Kassandria. La Ciudad Perdida

Cap. 55 Venganza

 

Los grupos de asalto de los mayores, es decir, Sirius, Remus, Harry, Ron, Hermione y Bill, habían realizado su trabajo de forma impecable, y hasta Sirius se había comportado de forma civilizada dedicándose junto con los demás a limpiar el área adyacente al palacio para facilitar la salida de Cassander y Louis que traían a Cassandrea, y sin duda en cuanto lo advirtieran serían atacados de la peor forma. Ellos ya sabían que Sandy no estaba al tanto de lo que estaba sucediendo, pues Altair les había explicado todo lo relativo al matrimonio y a la perdida de memoria de la chica, de lo único que no les había hablado había sido de los embarazos con el fin de evitar que la ira y el dolor los cegara restándoles efectividad. El asunto era que ellos suponían que la chica podía mostrarse difícil al pensar que estaba siendo atacada, y que era posible que intentara atacarlos a su vez, razón por la cual se verían en la necesidad de aturdirla para poder sacarla de allí y el escape se volvería muy complicado, ya que habían sido oportunamente informados por Evil que no podían desaparecer desde el interior del palacio. Esto no tenía mucho sentido al menos para Jason, porque si la esencia de su hija era la de Kassandria, y suponiendo que por el hecho de ser gemelos univitelinos Cassander compartiese con su hermana algo más que la cadena genética poseyendo también parte de la esencia de Kassandria, y suponiendo más allá, que esto les permitiese abrir el sello, cabría esperar que él tuviese la misma libertad de movimiento dentro de cualquier rincón de la ciudadela. No obstante, nuevamente Evil fue la fuente información que aclaró esto diciéndoles que Raziel en su paranoia por la seguridad, había convencido a Cassandrea para que no levantase las restricciones dentro de palacio y que esto la incluyese a ella, alegando la mencionada seguridad y recordándole que ya la habían secuestrado una vez. Así que, por lo anterior, y aunque Cassander lograse abrir el sello, no podría suprimir aquel conjuro y tendrían que abandonar el palacio de manera normal.

Nadie sabía cómo les había ido a Louis y a Cassander, pues ocupados como estaban nadie había intentado ponerse en comunicación con ellos, dedicándose a despejarles el camino tanto como les fuese posible. Sin embargo, y siendo que Cassandrea había reconocido tanto al uno como al otro, y aunque sí hubo cierto intento de objeción, algo le indico que debía seguirlos, lo que ni ella ni ellos sabían, era que ese algo no era más que los denodados esfuerzos de Ben y Altair por fastidiar el firme control que tenía Raziel sobre la mente de Sandy, y que el trabajo de ambos en ese sentido había dado resultado haciendo que las visitas de Louis a los sueños de Sandy fuesen para ella más aceptables, y que al verlo no se sintiese amenazada sino confiada; y en el caso de Cassander fue la energía de Cassandrea la que identificó de forma inmediata a su otra mitad.

Con las cosas así, y una vez que habían abandonado la habitación y cuando se sucedió la explosión que indicaba la intrusión, inmediatamente la guardia se puso en movimiento, y aunque en ningún caso esperaban que alguien pudiese trasponer las puertas de palacio, cuando intentaron hacer volver a Sandy a su habitación, ella se negó y los guardias levantaron sus varitas solo para verse rápida y efectivamente desarmados. No obstante, Louis y Cassander entendieron que era urgente salir de allí y poner a Cassandrea a salvo y lo más lejos posible de Raziel, ya que no sabían cómo reaccionaría si lo veía. Tuvieron que enfrentar a varios grupos antes de llegar a la puerta que les había indicado Evil que utilizasen para abandonar el palacio, porque si Raziel notaba que Cassandrea no estaba en su habitación, enviaría a todos sus hombres a bloquear la salida, algo que efectivamente sucedió.

 

Cuando Raziel había escuchado la explosión seguida de la alarma, él no se engañó pensando que lo segundo era resultado de lo primero, y siendo que había tenido aquella desgraciada sensación de peligro desde que abriese los ojos, corrió hacia su habitación sin prestar atención a lo que decía Jensy que, en cualquier caso, no le importaba, pero antes de llegar a la misma ya sabía que sería inútil, pues había visto a los guardias muertos en las escaleras, así que aunque no dejó de subir, ordenó el inmediato bloqueo de las salidas.

Por una parte, Raziel estaba furioso, y por la otra, terriblemente conmocionado, porque en su enorme arrogancia no había creído posible que nadie más supiese cómo acceder a la ciudad, y aunque sabía quienes eran aquellas personas pues solo podía tratarse de los parientes de Cassandrea, él sabía que ellos no estaban al tanto de aquella información. Cuando Raziel había comenzado su inicialmente frágil relación con Cassandrea, una de las primeras cosas de las que se informó directamente de ella, era si conocía el origen de su nombre y el de su hermano, pues él había escuchado cuando el gemelo se burlaba del nombre de Anteros y parecía tener algún conocimiento en aquella materia, pero resultó que ella no lo sabía y Raziel dedujo que entonces nadie poseía aquella información. Sin embargo, sabiendo que el odioso sanador parecía saber muchas cosas, cuando secuestró a Cassandrea y al menos durante los primeros días, estuvo preocupado pensando que existía la posibilidad de que el sanador lo supiese y no hubiese considerado oportuno compartir ese conocimiento con nadie, pero al ver que pasaban los días y nada sucedía, y siendo que ya sabían que aquellos sujetos eran extraordinariamente rápidos para rastrear a las personas, fue tranquilizándose al respecto, y finalmente llegó a la conclusión de que nadie era tan inteligente como él y que jamás los encontrarían. Así que por todo lo anterior, era natural que estuviese conmocionado, pero volvió a cometer el error de refugiarse en su arrogancia al pensar que la única manera de sacar a Cassandrea de palacio habría sido dejándola sin sentido, porque en su desquiciada mente, ella lo amaba y jamás saldría de allí por propia voluntad, de manera que fue por ello que dio la orden de bloquear las puertas, porque, aunque le causó horror ver a los guardias muertos pues pensaba que la explosión había sido producto de la ruptura del sello y seguramente aquellos infelices perderían mucho tiempo tratando de ubicar las celdas donde supondrían los tendrían a los tres, al parecer habían sido extraordinariamente rápidos para ingresar a palacio, pero él se aseguraría de que salir fuese otro asunto.




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