaba seguro que aquellos enfurecidos individuos iban a matarlo. No era que él hubiese guardado muchas esperanzas con relación a poder conservar su vida y lo único que le interesaba era salvar la de Altair, pues el gran problema de Evil, era que por primera vez en su vida se había enamorado real y sinceramente, aunque fuese del hombre más equivocado del mundo, ya que estaba igualmente consciente de que no había ninguna posibilidad de que Altair sintiese otra cosa que no fuese desprecio por él. No obstante, Evil decidió que lo importante era preservar la vida de Altair y esto fue lo que le indicó que realmente lo amaba, porque estaba dispuesto a dar su vida por la de él. De manera que con las cosas así, insistió una vez más.
Esto confundió brevemente a Evil, pues hasta donde sabía por las investigaciones de Weiss, el sanador no tenía hermanos, pero hizo eso a un lado y siguió en lo mismo.
Sin embargo, aquella estéril discusión se prolongaría durante casi dos horas en las que no obtuvieron nada más y decidieron llamar a Jason, pero Anthar regresó casi enseguida diciendo que él aun atendía a Altair.
No obstante, se vio apuntado por ocho varitas y volvió a sentarse, aunque no dejó de insistir en el mismo asunto hasta que la puerta del consultorio se abrió dando paso al sujeto por el que había estado clamando.
Una vez que Jason había finalizado con Altair, caminó hacia Tyler que parecía a punto de morir.
La tensión que había estado viviendo Tyler las últimas tres horas había hecho efecto y los músculos de sus piernas se aflojaron al igual que los del resto de su cuerpo.